sábado 12  de  octubre 2024
DESTINOS

Descubre los encantos del sur de Francia

Prácticamente ignorado por las guías turísticas, este trozo de tierra francesa tiene mucho que ofrecer

Lejos de la vorágine que supone la avalancha de turistas en París, están los campos del sur de Francia, donde la historia, el vino y el buen comer forman parte de este destino, donde los precios son más económicos, sobre todo ahora que el dólar vale mucho más.

Le llaman Languedoc-Roussillon y mira al mar Mediterráneo, donde los valles, viñedos y montañas están salpicados de pueblos que guardan aún las huellas de Roma y el Medievo.

Es tierra de vino porque allí están algunos de los productores más antiguos del mundo y de buen comer porque tiene los productos frescos del campo por ingredientes principales.

Carcassonne histórica

Esta pequeña ciudad, enclavada en una zona que fue discutida por romanos, visigodos, árabes, aragoneses y francos, ostenta la muralla que fue construida en el siglo XIII y está engalanada por torres y techados cónicos que rememoran la construcción feudal de la época.

Sobre la margen occidental del río Carcassonne está la llamada Ciudad Baja o Bastida de San Luis, edificada a mediados del siglo XIII, que denota un entrañable conjunto de iglesias, plazas y edificaciones que comparten el espacio con calles intrincadas, restaurantes y cafés al aire libre que son frecuentados por la gente del pueblo.

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Para sorpresa del visitante, Carcassonne ostenta un buen trozo del canal Midi, la obra de ingeniería del siglo XVII que unió el mar Cantábrico y el Mediterráneo, por donde hoy pasean en barco los lugareños y visitantes, mientras saborean los tintos y blancos que distinguen la producción vinícola de la zona.

Montpellier cosmopolita

Esta villa fue fundada hacia el siglo VIII y es hoy un importante centro industrial que gira en torno a una inmensa plaza que lleva por nombre Place de la Comédie, donde se destacan auténticas muestras de la arquitectura renacentista francesa.

El teatro L’Opéra Comédie y la fuente de las Tres Gracias anuncia el centro urbano de Montpellier

Allí está el teatro L’Opéra Comédie y la fuente de las Tres Gracias que realzan el valor arquitectónico de la gran explanada para anunciar el laberinto de calles aledañas donde el silencio abunda y es sólo interrumpido por el crujir de alguna vieja puerta o el ensayo de un tenor que se empecina en cantar un aria de Verdi.

Busque Rue Foch, una elegante arteria comercial donde el silencio no es bienvenido y se encuentra el arco Porte du Peyrou, construido hacia 1691, que glorifica al rey Luis XIV de Francia y sirve de entrada a la Place Royale, donde el Rey Sol reafirmó su poder como gran soberano y mandó a colocar una estatua para honrar su mandato.

Cerca de Montpellier

A sólo 7 de millas de Montpellier está el mar Mediterráneo con sus apetecidas playas de arena color ocre, donde destaca el balneario La Grande Motte y su singular urbanización construida en los años 60, que está inspirada en una serie de líneas piramidales y semicirculares que conquistan la atención del ser más insensible.

La Grande Motte y su singular urbanización construida en los años 60

El fervor turístico corre a lo largo de la orilla del mar, donde una extensa marina cobija a cientos de yates y la arena acoge a miles de bañistas que comparten el espacio con mujeres jóvenes y menos jóvenes que desisten de usar la parte superior de sus trajes de baño.

Cerca de allí está Aigues-Mortes con su muralla que data del siglo XIII, donde el entonces principal puerto francés del Mediterráneo sirvió de punto de partida de las cruzadas a Tierra Santa.

De hecho, la localidad de Aigues-Mortes, que es prácticamente ignorada por las guías de turismo, cuenta con un impresionante inventario de edificaciones medievales, viejas fachadas que lucen el encanto único del tiempo transcurrido, que sugiere al transeúnte el paso de los siglos.

Camino a los Pirineos

Si transita por la carretera que bordea el Mediterráneo, sentirá la sensación de navegar sobre un inmenso mar de viñedos que sube por las laderas de las montañas en forma de terrazas.

Y en medio de este gigantesco océano teñido de verde durante el verano, hay más pueblos de antaño.

Narbonne es una acogedora villa fundada por los romanos hacia el año 118 a.C., bajo el nombre Narbo Martius, sobre la entonces imprescindible vía Domitia, que fue el gran camino romano que enlazó la península itálica con la ibérica.

Campo adentro, la orden religiosa San Benito construyó la abadía de Fontfroide en 1093, así como un monasterio y una iglesia gótica que datan del siglo XII, en medio de un monte de lavanda que no para de perfumar el entorno.

Próximo a la frontera francoespañola, donde la carretera anuncia la cercanía de Cataluña, está Perpignan que fue territorio catalán. De ahí proviene la fuerte presencia de los catalanes en la zona que suma música, baile y comida ibérica a la oferta cultural de la región francesa.

 

A tomar en cuenta

La mejor época para visitar esta zona son los meses de abril a septiembre, cuando la primavera y el verano comparten los meses. No obstante, el otoño no suele ser frío.

 

Cómo llegar

Si porta pasaporte estadounidense no necesita visa o permiso de entrada. Cualquier otra nacionalidad del documento de viaje debe consultar el consulado del país europeo. Visite el portal Sunfrance.com para obtener información detallada.

 

Dónde comer

La gastronomía del sur de Francia está compuesta mayormente por carnes, verduras y salsas, donde las especies del país y los chefs especializados dan el toque final que abre el apetito.

La guía de hoteles y restaurantes Michelín ha dado una estrella al chef Franck Putelat del restaurante Le Parc en Carcassonne. Un moderno inmueble que contrasta con el aspecto sobrio de la vieja muralla y la alta cocina que allí se elabora.

En Montpellier, muy cerca de Place de la Comédie, sobre la calle Rue de la Loge, está Place Jean Jaurés. Es una pequeña plaza repleta de cafés y restaurantes muy populares que cuando menos motiva tomarse un vino o una cerveza. Preferiblemente lo primero, recuerde que en Francia la cerveza no es tan popular con el buen vino.

Próximo a Narbonne, pero en medio del campo y rodeado de barrancos, está el restaurante La Fargo con sus dos estrellas Michelín y un singular menú que presenta platos tradicionales del país matizados con ciertas influencias asiáticas. Buen comer que puedes igualmente disfrutar en el restaurante La France, pero en Perpignan, justamente en Place Loge, en pleno centro urbano. Es un auténtico comedor francés con menú internacional enclavado en una bien cuidada edificación gótica del siglo XVI.

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