viernes 14  de  noviembre 2025
TV Y MEDIOS

Nixon y Elvis, frente a frente

 

Se trata de Elvis & Nixon, una comedia sobre la historia nunca contada del encuentro en 1970 entre la estrella del rock y el mandatario conocido por el escándalo Watergate, el que significó su renuncia

LOS ANGELES.-dpa

No hay imagen más solicitada en los Archivos Nacionales de Estados Unidos que la del presidente Richard Nixon con el Rey del Rock N' Roll, Elvis Presley, una fotografía que sigue dando de qué hablar y sobre la que se ha construido un largometraje curioso, divertido y con el más presidenciable de todos los actores actualmente, Kevin Spacey. 

Se trata de Elvis & Nixon, una comedia sobre la historia nunca contada del encuentro en 1970 entre la estrella del rock y el mandatario conocido por el escándalo Watergate, el que significó su renuncia. Spacey menoscaba aún más la figura de Nixon en esta cinta dirigida por Liza Johnson y que se mofa de la situación, del momento en que Presley solicitó un encuentro con el mandatario para convertirse en un agente encubierto para el Gobierno. Un chiste pero totalmente cierto. 

El cantante se presentó en los jardines de la residencia presidencial en Washington a las 6 de la mañana para solicitar el encuentro, y partir de ahí se va desarrollando el curioso relato. Las intenciones de Presley, interpretado por Michael Shannon, son las de luchar contra el comunismo y el narcotráfico en un momento marcado por el descontento por la Guerra de Vietnam, sin que Nixon conociera al mito musical en cuestión antes de su encuentro en 1970. 

Sus asesores le convencen de usar la inmensa popularidad del cantante para mejorar su imagen con los votantes más jóvenes, un encuentro al que Richard Nixon accede y que es, cuando menos, grotesco, por el comportamiento de divo de Presley y por la torpeza de Nixon en su forma de reaccionar ante los exabruptos de la estrella del rock. 



Para Spacey se trata de un escenario conocido, puesto que lleva cuatro temporadas a cuestas de House of Cards, la galardonada serie de HBO, haciendo de un presidente corrupto que usa todas las armas en su poder para llegar hasta el despacho oval de la Casa Blanca. 

Ese retrato de los políticos de Washington no ha hecho más que empeorar la imagen que el público estadounidense tiene de sus mandatarios y esta cinta de Johnson tampoco ayuda en demasía. Nixon aparece como un ignorante y oportunista que tiene que pedir informes sobre Presley por no saber nada de él y que se deja tomar el pelo por la estrella. 

Incluso el portal Buzfeed ha usado el trailer para dar consejos sobre lo que no se debe hacer en una visita a la Casa Blanca y que Elvis Presley pareció ignorar por completo tras conseguir el encuentro. Acudió vestido como solía, de forma extravagante y con un gran cinturón dorado, armado hasta los dientes y bebiéndose el refresco del presidente, en una cinta que puede dar mucho de qué hablar por su enfoque original y por tratar un tema tan curioso como desconocido de la historia americana. 

"Elvis estaba preocupado por la guerra de Vietnam y por el entorno reinante y quería ayudar a poner orden", explicó Spacey en una entrevista promocional de la película. "En realidad era mucho más conservador de lo que la gente podía haber pensado". Spacey contó que Presley se presentó con una carta de 6 páginas para Richard Nixon en la entrada de la Casa Blanca y después se fue al hotel a esperar a que se diera el encuentro. 

"Lo que me gusta de este guión es que es un incidente aislado para mostrar quién era realmente Elvis Presley", explicó Shannon, que apunta que trató de enfocarse más en lo que le pasaba por la cabeza a Elvis que en imitar los gestos del cantante de Tupelo, Mississippi. 

Es, definitivamente, un lado de Presley nunca visto y una comedia original de las que no hay tantas en Hollywood, una situación grotesca a la que han sabido sacar mucho jugo. 

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