MADRID.- En los años de crisis, el mercado del arte parecía inmune a cualquier turbulencia: los precios no dejaban de subir y los récords se sucedían pese a las cifras macroeconómicas adversas. Pero en 2016 se ha frenado esa tendencia, con una caída de la facturación global y subastas en las que ninguna pieza ha superado los 100 millones de dólares.
¿Ha llegado la desaceleración que diagnosticaba en su “Art Market Report” de este año la feria de arte TEFAF de Maastrich? En 2016 la facturación ha caído un 7 por ciento frente a los 63.000 millones de dólares de 2015, señala el servicio de asesoramiento de arte del banco BNP Paribas.
¿El motivo? La incertidumbre político-económica a nivel internacional que invita a los inversores a la prudencia y a la espera, señalan los analistas. El Brexit ha abierto por ejemplo muchos interrogantes en el mercado del arte, que tiene en Reino Unido uno de sus principales núcleos.
En las subastas de las grandes casas de remates Christie's y Sotheby's, ninguna obra cambió este año de manos por más de 100 millones de euros, como sí ocurrió en 2015. La más cara vendida este año fue “Meule”, de Claude Monet, que alcanzó los 81,5 millones de dólares, seguidas de piezas de De Koonig, Picasso, Rubens, Basquiat, Modigliani o Munch. El arte latinoamericano marcó un récord con la venta privada de una pintura del mexicano Diego Rivera por 15,7 millones de dólares.
Los clásicos modernos y el arte de posguerra siguen siendo los grandes demandados en el mercado, mientras los coleccionistas se han vuelto mucho más selectivos en un marco de incertidumbre, apunta Philip von Württemberg, responsable de Sotheby's en Europea.
Otro de los problemas es la escasez de obras de gran valor en venta. Con los bajos tipos de interés, a muchos coleccionistas no les interesa recuperar “cash” para hacer otras inversiones dada su baja rentabilidad, señala Von Württemberg.
Este año “de transición” del mercado, ha dejado también grandes exposiciones, conmemoraciones y la consolidación de la tendencia del boom de las ferias de arte. Según la revista “Forbes”, en la actualidad hay 60 eventos internacionales de este tipo, frente a las 10 de hace una década, un fenómeno que es aún mayor a nivel local y nacional.
La gran conmemoración artística de 2016 fue el quinto centenario de la muerte de Hieronymus Bosh, El Bosco, el pintor medieval más famoso de Holanda, que protagonizó la mayor retrospectiva de la historia en su ciudad natal 's-Hertogenbosch y una gran muestra en el Museo del Prado de Madrid. Ambas batieron todos los récords de visitantes.
También se conmemoraron los 150 años del nacimiento de Kandinsky, el padre de la abstracción lírica y el expresionismo, y el centenario del nacimiento del dadaísmo en Zúrich, ese arte que consistía en romper todas las reglas.
Entre las grandes exposiciones del año, Picasso volvió a ser el centro de las miradas en Londres y París, la pintura más intimista de Renoir llegó a Madrid, Caravaggio fue redescubierto en Londres, Malevich aterrizó por primera vez en Sudamérica con una gran retrospectiva en Buenos Aires y Toulousse-Latrec volvió a verse en México después de 72 años.
Warhol inauguró la temporada del Guggenheim de Bilbao, mientras en Alemania se vio este año mucho arte español, con una amplísima muestra del Siglo de Oro en Berlín o una exposición de obras de gran formato de Miró en Fráncfort.
El MoMa de Nueva York volvió a cruzar fronteras del arte con un guiño al cine, celebrando el 90 aniversario del actor Jerry Lewis y dedicando homenajes al cineasta español Pedro Amodóvar y al actor Tom Hansks.
La instalación artística de la que más se habló en 2016 fue sin duda “The Floating Piers” del estadounidense Christo: más de 1,2 millones de personas visitaron sus embarcaderos flotantes sobre el lago Iseo, en Lombardía, y caminaron sobre las aguas hasta las islas situadas dentro del lago italiano.
En otra gran instalación, el artista francés JR hizo desaparecer la icónica pirámide de cristal frente al Museo del Louvre de París con un efecto óptico.
Otra de las muestras más espectaculares del año fue la reconstrucción de tesoros de la Antigüedad destruidos en Siria e Irak por la milicia terrorista Estado Islámico (EI) en el Coliseo de Roma. Italia y la Unesco, además, crearon además un equipo para rescatar arte de zonas de guerra o desastres naturales, una especie de “cascos azules de la cultura”.
Y es que los eventos políticos volvieron a estar muy presentes en el arte en 2016, con los mensaje de paz de Yoko Ono que llenaron la Ciudad de México, la obra de Fernando Botero apoyando la paz en Colombia o la muestra "Why I Want to Fuck Donald Trump" en Nueva York, que no pudo evitar sin embargo la elección del magnate a la presidencia de Estados Unidos.
Entre los artistas más contestatarios destacaron una vez más el misterioso Banksy y el chino Ai Weiwei, que protestaron contra la política migratoria y de asilo de varios países de la Unión Europea. El deshielo entre Cuba y Estados Unidos también llegó al arte, con el desembarco de artistas cubanos en Washington.
Mientras, el mundo de los museos cuenta desde este año con nuevos espacios, como el Museo Nacional Afroamericano en Washington, el Museo del Diseño de Londres o el “MetBreuer”, una nueva delegación del Met neoyorquino. La Tate Modern londinense realizó una amplia remodelación mientras el “Braccio Nuovo” de los Museos Vaticanos reabrió sus puertas tras siete años de restauración.
Los grandes premiados en 2016 fueron la artista plástica británica Helen Marten , ganadora del premio Turner, mientras la argentina Marta Minujín ganó el Velázquez de Artes Plásticas.
El foco policial del mercado artístico estuvo en este año en Italia, donde se descubrieron los lienzos de Van Gogh robados hacía 14 años, que estaban en manos de la Camorra. El robo más espectacular ocurrió en Madrid, donde cinco obras de Francis Bacon valorados en al menos 30 millones de euros, fueron sustraídas de un domicilio privado.
Y el mundo del arte también lloró en 2016 la muerte de la reina de la curva de la arquitectura, la angloiraquí Zaha Hadid.
FUENTE: dpa
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