Hasta la mañana de este pasado martes, tan solo algunas horas antes de la fecha límite de cambios, todavía existía la duda de qué haría la directiva de los Marlins de Miami. Si el equipo vendía o veía pasar la jornada sin realizar ningún movimiento, podía tomarse como un claro indicativo de que no estaban lo suficientemente seguros de su nómina como para buscar la clasificación. En su lugar, el alto mando de los peces dejó saber que intentará llegar a octubre o morirá nadando.
Los Marlins sumaron a tres piezas el martes, incluyendo al infielder Jake Burger desde los Medias Blancas de Chicago, al slugger Josh Bell desde los Guardianes de Cleveland y al lanzador Ryan Weathers desde los Padres de San Diego.
"No son muchas las ocasiones en las que estás en este tipo de situaciones", le comentó la gerente general del conjunto, Kim Ng, al portal oficial del combinado. "(El dueño principal Bruce) Sherman y el grupo entero de los propietarios estuvieron totalmente de acuerdo en que saliéramos, gastáramos algo de dinero y apoyáramos a estos muchachos que durante los primeros cuatro meses de la campaña han dejado todo en el terreno", agregó.
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Algunas horas después de la fecha límite de cambios, los Marlins sufrieron una dolorosa derrota ante los Filis de Filadelfia con marcador de 3-1, luego de que el nuevo relevista del equipo, David Robertson, quien fue adquirido hace algunos días, desaprovechara la oportunidad de salvado en el noveno acto.
Con récord de 57-51, los dirigidos por Skip Schumaker cayeron un juego por detrás de los cupos comodines de la Liga Nacional.
"Cuando estás en este tipo de situaciones, tienes que asegurarte de que tratas todo con cuidado y que comprendes cuán importante es esto para la ciudad, para los fanáticos de los Marlins y para todos esos chicos allá abajo (los jugadores). Tienes que hacer lo que puedes para mejorar el club", añadió Ng.