Iván Acosta es uno de los artistas que más ha contribuido a la cultura cubana en Nueva York. Dramaturgo, escritor, compositor, productor musical, director de cine y teatro, hace más de cinco décadas que sus creaciones viven entre dos islas: Manhattan y Cuba, de donde escapó en 1961. Pero Cuba jamás ha escapado de él.
En 1972, junto a otros artistas e intelectuales, fundó el Centro Cultural Cubano de Nueva York. Su célebre pieza teatral El Súper se convirtió en 1979 en la película más significativa hecha por cubanos en el exilio, conquistando más de veinte premios internacionales.
Varios de sus documentales se ocupan de los ritmos musicales de su país: Cómo se forma una rumba, 50 years of Mambo in the USA, y Cándido, manos de fuego. Todos con un extraordinario trabajo investigativo. Sus 15 piezas teatrales hablan de Cuba. Nueve de ellas publicadas por importantes editoriales. Su libro, Con una canción cubana en el corazón, sobre portadas de discos cubanos de acetato, saldrá este año.
Guantánamo es una historia que escribió tres décadas atrás y que ahora intenta rodar en Cuba.
“Está basada en varios relatos reales, hilvanados en un solo argumento. Sucede entre los años ‘80 y ‘90, antes y después del Periodo Especial decretado por el gobierno castrista en Cuba. El protagonista fue militante y defensor de los principios revolucionarios, que va evolucionando hasta llegar a algo inesperado”, adelantó a DIARIO LAS AMÉRICAS.
El guión, producto de la larga espera, ha pasado por una metamorfosis.
“El primero lo escribí hace más de 30 años. Luego lo fui desarrollando hasta la última versión que terminé recientemente. En 1984 teníamos casi todo listo para rodarla en República Dominicana, pero con los productores, Marcelino Miyares y Camilo Vila, llegamos al acuerdo de filmar primero Amigos, que estrenamos en 1985. Pero Guantánamo no la hicimos por falta de capital”, comentó.
Amigos, la otra cara de Scarface
En la portada de The Miami Herald apareció el siguiente titular en 1985: Amigos the other face of Scarface.
“Entonces la temática del Mariel me llamaba mucho la atención. Cuando en 1983 apareció Scarface (de Brian De Palma) me molesté mucho, pues presenta a todos los marielitos como gánsteres, asesinos, violadores, drogadictos sin escrúpulos. Amigos plantea la hermandad y la bondad del cubano. Denuncia los atropellos en las prisiones políticas de Cuba, el sufrimiento de los Marielitos al ser rechazados por sus compatriotas por el temor creado por la propaganda del régimen, al enviar a miles de enfermos mentales y criminales peligrosos entre las familias decentes que huían hacia la libertad. Tiene un argumento profundo y humano. Y como mi estilo es combinar el drama con toques de humor, la gente se divierte mucho y a la vez se llevan un mensaje dramático”, recordó.
Cuba, un constante éxodo
Para Acosta los diversos éxodos cubanos siempre han servido de válvula de escape para evitar una explosión popular.
“Han sido tantos éxodos. Camarioca, los Vuelos de la Libertad, las visas Waiver, la toma de la Embajada del Perú, el Mariel, el fenómeno de los balseros, los cubanos que intentan llegar a través de Ecuador, Costa Rica, México. Es muy triste ver como la población de un país busca cualquier medio para escapar de una situación miserable y patética. Muchos salvamos nuestras vidas mientras el régimen sigue ultrajando la nación”.
Varias de sus obras (El Súper, Rosa y el ajusticiador del canalla, Cuba: Punto X) fueron primero escritas como obras teatrales y luego llevadas al cine. Pero Guantánamo nació como guión cinematográfico.
Hace dos años, para homenajear el día del Teatro Cubano en el Exilio, trajo al Miami Dade County Auditórium Cuba: Punto X, una mirada al posible futuro de la isla. La obra se presentó con éxito en Nueva York y obtuvo 10 nominaciones y seis premios, incluyendo, los premios ACE, H.O.L.A. y ATI como mejor dirección y mejor actuación.
“Cuba: Punto X podría ser muy buena película. Pero siento que Guantánamo posiblemente logre ser mi mejor pieza creativa en todos los géneros”, reveló.
Filmar Guantánamo en Guantánamo
Guantánamo ocurre en la provincia cubana de igual nombre y está ligada a la base naval estadounidense que allí se encuentra. Para Acosta, ésta es su locación ideal, pero todo depende de que el gobierno cubano le autorice.
“Ya comenzamos los trámites para obtener los permisos para filmar en Cuba. Si nos aprueban y no nos quieren censurar, filmaríamos toda la película en territorio cubano. Sería el primer largometraje de ficción hecho por cubanoamericanos en la isla. Deseamos trabajar con nuestros hermanos artistas y técnicos que allí viven. Ya veremos si la tan cacareada apertura nos beneficia a todos: a Cuba, para decirle al mundo que sí hay apertura, y a nosotros, que como cubanos deseamos y tenemos el derecho de poder filmar en nuestro país. Si nos niegan el permiso, entonces iríamos a otros sitios similares a los paisajes nuestros. Pero mi mayor deseo es que en el otoño del presente año estemos filmando Guantánamo en Cuba”.
Un romance muy especial
Por estos días ha regresado al proyecto de Guantánamo, con el que dice tener un romance muy especial.
“Todos los años sacaba el guión y me imaginaba como luciría en la pantalla grande. Hace un año decidí volver a lanzarme a producirla. Me reuní con el presidente de FIU, Modesto Maidique, con los productores Marcelino Miyares y Camilo Vila. Recientemente se han incorporado a la producción los expertos contadores Lenny Gravier y Alex Gravier. Y el proyecto echó nuevas alas y vuela vertiginosamente”.
En agosto de 1961, Acosta escapó de Cuba con sus padres y su hermana, junto a otros 21 cubanos. Pero la experiencia de su fuga no está plasmada en Guantánamo.
“Esa es otra película. Salimos en un barco que fue desviado hacia Jamaica, donde estuvimos hasta que en noviembre nos dieron asilo político en Estados Unidos. Luego de dos semanas en Miami, a través del refugio nos trasladamos a Nueva York, en donde he vivido toda mi vida en el exilio, más de 50 años. Son dos historias diferentes. El único paralelo es que son dos fugas hacia la libertad”, precisó.
Según su creador, se trata de “un drama al estilo neorrealista italiano, con pinceladas de humor negro y mucha música campesina y popular cubana”.
Acosta nació en Santiago de Cuba y vivió en La Habana los últimos cinco años antes de salir de Cuba. “Como decía una vieja canción, ‘La Habana, el que no la ve, no la ama’. Nueva York nos dio refugio y es una ciudad de mucha magia, que nunca para de cambiar. A pesar de vivir aquí tanto tiempo, todos los días me sorprende y me enamora más. Es como un gigantesco marcapasos. I love New York”, expresó.
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