Cuando no funciona la química entre el jefe y su equipo, esto estresa a todos los empleados. Además, suele tener un efecto negativo en el desempeño. Por eso, los jefes deberían intentar valorar a sus subordinados y manifestarles su confianza, ya que este trato siempre arroja mejores resultados.
Un grupo de investigadores de Inglaterra evaluó una serie de estudios sobre la calidad de las relaciones entre el jefe y sus empleados. Todos los estudios señalaron que una buena relación tiene efectos positivos en el rendimiento: los empleados hacen más propuestas de mejoras y apoyan a otros colegas en sus tareas. Pero, ¿cuál es la mejor forma en la que los jefes pueden expresar su valoración?
- Elogios: Los jefes deben expresarse de forma positiva sobre sus empleados y su trabajo. Si algo salió bien, es conveniente un elogio y explicar por qué fue bueno el trabajo. Esto motiva.
- Críticas constructivas: La mayoría de los empleados también agradece las críticas cuando son constructivas. Pero es importante que la crítica vaya acompañada de una propuesta sobre cómo mejorar una tarea determinada en el futuro.
- Claridad en las tareas: En empresas que cambian rápidamente es importante que los empleados tengan en claro su papel y sus tareas. Siempre es más motivador saber qué se espera de uno.
- Autonomía: Los empleados valoran cuando el jefe les permite decidir por sí mismos. Los empleados que no gozan de ninguna autonomía se sienten menos motivados.