CARACAS.- El defensor del pueblo venezolano Tarek William Saab, que fue sancionado por Estados Unidos y cuyos críticos llegaron a vincularlo con grupos radicales árabes, hizo una polémica carrera como defensor de la "revolución bolivariana" y a partir de ahora es el fiscal general.
Hijo de inmigrantes árabes libaneses, Saab comenzó a militar en las causas de la izquierda en su juventud.
Tras graduarse de abogado, se volcó a defender los derechos humanos durante los años 80 y 90. En esa época no tenía problemas en ponerse camisetas del "Che" Guevara o defender a la revolución cubana, lo cual le valió no pocas críticas.
El expresidente venezolano y fundador de la revolución, Hugo Chávez, frecuentemente lo elogiaba por su compromiso en la defensa de los derechos humanos y su afición a la poesía. De la mano de Chávez, fue miembro de la Constituyente en 1999 y luego diputado.
El "poeta de la revolución", como lo llamó Chávez, también es fanático de la música en inglés, desde John Lennon hasta AC/DC, lo que le valió la imagen de ser una suerte de chavista "cool".
Más recientemente se hizo aficionado al gimnasio y llamó la atención el aumento de su musculatura y el uso de ropa ceñida.
Tras ser electo gobernador del estado de Anzoátegui (2004-2012) en dos ocasiones, Saab fue designado defensor del pueblo en 2014, cargo que ejercerá hasta que asuma funciones como fiscal.
Su designación fue decidida hoy por la polémica Asamblea Constituyente, totalmente controlada por el oficialismo y plenipotenciaria, que destituyó a Luisa Ortega Díaz, crítica del Gobierno.
En su vida personal, es padre de cuatro hijos, dos varones y dos mujeres. Recientemente, su hijo mayor, Yibram Saab, un estudiante de derecho de 18 años, condenó la represión contra las manifestaciones ocurridas en los últimos meses y pidió a su padre que "reflexione".
"Papá, en este momento tienes el poder de poner fin a la injusticia que ha hundido al país. Te pido como hijo y en nombre de Venezuela (...) que reflexiones y hagas lo que tienes que hacer. Te entiendo, sé que no es fácil, pero es lo correcto", pidió Yibram Saab, a quien le tocó sufrir la "brutal represión" en carne propia.
Tarek descartó cambiar su postura política y aseguró que Yibram "diga lo que diga siempre será el hijo más amado".
Saab ha sido acusado por sectores opositores de formar parte de una suerte de ala árabe radical dentro del Gobierno que se dedicaría a apoyar y financiar a grupos radicales en Medio Oriente.
Un tatuaje detrás de su oreja izquierda que supuestamente tiene la frase "Alá es Grande" escrito en caracteres árabes ha despertado aún más suspicacias. Sin embargo, Saab nunca ha demostrado tener mucho interés por los temas religiosos.
La última polémica llegó a fines de julio, cuando la administración del presidente estadounidense Donald Trump decidió sancionar a 13 funcionarios del Estado venezolano por supuestas violaciones de derechos humanos, incluyendo a Saab, quien recibió la medida como una condecoración.
"Entiendo que esto es una sanción también a una trayectoria, a una lucha que comenzó hace 41 años, cuando apenas teníamos 14 años de edad. Se condena la lealtad a la patria, se condena una historia antiimperialista, honesta, decente. Si esa ha sido la sanción, nosotros recibimos esa sanción como una medalla en el pecho", respondió Saab al ser condecorado tras las sanciones.
FUENTE: dpa