miércoles 27  de  noviembre 2024
MODA

Chanel pasea a la mujer a orillas del mar, Louis Vuitton la lanza al futuro

Chanel organizó un desfile como un invierno aterciopelado junto al mar, con grandes sombreros de playa, vestidos anchos y confortables camisones

PARÍS.- La casa Chanel organizó un desfile como un invierno aterciopelado junto al mar, con grandes sombreros de playa, vestidos anchos y confortables camisones.

El desfile giró en torno al tema de la escapada de fin de semana, ilustrado en pantalla grande por un diálogo en blanco y negro de cierta intensidad erótica entre Brad Pitt y Penélope Cruz y que termina con la reserva de una habitación en un hotel.

"Una colección concebida como un homenaje a Deauville, ese lugar mítico donde Gabrielle Chanel encontró su destino", explicó la directora artística Virginie Viard en sus notas del desfile.

Accesorio estrella de Chanel

Fue en Deauville, una elegante estación balnearia del noroeste de Francia a orillas del Canal de la Mancha, donde Gabrielle Chanel abrió en 1912 su primera boutique donde vendía un accesorio muy apropiado en la ventosa Normandía... el sombrero de playa.

Este accesorio fue la estrella de este desfile otoño-invierno 2024/2025, usado por la mayoría de las modelos, en versión blanco inmaculado o rosa empolvado, siempre con bordes extra anchos, levantados en la parte superior y decorados con elegantes joyas plateadas.

La paleta de la colección también fue inspirada por los tonos vivos o pastel, desde rosa, malva, naranja y azul pálido hasta los cambiantes colores del cielo de Deauville.

Los vestidos de lencería marfil suceden a los conjuntos románticos, vestidos de muselina con volantes, que evocan por su ligereza el movimiento de las olas o del viento.

La supermodelo Gigi Hadid desfiló con un discreto conjunto de falda y suéter negro, lazo Chanel en el cabello y una hábil cascada de collares estilo años 20' en oro alrededor del cuello.

Virginie Viard también ofreció a sus clientas gabardinas con hombros anchos. Largos abrigos ceñidos sobre trajes de tweed, a veces en versión pantalones cortos, pantalones de peto o con sujeciones en la parte posterior.

"Deauville tiene ese lado eterno, desde hace 66 años que voy no ha cambiado mucho", observó al margen del desfile la diseñadora de moda Inès de la Fressange, quien durante mucho tiempo fue musa de la casa.

Naomi Campbell, Vanessa Paradis o la cantante Rachel Zegler ocuparon los asientos de primera fila de este espectáculo muy cinematográfico.

Looks futuristas

Louis Vuitton desfiló por la noche. Cerca de 4.000 invitados vinieron a presenciar en el patio del Louvre el show de aniversario de los 10 años del diseñador Nicolas Ghesquières en Vuitton, quien dejó una nota de agradecimiento en cada silla dirigida al jefe del grupo, Bernard Arnault, quien, por coincidencia de calendario, celebraba ese mismo martes sus 75 años.

Los looks futuristas y llamativos dieron lugar a vestidos muy metalizados, desde un atuendo completamente dorado o plateado a abrigos de piel imponentes, con una colección de muñequeras y mitones invernales para calentarse las manos en los días más fríos.

El sombrero también se robó el protagonismo, en una versión de gorro gris y negro, una reinterpretación del muy político pussy hat, símbolo feminista llevado en versión de punto y de color rosa por las opositoras a Donald Trump y a la política antiaborto.

En Miu Miu, la hermana pequeña fantasiosa de Prada, los invitados vinieron vestidos con la colección anterior, piernas desnudas y principalmente en calzoncillos y trajes de baño, a pesar de los 11° C afuera.

Elenco iconoclasta

El vestuario invernal 2024/2025 de la diseñadora Miuccia Prada recibió un impulso iconoclasta, en naranja y azul claro en faldas muy amplias y estructuradas llevadas sobre medias de colores llamativos, moradas o rojas.

La diseñadora había pensado en un elenco igualmente iconoclasta que daba protagonismo a sexagenarias elegantes, desde la actriz Kristin Scott Thomas hasta Ángela Molina.

Finalmente, Lacoste decidió regresar a sus raíces desfilando por primera vez en Roland Garros.

La marca de ropa de tenis, que gusta tanto a las jóvenes de clase acomodada como a los adeptos de la cultura hip-hop, propuso un guardarropa moderno y burgués, pero con guiños al vestuario callejero, desde el enorme chaleco de rapero gangsta hasta la falda plisada para una partida de dobles.

FUENTE: AFP

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