GINEBRA.- La Organización de las Naciones Unidas (ONU) emitió una advertencia severa sobre la situación de los derechos humanos en Nicaragua, destacando un deterioro significativo desde el año pasado. Según un informe reciente publicado por la Oficina de Derechos Humanos del organismo, el régimen de Daniel Ortega intensificó la represión contra cualquier individuo o entidad que sea percibida como disidente.
El informe, respaldado por 120 entrevistas con víctimas, testigos y representantes de la sociedad civil, señala que la situación en Nicaragua ha empeorado de manera alarmante. Se documenta un aumento en las detenciones arbitrarias, los malos tratos y la persecución sistemática de personas defensoras de derechos humanos, medios de comunicación independientes y organizaciones no gubernamentales.
Uno de los hallazgos más preocupantes del informe es el incremento en la violencia contra comunidades indígenas y afrodescendientes. Además, la libertad religiosa sigue siendo objeto de restricciones indebidas, con la detención arbitraria de sacerdotes y seminaristas católicos y el cierre masivo de organizaciones religiosas.
La ONU también resalta la falta de cooperación del régimen de Ortega con los mecanismos internacionales de derechos humanos, lo que dificulta el monitoreo y la protección de los derechos en el país. Volker Türk, Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, pidió un cambio urgente de rumbo por parte del régimen, advirtiendo que el ejercicio de los derechos civiles y políticos en Nicaragua está siendo gravemente limitado.
El informe llega en un momento crítico para Nicaragua, donde la represión ha sido una constante desde las protestas de 2018. La comunidad internacional sigue vigilando de cerca la situación, mientras que el régimen de Ortega continúa desafiando las condenas globales y endureciendo su control sobre la nación centroamericana.
FUENTE: Con información de AFP