Primero molesta el pantalón, y después las camisas y los jerseys se vuelven incómodos. En realidad, muchas embarazadas pueden usar su ropa normal incluso hasta el sexto mes de embarazo, pero a más tardar en ese momento se hace necesario buscar prendas con más espacio y mayor comodidad.
Lo bueno es que las modas han cambiado. Antes las prendas para embarazadas parecían querer evitar que se notara el embarazo. Eran cortes enormes, partes superiores que caían en forma de bolsón para tapar la protuberancia. Hoy eso es radicalmente distinto: las mujeres pueden enseñar con orgullo todo el embarazo que quieran.
El jean siempre queda bien. (CORTESÍA)
Es cierto que la moda para embarazadas que realza la figura ya se ve desde hace tiempo, pero la tendencia es cada vez más clara. Y no sólo se trata de no ocultar, sino también de estar cómoda.
Los fabricantes apuestan por las telas elastizadas y por modelos que se adaptan, desde el corte, a los cambios generales del cuerpo, también en la zona de las caderas y de los glúteos.
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Hoy en día los jerseys de moda para embarazadas son los que tienen forma de "V", es decir, que vuelven a pegarse más al cuerpo a la altura de los muslos. Antes solían tener, a la inversa, más bien forma de "A".
Este modelo es ajustado a los muslos. (CORTESÍA)
El resto de los parámetros sigue el pulso normal de la moda femenina. Los mismos colores que se recomiendan para mujeres de formas algo más consistentes se recomiendan para las mujeres embarazadas. El rojo se ve mucho en este verano europeo, igual que el azul y algunas variaciones del verde, y se usa mucho la gama que va del azul al verde, incluyendo los turquesas.
Una pieza superior muy práctica durante y despues del embarazo. (CORTESÍA)
¿Cómo son los estampados? Con flores. Pero se aconseja que las embarazadas lleven estampados de dibujos pequeños, para no tener una rosa gigante sobre una barriga de por sí más grande de lo común.
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Los pantalones de cadera elastizada siguen siendo super prácticos, porque rodean y protegen toda la zona, y además porque permiten, en lugar de estar permanentemente cambiando de pantalones, adaptar la cintura con botones o con un elástico al tamaño de la barriga.
En algunos países la variedad es inmensa. Pero no se trata de llenar el ropero con nuevos modelos y dejar todas las prendas viejas de lado. Si tiene una prenda favorita, ¿por qué no adaptarla para que la siga acompañando?
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Además, a la hora de comprar se recomienda sumar cosas muy prácticas, básicas, que puedan combinarse con facilidad y que sean de buena calidad. De ese modo, siempre tendrá algo que le guste vestir y también lo podrá usar en la época de lactancia.
Lo ideal es tener las siguientes prendas de base: dos vestidos; blusas; jerseys; dos pantalones flexibles. Si a eso se le suman unas leggins, no hace falta más. Si uno quiere ahorrar, lo mejor es coserle un elástico a cualquier pantalón con el que uno se sienta cómoda. Si lo combina con una parte superior larga, nadie lo notará, y el pantalón, después del embarazo, podrá volver a la normalidad.
El outfit perfecto para la oficina. (CORTESÍA)
Desde ya, entre los básicos también debe haber un corpiño especial. Es importante llevar prenda interior delicada, que no produzca irritación en la piel de mayor sensibilidad.
Y si es invierno y va a comprar una buena chaqueta, no olvide que lo ideal es tener un abrigo que luego pueda cobijar al pequeño a la altura del pecho una vez nacido. Hay muchas prendas que están pensadas para la época del embarazo, pero también para los primeros meses después del parto, como ser camisones que permiten amamantar fácilmente.
Es importante que el abrigo proteja la barriga y luego al bebe. (CORTESÍA).
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