La captura de dos exmilitares venezolanos dedicados al narcotráfico fue anunciada por el ministro de Justicia y Paz Gustavo González López, quien detalló que uno de los criminales es buscado por la Interpol.
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Se trata de Vasily Kotosky Villarroel Ramírez, quien lidera el cartel los 40 y, además, funge como legitimador de capitales del cartel de Sinaloa, de México.
El ministro venezolano detalló que Villarroel Ramírez “está vinculado con el narcotraficante Frank Tello, apresado actualmente en EE UU, junto al cual trasladaban cocaína desde Colombia a México y luego ingresaban a territorio norteamericano”.
El otro detenido es Robert Alexander Pinto Gil, quien estaba prófugo de la justicia desde 2012.
Pinto Gil es acusado de ser el líder de una banda de narcotráfico que opera en Venezuela, específicamente en los estados Anzoátegui y Sucre, al oriente del país.
Ambos detenidos pertenecían a las filas de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada). "Vasily Kotosky Villarroel Ramírez, de 43 años de edad, se encontraba solicitado desde octubre de 2008 (...) con carácter internacional, por dirigir una organización delictiva dedicada al tráfico ilícito de drogas", informó el comandante general de la GNB, Néstor Reverol.
Villarroel, excapitán de la GNB, es señalado además "por permitir y hacer enlaces entre carteles mexicanos y carteles colombianos", según aseguró Reverol acompañado del comandante nacional antidrogas de ese cuerpo, Héctor Hernández.
Reverol informó también de la detención del exteniente Robert Alexander Pinto Gil, de 32 años de edad, quien según el mayor general "organizaba bandas dedicadas al tráfico ilícito de drogas que operaban entre el estado Carabobo (centro) y el estado Anzoátegui (este)".
Pinto, según relató Reverol, fue detenido en 2010 tras la incautación de 336 kilos de cocaína, una aeronave y fue recluido en un centro penitenciario del que se fugó dos meses después.
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