lunes 7  de  julio 2025
REPORTAJE

Por qué vivir en Cuba es un caos

“En el hospital escasean los especialistas. La mayor parte de las consultas la hacen estudiantes de medicina", relata un cirujano que solo ha desayunado un té

Diario las Américas | IVÁN GARCÍA
Por IVÁN GARCÍA

LA HABANA, CUBA.- Dos horas antes de acudir al hospital donde trabaja como cirujano, llamémosle Frank, tiene que cargar ocho cubos de agua desde la cisterna del edificio donde reside porque el motor está averiado. Luego de desayunar una taza de té -el alto precio del café lo ha convertido en un lujo- le prepara un vaso de jugo de frutas a su hijo y un pan con salchichas.

Después su esposa le ayuda a colocar unas planchas de madera para poder bajar su moto eléctrica por la escalera desde un segundo piso. “Es un trabajo pesado, pero con la ola de robos que hay en el país tenemos que cuidar la motorina como si fuera un tesoro”, dice Frank. Cuando la moto ya está en la calle se colocan sus cascos y los tres se apretujan en el pequeño asiento. Frank deja a su hijo en la escuela y a su esposa en la empresa donde trabaja.

Sobre las nueve de la mañana es que llega al hospital. “Es complicado atender a pacientes sin apenas desayunar y con veinte mil preocupaciones en la cabeza. Suma a todos los problemas de la vida cotidiana en Cuba, apagones, falta el agua, el gas licuado, si vas a un cajero del banco no tienen efectivo. Por si no bastara, en el hospital el equipo de esterilizar está roto, faltan guantes y jeringuillas desechables y ni siquiera hay jabón para lavarse las manos. Tenemos que traerlo de la casa, igual que los bolígrafos para llenar las recetas”.

“En el hospital escasean los especialistas. La mayor parte de las consultas la hacen estudiantes de medicina. La calidad de los servicios médicos deja mucho que desear. Eso repercute en el aumento de la mortalidad en enfermedades que son curables. A veces por falta de un antibiótico se complica un paciente y puede llegar a perder la vida. He visto casos de personas que entran al cuerpo de guardia con una gripe y debido a las bacterias que proliferan en el hospital por la falta de higiene, terminan ingresados en terapia intermedia. A mis pacientes les aconsejo que si no es un asunto de vida o muerte, la última opción es acudir al médico”.

“Como los salarios son tan bajos, un especialista de nivel gana un salario entre diez y once mil pesos al mes (26 a 29 dólares) entonces los médicos para ganar un dinero extra tienen su lista de pacientes privilegiados que atienden por WhatsApp o van a su casa. Son esos pacientes con sus regalos, en especie o dinero, los que te permiten poder mantener a tu familia. La otra opción es ganar unos dólares en una misión en el extranjero. Pero en ocasiones tienes que vivir en condiciones extremas y estar dos o tres años alejado de tu familia, sin contar que te tumban el 80 por ciento del salario, porque siempre esta gente (el régimen) se saca un as debajo de la manga y te paga menos. Por eso prefiero tener mis pacientes en La Habana. Con ellos resuelvo. Hasta una moto eléctrica me pude comprar”, concluye el cirujano.

Mientras Frank, su esposa y su hijo y salen por la mañana en su motorina, Andrés, 65 años, después de trabajar toda la madrugada, regresa a domicilio. Desde hace treinta años es recogedor de basura. “Sobre las nueve y pico de la noche salgo. Camino casi tres kilómetros y cuando llego, no siempre puedo sacar el camión colector de desechos por falta de combustible o por una rotura. Como nos han recortado el combustible en un 75 por ciento, no se puede recoger la basura en la mayor parte de La Habana".

"¿Cuál fue el plan de los ‘iluminados’ que dirigen el país? Recoger los desechos solo en las arterias principales. Por eso tu ves todos los barrios y zonas interiores con montañas de basura. Esa inmundicia ha provocado brotes de cólera y enfermedades de la piel. Lo que pasa en Cuba no sucede en ningún otro lugar del mundo. En cualquier país, la basura es un negocio rentable. En Italia la mafia se ha involucrado en los desechos y Japón le propuso al gobierno encargarse de la recogida de basura en la capital, hasta donaron cien camiones colectores, pero estos tipos son iguales al perro del hortelano, ni comen ni dejan comer. Prefieren que la basura inunde la ciudad”, afirma Andrés.

Magda, profesora jubilada, considera que la recogida de desechos es uno de los muchos problemas cotidianos que sufren los cubanos. Pero no el más grave. “Es verdad que parte el alma ver a La Habana llena de mierda. Lo sufro en primera persona, pues vivo en una casa en bajos, mi puerta da a la calle, cerca de una esquina donde la basura que tira la gente ha formado una montaña. Tengo que tener las ventanas cerradas por la peste, las moscas, cucarachas y ratones”.

En su opinión, la recogida de basura, como el resto de los servicios de públicos, no funcionan en Cuba.

"Es increíble como Díaz-Canel y sus ministros se reúnen durante horas, hacen planes y proyecciones y los problemas en vez de mejorar se agudizan. Cada vez estamos peor. Con apagones de varias horas, sin agua potable, con déficit de medicamentos y sin gas para cocinar. Pero lo más grave de esta crisis es la alimentación: sin comer no se puede vivir”, señala Magda e intenta explicar lo que a su entender es una paradoja. "Es increíble como Díaz-Canel y sus ministros se reúnen durante horas, hacen planes y proyecciones y los problemas en vez de mejorar se agudizan. Cada vez estamos peor. Con apagones de varias horas, sin agua potable, con déficit de medicamentos y sin gas para cocinar. Pero lo más grave de esta crisis es la alimentación: sin comer no se puede vivir”, señala Magda e intenta explicar lo que a su entender es una paradoja.

“Ningún salario en este país alcanza para comer. Y no hablo de alimentación sana. Para almorzar y comer en un mes arroz, frijoles, espaguetis, un picadillo rancio, aguacate, comprar pan y algunas frutas o viandas necesitas tres veces el salario medio que según escuché en el noticiero de televisión era de 6506 pesos. Imagínate entonces qué puede comer un jubilado con una pensión promedio de 2,200 pesos. Es una vergüenza ver a personas que trabajaron toda su vida registrando los latones de basura. Si no tienes familiares en el extranjero o eres dueño de un negocio pasas hambre. Es una realidad”, asegura Magda.

Diario Las Américas le preguntó a 15 personas aspectos positivos de la Cuba actual. Trece respondieron que ninguno. Una de las dos personas que mencionó algo positivo se encuentra un ingeniero: “Podría decir la naturaleza y la belleza de sus playas, pero cuando vez la arena sucia, repleta de latas vacías y los campos desbordados de marabú tengo mis dudas”.

El otro, un emprendedor, dijo que en Cuba se puede vivir con cierto confort, “si eres pariente de un dirigente o un general, si no tienes 'padrinos', solo puedes resolver si abres un negocio que te dé ganancias y puedas comprar muebles modernos, aire acondicionado y un sistema de paneles solares, pues son más las horas sin luz que con luz. Y si eres inteligente, ahorras dinero y emigras, porque el gobierno cambia de palo pa’ rumba cuando le da la gana y por cualquier cosa te pueden meter. Si buscas estabilidad financiera tienes que irte”. Para muchos vivir en Cuba es un caos.

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