MADRID.- “Creo que Cuba se va abrir a la corta o a la larga -más bien a la corta-. El experimento comunista clarísimamente es un fracaso total. Dudo mucho que haya comunistas en Cuba, probablemente ni siquiera la nomenclatura que disfruta todavía del sistema cree seriamente que esa forma de Gobierno, de organización de la sociedad, puede traer modernidad, justicia social. Me parece imposible. No creo que desde la desaparición de la Unión Soviética y la conversión de China Popular en un capitalismo autoritario vaya a perdurar. Se va extinguiendo, va quedando en los márgenes, lo cual no quiere decir que la democracia no tenga adversarios o enemigos. Creo que el populismo es el gran desafío que tiene la democracia. Pero lo que representó el comunismo forma parte del pasado”.
Mario Vargas Llosa dio esta declaración al periódico ABC, como adelanto del encuentro que sostendrá el autor de "Conversación en la catedral" el próximo miércoles, con Bieito Rubido, director del rotativo español.
El diálogo tendrá lugar el 22 de marzo, a las 19.30 horas, en la Fundación Areces de Madrid. La experiencia creadora, la visión de la literatura iberoamericana, así como los desafíos del mundo actual y la respuesta que el periodismo está ofreciendo para preservar la cultura dialogante de la democracia liberal, serán los temas que expondrá el Nobel peruano.
Al referirse a «Cien años de soledad» o «Tres Tristes Tigres», entre otras grandes novelas del boom latinoamericano, resalta Vargas Llosa: «Es muy interesante la perspectiva que tenemos, que permite juzgar con conocimiento de causa lo que significaron todos estos libros. Habría que unir el centenario de Rulfo, una de las figuras que comienza lo que después se llamaría el «boom», porque crea toda una técnica mezclando la fantasía y el realismo y que luego se difunde entre los escritores de varias generaciones».
"Fue un período muy estimulante para quienes lo vivimos desde adentro. Porque fue también un reencuentro entre escritores latinoamericanos y españoles, que por los cuarenta años del franquismo habían dejado de comunicarse, se habían dado la espalda. En cierta forma la lengua se había partido en dos mundos y a partir de los años sesenta y setenta se vuelven a encontrar y eso enriqueció muchísimo la lengua española».
En cuanto al populismo de moda y la labor de los medios de difusión para contrarrestarlo, Vargas Llosa es tajante al retomar el tema. "Creo que si hay una época en la que es evidente la importancia de una prensa independiente y libre, para quienes creemos en la cultura democrática, en la democracia liberal, es esta. Y tal vez por eso es que hay tantos periodistas que son víctimas de amenazas, secuestros y atentados terroristas en muchos países».
«En muchos sitios el periodismo está defendiendo la democracia, a veces mucho mejor de lo que lo hacen los Gobiernos democráticos. El populismo es el gran desafío que tiene la democracia. Pero el periodismo está respondiendo bien al reto».