SAN PABLO.- EFE.
La Policía arrestó a los primeros diez sujetos el pasado jueves
SAN PABLO.- EFE.
La Policía brasileña detuvo a otro miembro de un grupo de doce supuestos simpatizantes del Estado Islámico (EI) que fue desarticulado la semana pasada, del que se temía que pudiera preparar un atentado durante los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, informaron este lunes las autoridades.
La Superintendencia de la Policía Federal en el estado de Mato Grosso (suroeste) confirmó a Efe que el mecánico Leonid El Kadre de Melo fue detenido la noche del domingo en el municipio de Comodoro, a 656 kilómetros de Cuiabá, capital regional y próxima a la frontera con Bolivia.
De acuerdo con medios locales, el sospechoso fue detenido por agentes de la Policía Militarizada en la terminal de transportes de Comodoro cuando intentaba comprar un pasaje para abordar un autobús regional y después de que las autoridades habían recibido denuncias telefónicas de su localización.
El sospechoso deberá ser transferido en las próximas horas a una cárcel de máxima seguridad en Campo Grande, capital del vecino estado de Mato Grosso do Sul, en la que permanecen los otros once detenidos, todos ellos brasileños.
La Policía arrestó a los primeros diez sospechosos el pasado jueves, por orden judicial, en una operación desarrollada de forma simultánea en diez estados del país.
El viernes, en el municipio de Vila Bela da Santíssima Trindade, también en Mato Grosso, se entregó a las autoridades Valdir Pereira da Rocha, otro de los sospechosos y ya entonces considerado prófugo.
Según las investigaciones, los sospechosos integraban una célula "aficionada" y "desorganizada" que solo mantuvo contactos a través de servicios de mensajería por internet.
El grupo intercambiaba mensajes de apología del terrorismo, en los que se ensalzaban los atentados ocurridos en los últimos meses en Europa, y en los que sus integrantes planeaban la compra de armas con la supuesta intención de realizar un atentado durante los Juegos Olímpicos del próximo agosto.
El ministro de Justicia, Alexandre de Moraes, informó que algunos de los detenidos juraron lealtad al Estado Islámico mediante un ritual previsto en internet, pero que al parecer ninguno tuvo contactos directos con esa organización.
La ley antiterrorista de Brasil, aprobada el año pasado, prevé condenas de entre cinco y ocho años de cárcel por el enaltecimiento del terrorismo y la preparación de actos terroristas está penada con condenas de entre tres a quince años de reclusión.
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