jueves 13  de  febrero 2025
LITERATURA

Poemas de lluvia, torrencial de Roberto Cazorla

El escritor cubano Roberto Cazorla presenta su más reciente poemario, que lleva por nombre No llueve. Dios se está lavando la conciencia

Por LUIS DE LA PAZ

MIAMI.- La poesía del escritor cubano Roberto Cazorla (Matanzas, 1932) es apasionada, intensa, abarcadora. No hay un poema largo, ni más breve; incluso, un haiku que no lleve una poderosa carga. Son dardos que todo el tiempo dan en el centro de la diana, estremecen, vibran en el lector que reflexiona sobre lo que expresa, consciente de que lo que dice es agudo y en muchos casos definitivo.

Su más reciente poemario tiene un título poderoso, No llueve. Dios se está lavando la conciencia (Editorial Betania, Madrid, 2023), abre con dos líneas sorprendentes. “El tiempo, es un anciano ridículo/ subido en un patinete”. Los versos siguientes anticipan la fuerza del libro. “¡Nunca el silencio había/ sido tan estruendoso!”, seguido de “¡Oremos para que deje/ de llover/ sequedad…!”.

Roberto Cazorla es un hombre de regreso de todas las catástrofes posibles. Ha tenido una larga vida, por lo que su mirada es lúcida, aunque también, a veces, cansada, desesperanzadora.

Poemas de diferentes registros

El libro está dividido en cinco partes con una variedad de poemas de diferentes registros; incluso, prosa poética y en general textos muy cubanos. A Cazorla le duele mucho Cuba, la distancia, el exilio, pero es un poeta para el que la nostalgia es también creación. Esta secuencia es inquietante: “¡Ayúdenme, que se me está diluyendo el azul cubano que me quedaba!/ Si se hiciera el milagro de que me enterraran con una estrella del cielo cubano./ El exilio pretende destruirnos el origen, pero tenemos las raíces más profundas que las de un flamboyán milenario./ El miedo es la corbata que todos tenemos que lucir./ La muerte doblemente muerte es la de la ilusión./ Me gustaría saber si a mi funeral asistirán pájaros cubanos”.

En su Cuba-dolor añade en otro momento: “Este viento que escuece la herida que me llamo, arrastra una niebla de salitre, es una isla-anciana que no se morirá hasta que yo le dé el abrazo que le debo”.

El ímpetu de Cazorla

Con los poemas de Cazorla en este libro no hay tregua, son textos lacerantes. “Vivir se escribe con letras transparentes, tiene la acústica del desnudo de una adolescente, la aristocracia de la bandera que ondula en el recuerdo de un nómada, presumiendo de un verso que no ha perdido la virginidad. Vivir duerme de lado porque le asustan los latidos de la memoria”. Roberto Cazorla se acerca a la poesía con ardor, y en ese ímpetus está la fuerza de su decir.

La última parte de No llueve. Dios se está lavando la conciencia acoge una detallada biografía del escritor y cerca de 30 fotografías de Roberto Cazorla con figuras destacadas de la vida cultural en Cuba, su exilio en España y sus lazos con Miami. De alguna manera esa iconografía indica que su trayectoria ha sido también muy fructífera.

Este libro en particular -quizás él no lo vea así- es un tesoro, un regalo especial del poeta a sus admiradores y de la casa Editorial Betania, fundada por el poeta Felipe Lázaro, que ha editado una parte notable de la obra de Roberto Cazorla.

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