Un profesor cubano se declaró "hambriento y hastiado" y denunció que "ningún cubano trabajador debería mendigar alimentos o cualquier otra cosa", en una reflexión publicada en su perfil de Facebook que evidencia la miseria de muchísimas personas en la Isla que solo viven de sus salarios, espoleados por la inflación galopante, reseña DIARIO DE CUBA.
"El día ha llegado: no tengo nada que cocinar, salvo arroz blanco. Ni dinero para comprar alimentos tampoco. No me malentiendan, este post no es para pedir ayuda, ni quiero que comiencen con solidaridades. Disculpen el tono tajante, se los agradezco mucho. Pero no lo aceptaré. Siempre he sabido crearme mis propios problemas solo, y también resolverlos solo", escribió Austin Llerandi Pérez junto con una imagen de una cazuela con arroz crudo y, dentro, el título de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona.
"Ese título que ven ahí es mi título universitario. Nadie me lo regaló. Yo estudié varios años para obtenerlo, y nunca cometí fraude, ni me acosté con ningún profesor o profesora por una nota. Soy universitario. Trabajo de profesor actualmente, aun cuando la misma Universidad de la que me gradué me dificultó con creces el acceso a una plaza laboral después de graduado", señaló.
"No tengo para hoy nada de comer. Solo este arroz que ven en la foto y mi título universitario. No pretendo criticar al Gobierno tampoco. Como agnóstico, entiendo que quizás este es un período de prueba por la que algún poder superior desea verme atravesar, en aras de prepararme ante futuras inclemencias", añadió.
DIARIO DE CUBA sostiene que desde el año pasado, tras la implantación de la Tarea Ordenamiento, los salarios ascendieron en Cuba, pero al mismo tiempo se desbocaron los precios de productos y servicios. El salario mensual de un Profesor Titular es de 5.810 pesos, 5.560 para el Profesor Auxiliar y 5.310 para el Profesor Asistente. Llerandi Pérez no precisa cuánto cobra en su caso.
El joven profesor auguró "futuras inclemencias" en un país "donde alguien preparado, que domina a la perfección dos idiomas y lee cuatro, que puede desde realizar trabajos manuales hasta reparar computadoras, que en el campo de las Humanidades puede realizar casi cualquier trabajo, y también irse a estibar a un puerto, en un país donde una persona como esa pasa hambre, algo falla".
Previendo críticas, el profesor aclaró que ni tiene antecedentes penales, ni lo financia nadie: "No estoy desacreditando al Gobierno. La realidad es objetiva: hoy voy a almorzar y comer arroz blanco. Y rezo porque el arroz blanco dure bastante, dado que faltan casi dos semanas para mi cobro".
"Este post es solo el delirio de un hombre hambriento y hastiado, que no quiere ayuda, porque prefiere lidiar con su hambre él solo que vivir de la caridad humana. No es arrogancia, no es delirio de superioridad, nada de eso... son principios. Ningún cubano trabajador, como yo, debería de mendigar alimentos o cualquier otra cosa. No critico a nadie. Ni quiero, ni puedo. Solo pasaba por aquí a decirles que hoy, y en los días que vienen, me acostaré con hambre", concluyó.
La escasez que padecen actualmente los cubanos está latente en todos los frentes, pero en la alimentación es donde más se hace sentir. Las familias se ven obligadas a recortar sus cada vez más restringidos menús en medio de colas de horas e incluso días ante los establecimientos estatales, y una inflación que hace más difícil el acceso a los pocos productos disponibles.
DIARIO DE CUBA destaca que el economista Pedro Monreal advirtió en abril que el salario medio en Cuba actualmente está muy próximo a lo que se considera "línea de pobreza", en un mensaje en el que hizo referencia a datos oficiales y a la cuestionada "canasta de bienes y servicios de referencia".
FUENTE: DIARIO DE CUBA