La técnica es parte integrante de nuestra vida cotidiana y en muchas ocasiones incluso la determina. Pero tras la alegría por un regalo recibido o la compra de un nuevo aparato surge rápidamente la pregunta: ¿Qué hacer con los aparatos que se descartan?
La respuesta no siempre es fácil. Pero una cosa es cierta: Probablemente nunca fue tan fácil como hoy en día deshacerse de equipos antiguos de una manera sensata.
Para la protección del medio ambiente y la optimización de los recursos rige la premisa: "reutilizar antes de reciclar y recién por último eliminar".
¿Qué podemos hacer?
Lo mejor es vender los aparatos que aún funcionan, señala Rolf Buschmann de la organización ambiental BUND. También es una forma de ganar dinero ya que el mercado de segunda mano es bastante activo, añade.
Esto vale sobre todo para los teléfonos inteligentes. Se calcula que hay millones de smartphones, cables, baterías o adaptadores en desuso. Los teléfonos móviles no sólo se pueden vender de manera directa sino que también hay portales de compra/venta. Además se pueden donar para una buena causa, agrega Buschmann.
El teléfono viejo que guarda en el cajón aún se puede vender. (DPA)
Existen opciones similares para computadoras de escritorio y laptops. Si no está seguro de que el dispositivo aún funcione hay centros de reciclaje a los que se puede recurrir y estos luego llevan los aparatos viejos a organizaciones sociales, señala el especialista ambiental.
Los smartphones, tabletas y ordenadores de escritorio son siempre bienvenidos, señala Stefan Ebelt, jefe de la organización ambiental alemana Reuse.
"Pero es mejor que los aparatos estén completos, que se entreguen con la fuente, la batería y el disco duro. En muchos aparatos viejos a veces es difícil conseguir esos repuestos, y además, la instalación es costosa, señala. "Vemos una y otra vez que la gente quita el disco duro por un tema de privacidad de datos", agrega Ebelt.
Según Christof Windeck de la revista "c't", es comprensible este cuidado de los usuarios con sus datos confidenciales. Por lo tanto, es importante sobreescribir varias veces el disco duro con datos aleatorios.
"Hay software apropiado para hacerlo. Para aquellos que aún no se sientan seguros de haber eliminado todos los datos tienen la opción de desarmar la placa y destruirla, como así también la memoria USB.
No es necesario guardar todos los cables. Sus componentes pueden ser utilizados de otra manera. (DPA)
Especialmente los discos duros registran una fuerte pérdida de valor. "Un disco de medio terabyte aún es aceptable, pero discos más pequeños de 128, 160 o 250 gigabytes solo tienen un valor limitado", explica Windeck.
"Pueden ser reutilizados para copias de seguridad", agrega el experto, que enfatiza que es mejor tener varias copias.
Mienttas que un módulo de memoria RAM se puede vender a un buen precio, conseguir un buen precio para un cable ya es más difícil, señala Windeck. Podemos quedarnos con los cables USB, sobre todo el 3.0, y con los cargadores. Casi siempre se necesitan y las versiones más baratas se rompen a menudo, indica.
Los cables de impresoras antiguas y los adaptadores se pueden descartar. Son artículos muy baratos que vienen directamente de China. "Prácticamente no tienen valor", asegura Windeck.
No es conveniente guardar cables, adaptadores y dispositivos, recomienda Georg Abel, quien integra una organización de protección a los consumidores.
"Es importante tener en cuenta que los aparatos contienen materias primas valiosas que se pueden volver a utilizar", enfatiza Abel.
Por eso, antes de eliminar cualquier dispositivo, hay que hacerse siempre la pregunta: ¿si a mí no me sirve, a quién le puede servir"?.
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