El licenciado en Educación Alfredo Hernández se inspiró en la situación social de Cuba, su país natal, para escribir el libro La carreta de la libertad, que recrea las aventuras de un balsero que en la década del ´90 decide lanzarse a una aventura marítima para llegar a Miami, tierra de libertad para los cubanos.
¿En qué se inspiró para escribir La carreta de la libertad?
Fue inspirado en anécdotas de amistades que intentaban salir del país en forma clandestina, utilizando rudimentarias balsas para intentar cruzar el peligroso estrecho de la Florida, y otras que en más o menos precario éxito, contaban la travesía en sus cartas. Otro factor que me inspiró en la fusión de esta novela fue el deterioro social, en el que se sumergía el cotidiano vivir de la población y resultaba el motor impulsor a toda esa locura de aventurarse, sin los más mínimos conocimientos de marinería a cruzar la tenebrosa corriente del golfo de México.
¿Cómo definiría esta obra?
Como una novela de aventura oceánica, donde el coraje, la intrepidez y las ansias de libertad se sobreponen a la contante amenaza del inhóspito mar; de enfrentarse a lo desconocido, y donde el hombre, ante circunstancias extremas, saca lo mejor de sí. Es una verdadera novela de aventura llena de sucesos reales, trágicos y heroicos, con algunos toques de humor y llena del sabor criollo cubano.
¿Tal vez la travesía en balsa representa la situación que a diario viven los cubanos en la isla?
Definitivamente sí. La travesía del balsero está dada por su precaria situación económica, que no es más que la imposición de un sistema unipersonal imperante en la isla.
¿A más de 20 años de escribirse esta novela, cree que la situación en Cuba ha mejorado o empeorado?
Creo que la situación se agrava y no se encuentra una verdadera salida a la realidad agobiante que vive la población cubana.
En su opinión, ¿cómo sintetizaría la novela?
La carreta de la libertad fue escrita con mucha pasión y está llena de situaciones vividas en los años ´90. En ella se detalla la tenacidad y valor del balsero solitario, que en una rudimentaria balsa se enfrenta a la adversidad del mar, la tenebrosidad de la noche y situaciones escalofriantes con sucesos insólitos, así como batallas desiguales contra feroces tiburones y otras bestias marinas.
Junto con la novela, que describió como un texto de desahogo, también lo acompañó con un poemario titulado Más que el corazón, en el que refleja alguna de sus vivencias, desde la juventud hasta la adultez.
¿Qué temática define la línea de este poemario?
Es una recopilación de poemas de amor escritos en mis años mozos, algunos llenos de nostalgia por alguna ilusión perdida, un desengaño o una traición. Otros son de corte familiar, espiritual o para alguna amistad. Dentro de este poemario he incluido una muestra de mis pinturas al óleo, dándole colorido y algo de belleza a mi noble prosa o verso libre.
¿Cuál fue su musa inspiradora?
En el más alto por ciento, mi inspiración siempre ha sido la mujer. Cada vez que comenzaba una relación o alguna dama flechaba mi atención, le dedicaba un poema y les entregaba los escritos, quedándome sin mucho de ellos.
¿Se define más como un autor de poesía o de prosa?
Realmente me considero un autor de versos libres. Para la poesía en prosa hay que ser muy cuidadoso, y yo solo escribo inspirado en lo que el corazón me dicta.
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