MIAMI.-SERGIO OTÁLORA
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En tres distintos momentos del debate, Hillary Clinton afirmó que en los primeros 100 días de su administración propondría una reforma migratoria integral
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En el debate de este miércoles con los precandidatos demócratas Hillary Clinton y Bernie Sanders, en el Miami-Dade College de Kendall, el tema de las relaciones con Cuba salió a escena con el ingrediente de cómo caracterizarían los dos contendientes a Raúl Castro, si como un presidente o un dictador.
Clinton dijo que los dos hermanos Castro merecían llamarse autoritarios y dictadores. Reafirmó su apoyo al presidente Obama en su política hacia la isla y consideró importante que el mandatario estadounidense se reuniera con los disidentes, “la gente requiere que se respeten los derechos humanos”, señaló.
El senador Bernie Sanders, por su parte, insistió que hay que acabar con el embargo y criticó de manera más amplia la política de Estados Unidos, en los años sesenta, de derrocar gobernantes y cambiar regímenes en América Latina. Dijo que se opuso al golpe en Chile contra el presidente Salvador Allende y a la política de Ronald Reagan en Nicaragua. “Eso ha generado un sentimiento antiestadounidense “, afirmó y dijo reconocer que en Cuba la salud y la educación han mejorado.
Coincidió con la exsecretaria de Estado Clinton en que la isla tiene un régimen autoritario y dictatorial.
Inmigración
En tres distintos momentos del debate, la precandidata Clinton afirmó que en los primeros 100 días de su administración propondría una reforma migratoria integral.
A la pregunta de si su posición proinmigrante no era oportunista, para obtener más votos del elector latino, ella respondió que siempre ha apoyado una reforma migratoria. En ese momento, Sanders contradijo a su oponente, recordó que en Nueva York ella se opuso a licencias de conducir para indocumentados y, con la ola de niños migrantes que cruzaron la frontera sin un acompañante, el senador por Vermont reiteró que la exsecretaria Clinton pidió que devolvieron a esos niños a Honduras, “uno de los países más violentos del hemisferio, esos menores huyeron para salvarse. Y tampoco he estado de acuerdo con las deportaciones del presidente Obama”, añadió.
Clinton contraatacó y reveló que Sanders había apoyado la detención indefinida de inmigrantes a la espera de deportación. Lo acusó además de apoyar a los llamados “minuteman” o vigilantes civiles de la frontera. El senador por Vermont negó de manera rotunda esas afirmaciones y dijo que eran “declaraciones horrorosas hechas por la secretaria Clinton que acostumbra sacar elementos individuales de las leyes y no las ve en su totalidad”. Dijo que apoyo el proyecto de reforma migratoria de 2013 porque en el plan de trabajadores invitados “no los trataba como esclavos”.
Una mujer del público, de origen guatemalteco, preguntó al borde de las lágrimas que harían los dos candidatos, en caso de ser presidentes, con el hecho de que a su esposo lo habían deportados y ella se había quedado aquí sola con sus hijos. “Haré lo posible para unir y no separar a las familias”, respondió Sanders. Clinton también dijo que hará todo lo que esté a su alcance para que “lo que le sucedió a usted no le pase a más familias”. Dijo defendería las acciones ejecutivas del presidente relacionadas con los dreamers y aquellos padres de hijos nacidos en Estados Unidos. “No quiero más deportaciones ni redadas, sino un camino hacia la ciudadanía”, aclaró.
Wall Street
El tema del rescate a la industria automotriz volvió a mostrar las diferencias entre los dos candidatos. Clinton acusó a Sanders de no haber apoyado un a medida que salvó a las empresas fabricantes de autos. Pero el senador, como ya lo ha mencionado en otros debates, dijo que en realidad a lo que se oponía era a que hubiera un rescate financiero para los grandes financistas y banqueros de Wall Street.
Al respecto, volvió a mencionar los 250.000 dólares que recibió su oponente por un discurso en Goldman Sachs. “Eso significa que ha debido ser un texto extraordinario”. Mencionó además que el súper PAC (comité de acción política) de la exsecretaria de estado ha recibido 15 millones de Wall Street.
Clinton apuntó que todos los “estadounidenses necesitan buenos sueldos, invertir más en infraestructura, combatir el cambio climático, tenemos que incrementar el salario mínimo y la igualdad en el pago para las mujeres, he trabajado con los latinos, conozco sus necesidades y se requiere una buena educación sin importar el vecindario”.
Sanders reiteró la necesidad de matrículas gratis en las universidades públicas en los primeros cuatro años de educación superior, y puntualizó en que era increíble que Estados Unidos sea el único país desarrollado que aún no tenga un seguro de salud universal. “No hay que castigar a la gente que quiere educarse, hay que imponer un impuesto a la especulación de Wall Street, es el momento en que Wall Street ayude a la gente trabajadora”, acotó.
En el cierre del debate, Hillary Clinton agradeció a quienes, en persona, hicieron las preguntas porque eso le ayudo a reafirmar su convicción en que hay que derrumbar barreras, las económicas, las de la salud. “Hay que unificar al país, encontrar un terreno común en valores y principios, y tener el honor de servir como su presidenta”, concluyó.
Bernie Sanders finalizó con la idea de que no es aceptable que los multimillonarios y Wall Street traten de comprar elecciones, “eso es una oligarquía y por eso hay que derogar Citizen United [que permitió la entrada sin límite de dineros a través de los súper PACS]”, expresó, para concluir que “no es aceptable que muchos jóvenes tengan que endeudarse o no puedan ir a la universidad en el país más rico en la historia de la humanidad, por eso quiero ser presidente, para acabar con esas desigualdades”, remató.
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