MIAMI.-WILMA HERNÁNDEZ
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El reconocido modisto venezolano trae sus diseños vanguardistas y elegantes de París a las femeninas miamenses
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Luego de consolidar su carrera durante casi dos décadas en Europa, el diseñador venezolano Oscar Carvallo se instala en Miami para retomar sus raíces y penetrar en el mercado estadounidense.
“Quería volver a conectarme con mi cultura y sobre todo el mercado americano, y Miami me pareció la ciudad ideal para hacerlo. Aquí está mi familia, mis amigos, el sol y la playa”.
El modisto abrió las puertas de su atelier a DIARIO LAS AMÉRICAS, y expuso su recorrido por el mundo de la moda, que inició en su tierra natal y luego continuó por Milán y París, para hoy anidarse en la llamada “capital de Latinoamérica”.
Algunas de las creaciones del diseñador Oscar Carvallo decoran su atelier en Miami. (ÁLVARO MATA)
Sobre Hero, su nueva colección ready-to-wear (lista para vestir), la primera que no dedica a la alta costura, comentó que fue ideada para la mujer miamense e inspirada en sus diseños parisinos que conforman cuatro colecciones couture.
“Hicimos la traducción de la alta moda al ready-to-wear. La adaptamos para que tuviera formas más comerciales, un poco de la calle también, que ya no es el vestido gala, o de alfombra roja, o de matrimonio que usualmente hacemos en la alta costura”, indicó.
Su creatividad se nutre de la madre naturaleza, inspirándose en la biodiversidad del mar Caribe con una de sus propuestas para primavera-verano, La Femme Poisson (La mujer pez), que cautivó la semana de la alta moda en el Paris Haute hace dos años.
(ÁLVARO MATA)
También incorpora en sus diseños el arte cinético de su paisano Carlos Cruz-Diez, reflejado en Eagle Eyes, colección inspirada en los pájaros.
Cada pasarela lleva el toque de un pintor, escultor o grafitero, pero la que mostró el arte de Cruz-Diez durante la Semana de la Moda en París ha marcado su trayectoria.
“Es un artista con un concepto del arte cinético sumamente fuerte, y es muy conocido a nivel mundial. Creo que el color en la pasarela fue lo que causó más impacto”, expresó.
Para este artista de la alta costura, lo más fascinante del mundo de la moda es precisamente ese momento culminante en el que sus diseños arropan a las modelos en los desfiles, luego de largos meses de arduo trabajo creativo.
“Cuando ves a todas las modelos, que son las mujeres con los cánones de belleza que soñamos para la marca, aunque es un poco irreal, un poco surrealista porque es un idealismo, creo que eso es lo más sublime de la moda, cuando ves el trabajo realizado en la pasarela”, expresó.
Del ámbito que prefirió luego de graduarse como abogado, dice haber aprendido a conocerse mejor, crecer como artista y definir la esencia de la marca, cuya primera musa inspiradora fue la mujer venezolana.
“Creo que es un concepto vanguardista, único. No nos parecemos ni a Chanel ni a Dior, ni a Valentino. Oscar Carvallo tiene una identidad muy particular que reconoces cuando ves un traje Oscar Carvallo”.
De cada lugar que ha albergado sus creaciones se ha llevado algo. De los italianos, aprendió a conceptualizar las colecciones, los materiales y las telas, mientras que de los franceses tomó el glamour y la simplicidad. Y ahora trae esa peculiar mezcla a las féminas de Miami, a quienes aconseja evitar caer en la vulgaridad y buscar la elegancia en el vestir.
“De los franceses aprendí la elegancia sin tanta extravagancia. Aunque yo soy bastante extravagante. O sea, para los franceses soy extravagante y para los latinos soy simple”, expresó.
Aunque pudiera parecer contradictorio, es cuestión de la variedad del gusto en las diferentes culturas.
“El gusto francés es muy diferente al italiano o al latinoamericano, que es muy parecido al de las árabes”, indicó el modisto, que también ha vestido las siluetas femeninas de Líbano y Qatar.
Su andar por esos lares le ha permitido observar más allá de las tallas.
“A la latina y la árabe le gusta ser el centro de atención, y la francesa odia serlo. La francesa quiere pasar como inteligente y elegante”, expresó.
“La mujer latina quiere ser objeto de deseo del hombre, la francesa quiere ser igual que el hombre. Decirle a una francesa que es bella no es un piropo, puede ser una ofensa, porque considera que le estás diciendo que no es inteligente”, agregó.
De su próxima colección, que presentará en febrero en Miami, adelantó que está inspirada en la manera de amar de los italianos, los franceses, los árabes y los españoles.
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