Nicaragua ha experimentado un fuerte incremento en el número de casos de COVID-19, que se han multiplicado por diez en la última semana, según los últimos datos desvelados por el régimen de Daniel Ortega, al que la oposición había venido acusando de opacidad en la gestión de la pandemia.
Desde que el país centroamericano registró su primer caso el 18 de marzo, la dictadura había informado de 25 contagiados y ocho fallecidos hasta el 11 de mayo. Según el balance publicado por el Ministerio de Salud, entre el 12 y el 19 de mayo se han sumado otros 254 contagios y nueve decesos más.
"Durante la presente semana que comprende del 12 al 19 de mayo hemos atendido y dado seguimiento responsable y cuidadoso a 254 nicaragüenses con COVID-19 confirmados o probables por clínica", explicó en rueda de prensa la titular de Sanidad, Martha Reyes, según informa el diario 'La Prensa'. Además, del total de 279 casos registrados, 199 pacientes se han recuperado ya de la enfermedad.
El nuevo dato oficial se conoce después de que el dictador Daniel Ortega confirmara el lunes 309 muertes por neumonía en lo que va de año, aunque lo enmarcó dentro de un supuesto "ciclo normal de fallecimientos" por este diagnóstico y aseguró que solo "algunos" casos tendrían que ver con la pandemia de coronavirus.
"En esto van algunas que tienen que ver indiscutiblemente con esta pandemia", según Ortega, que no obstante matizó que la cifra apenas difiere con los datos recogidos otros años. El año con más muertes por neumonía durante este mismo periodo habría sido 2016, con 329: "Fíjense, sin tener una epidemia como esta", justificó el dictador.
El Ministerio de Salud nicaragüense, sin embargo, solo tenía registrados por neumonía 86 fallecidos en el último boletín epidemiológico, correspondiente a la semana concluida el 2 de mayo. Quedarían por tanto 223 víctimas que estarían fuera de las estadísticas oficiales o que habrían perdido la vida en las dos semanas posteriores, apunta el diario opositor 'La Prensa'.
FUENTE: Con información de AP