MIAMI.- A pesar de contar con más de 160.000 especies en todo el mundo, las mariposas y polillas han mantenido su genomas casi iguales, en comparación con su último ancestro común hace más de 250 millones de años, descubrió una reciente investigación.
Las mariposas y las polillas son insectos polinizadores que pertenecen a la familia de los lepidópteros, y representan el 10% de estas especies de animales que funcionan como un factor importante para la estabilidad de los ecosistemas.
El estudio realizado por investigadores del Instituto Wellcome Sanger y científicos de la Universidad de Edimburgo, en Reino Unido fue publicado en la revista Nature Ecology and Evolution, y revela que esta perdurabilidad ha existido pese a la diversidad en los patrones de alas, tamaños y formas de orugas que se observan en la actualidad.
La investigación forma parte del proyecto Darwin Árbol de la Vida, que tiene como objetivo secuenciar genéticamente las casi 70.000 especies de Gran Bretaña e Irlanda. Además contribuye al proyecto BioGenoma de la Tierra, cuyo propósito es tener la secuencia del código genético de las 1.6 millones de variedades catalogadas en el planeta.
El análisis
Para comprender mejor su proceso evolutivo, el grupo de científicos, liderado por Max Blaxter, director del programa Tree of Life en el Instituto Wellcome Sanger, comparó 210 genomas de mariposas y polillas de alta calidad cromosómica.
Destacaron que los genomas de esta familia de lepidópteros se derivan de 32 grupos de enlace ancestral, denominados como “elementos merios”, los cuales reciben su nombre en honor a la entomóloga alemana Maria Sibylla Merian, pionera durante el siglo XVII.
Los hallazgos mostraron que estos elementos merios han permanecido prácticamente intactos a lo largo de 250 millones de años de evolución y diversificación, aunque ocho linajes sufrieron una amplia reorganización.
Reorganización a través de la fisión y fusión
Los investigadores explicaron que dicha reorganización puede ocurrir a través de numerosas fisiones, que se presentan cuando un cromosoma se divide, y las fusiones que suceden cuando estos se unen.
Aclararon que estos insectos por lo general cuentan con 31 cromosomas, pero existen algunas especies que en la actualidad muestran una variación en este número. Durante el estudio, fuera de una única fusión entre dos cromosomas que dio lugar a esta cantidad, la mayoría de los genomas de las especies de ahora corresponden directamente a estos elementos merios ancestrales.
Por otra parte, descubrieron que no sólo los cromosomas eran estables, sino que el orden de los genes dentro de ellos también era permanente.
Mejorar esfuerzos de conservación
Manifestaron que estos hallazgos revelan los secretos que existen detrás de las limitaciones sobre la evolución de los insectos y brindan información sobre los factores que le permitieron a las ocho especies mencionadas reordenar de manera tan drástica su ADN.
Los autores del estudio esperan que sus descubrimientos aporten información valiosa que ayude a entender mejor a esta familia de insectos y conduzca a investigaciones para la adaptación y conservación de estas especies que son indispensables para la biodiversidad del planeta.
“Estos conocimientos pueden informar y mejorar los esfuerzos de conservación al guiar estrategias específicas, monitorear la salud de los ecosistemas, adaptarse al cambio climático e incorporar información genética en iniciativas de conservación más amplias”, enfatizaron.
Los investigadores continuarán esforzándose por secuenciar las 11.000 especies europeas de mariposas y polillas como parte del Proyecto Psyche lanzado recientemente.
@Lydr05
FUENTE: Con información de la revista Nature Ecology and Evolution y EuropaPress