El sistema crediticio es al hombre lo que la deuda es al planeta tierra. Vivimos preocupados, estresados y hasta enfermos por tener alguna deuda. Lo que nadie nos ha contado es sobre las deudas con intercambios de energía que van de un lugar a otro, y que pueden o no implicar dinero. En este artículo te contaré tres cosas que no sabías acerca de las deudas en tu vida, para que aprendas a vivir un poco más en armonía financiera con lo que debes… sea poco o sea mucho.
Ya sea por malas experiencias o por rumores no comprobados, la gran mayoría de las personas viven con miedo al dinero. Al menos eso lo indican las estadísticas donde solo el 1 % de la población del planeta parece saber manejar cantidades realmente grandes. Cada industria se sostiene sobre un valor universal, y el sistema financiero se maneja sobre la confianza.
La palabra confianza significa “fe implícita”, ya que muchas veces implica el intercambio de dinero sobre cosas que aún no pertenecen al terreno de lo tangible. Cada acreedor tuyo ha hecho un depósito de fe en ti, al prestarte dinero. En el caso de los bancos, si no eres fiable (es decir, no hay evidencias sobre las cuales tenerte fe), entonces, te piden un fiador (alguien fiable) o una fianza (prueba de fe).
Credibilidad
Toda la gran revelación que seguro significa lo antes explicado se complementa con esta palabra, que también es un valor y tiene que ver son ser creíble. Una empresa o una persona con credibilidad es alguien que da elementos claros y medibles de ser responsable. A veces creemos que necesitamos dar grandes evidencias, pero en lo simple siempre se ve más claro.
Solamente a las personas con credibilidad se les aprueban los créditos. Así que si tú tienes un crédito por pagar, o incluso una tarjeta de crédito, felicítate por ser alguien con credibilidad. La pregunta que debes hacerte, y que marcará la diferencia, es ¿para qué pides crédito? En el mundo corporativo, un índice saludable de crédito es de 30 %, porque se asume que el dinero de otros se está utilizando para crecer. Utiliza tu credibilidad para crecer, no para hundirte.
Solvencia
Hace un tiempo, una de mis alumnas del Máster en Armonía Financiera me preguntaba cómo podía ella aprender a ver el proceso de salir de deudas desde una perspectiva positiva y empoderadora. ¡Fácil! Es ver el proceso como una creación de solvencia.
La solvencia es una palabra que pocos utilizan, pero que eleva automáticamente el autoconcepto de quienes están saliendo de deudas. Yo personalmente no recomiendo cortar tarjetas de crédito ni cortar relaciones crediticias con los bancos, porque tu línea de crédito siempre es un aval de credibilidad.
Si eres de los que apenas terminan de pagar una tarjeta de crédito y ya mismo comienzas a endeudarte, es hora de revisar tu relación con el dinero. Es posible que estés utilizando la soga para ahorcarte, no para impulsarte. Vivir en armonía financiera es saber gestionar la deuda como una energía de expansión consciente. Aquí y ahora.
Información tomada del portal web Inspirulina.
FUENTE: INSPIRULINA