WASHINGTON.- En marzo de 1996, la NBA castigó a Mahmoud Abdul-Rauf por permanecer sentado cuando sonaba el himno nacional de Estados Unidos antes del inicio de los partidos.
WASHINGTON.- En marzo de 1996, la NBA castigó a Mahmoud Abdul-Rauf por permanecer sentado cuando sonaba el himno nacional de Estados Unidos antes del inicio de los partidos.
El entonces base de los Nuggets de Denver , musulmán, fue amonestado con más de 30.000 dólares por encuentro. Argumentaba que sus creencias religiosas no le permitían participar de un "ritual nacionalista" y que la bandera y el himno eran símbolos de opresión y tiranía.
Este martes arranca en Estados Unidos la nueva temporada de la NBA con las miradas puestas en los banquillos ante la posibilidad de que, en la estela de las protestas en la Liga de Fútbol Americano (NFL), se produzcan episodios como el que protagonizó Abdul-Rauf, esta vez en abierto desafío al presidente Donald Trump.
El himno nacional y la bandera son símbolos sagrados en Estados Unidos y el patriotisimo, uno de los valores más importantes de una sociedad ahora dividida frente a las protestas. A un lado se sitúan los que anteponen la libertad de expresión. Al otro, los que ponen por delante a la bandera.
Aunque el Código de Bandera no tiene carácter legal, es respetado de manera prácticamente unánime cuando suena "The Star-Spangled Banner". Establece que los presentes estén en pie y miren de frente a la insignia nacional. Los civiles llevan la mano derecha al corazón, los militares hacen el saludo castrense.
Dos décadas después del castigo a Abdul-Rauf, el quarterback de la NFL Colin Kaepernick comenzó el año pasado a hincar la rodilla en el suelo durante el himno como protesta contra el racismo y la violencia policial contra los negros. No fue nunca amonestado pese a la polémica, aunque el hecho de que a día de hoy esté sin equipo es atribuido por distintas voces a su activismo en el campo.
Las reglas de la NFL animan a los jugadores a estar en pie mientras suena el himno. Pero las de la NBA van más allá y los obligan.
En la liga de baloncesto, considerada la más progresista de las cuatro ligas nacionales, quizá por eso, no se ha dado hasta ahora ningún episodio más de jugadores arrodillados. Pero eso no significa que no expresen sus opiniones y muestren su activismo.
Los baloncestistas se agitaron cuando Trump llamó "hijos de puta" a Kaepernick y a los demás jugadores de la NFL que siguen su ejemplo e instó a los clubes a despedirlos y a los seguidores a dejar de ir a los estadios. Y en la pretemporada se ha visto a equipos como los Lakers de Los Ángeles entrelazar los brazos mientras sonaba el himno.
"Estamos en un momento en el que el cargo más poderoso del mundo tiene la oportunidad de unirnos como pueblo e inspirar a la juventud diciendo que debo poder caminar por la calle sin ser juzgado por el color de mi piel o por mi raza. Y no lo piensa. Ni siquiera le importa", dijo sobre el presidente LeBron James, estrella de los Cleveland Cavaliers y tres veces campeón de la NBA.
El baloncestista, considerado por muchos como el mejor jugador del mundo, se enfureció especialmente cuando Trump retiró la invitación a la Casa Blanca a otro de los grandes nombres del básquet: el base de los Warriors de Golden State Stephen Curry, después de que este dijera estar pensando si ir o no a la recepción que el presidente iba a ofrecer al equipo como campeón vigente de la NBA.
"Ir a la Casa Blanca era un gran honor hasta que tú apareciste", espetó LeBron James al mandatario.
El alero, no obstante, no planea arrodillarse. Habla prácticamente a diario con los medios sin morderse la lengua, dice, y su opinión llega así a mucha gente. "No creo que tenga que ponerme sobre la rodilla para profundizar en lo que estoy diciendo", manifestó.
El comisionado de la NBA, Adam Silver, ha dejado claro a los jugadores que no quiere verlos arrodillados mientras suena el himno. "Ha sido la regla en todo el tiempo que he estado comprometido con la liga y lo que espero es que nuestros jugadores continúen poniéndose en pie durante el himno", manifestó.
Los Warriors de Golden State Warriors de Curry han arremetido claramente contra la retórica de Trump, pero no parece probable que vayan a protestar el martes durante el himno nacional en la apertura de la temporada, cuando se miden a los Rockets de Houston. "Todo el mundo sabe dónde nos situamos", ha dicho el ala-pívot Draymond Green. "No necesitamos hacer nada más para mostrar dónde nos situamos".
FUENTE: dpa