MIAMI.-REDACCIÓN
El exgobernador de Caracas y exembajador de Venezuela ante la ONU, Diego Arria, exiliado actualmente en los Estados Unidos, ofreció sus puntos de vista sobre la actuación de la Asamblea Nacional a poco más de un mes de instalarse
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DIARIO LAS AMÉRICAS reproduce la entrevista que el diario digital lapatilla realizó al exgobernador de Caracas y exembajador de Venezuela ante la ONU, Diego Arria, exiliado actualmente en los Estados Unidos, quien ofreció sus puntos de vista sobre la actuación de la Asamblea Nacional a poco más de un mes de haberse instalado.
lapatilla.com: Embajador Arria, es notable la negativa del Ejecutivo Nacional de asistir a las invitaciones que la Asamblea Nacional le ha cursado a diferentes ministros para que comparezcan ante diferentes Comisiones que investigan casos de interés nacional. ¿Estaría Ud. de acuerdo que esto sería parte de una estrategia para crea un conflicto de poderes?
Diego Arria: Por Dios sin duda hay mucho que investigar pero si no derrumbamos ya el Muro de Berlin, -léase el TSJ-, los diputados no pasarán de declarar y de salir en medios, y para eso no fue que le dimos a los 112 diputados de la Unidad el mayor respaldo popular de nuestra historia democrática. No debemos confundir gobernar con legislar que porque genera expectativas que sólo pueden materializarse en función de Gobierno.
Pero la Asamblea Nacional ha impulsado y aprobado leyes en primera discusión como la Ley de propiedad de la Misión Vivienda, La ley del Bono de Alimentación y Medicinas, la reforma a la Ley del Banco Central de Venezuela, entre otras actividades
Es correcto que en una situación normal la Asamblea Nacional asuma la discusión de las más variadas preocupaciones ciudadanas, pero cuando estamos en un momento tan grave y comprometedor hay que centrar la acción legislativa en despejar el camino para poder iniciar el rescate de la institucionalidad sin la cual no es posible tener libertad. Y es evidente que la composición actual del TSJ es el muro que blinda al régimen para burlar el monumental triunfo popular del 6D. La cúpula militar aunque no lo parezca es menos importante para el régimen que el TSJ. La Fuerza Armada no va a entrar a la AN, aunque con lo desnaturalizado de esa organización tampoco es descartable, pero el régimen espera a la salida del palacio federal con sus magistrados prevaricadores listos para bloquear toda iniciativa legislativa.
Voceros del Ejecutivo, incluyendo a Nicolás Maduro, han arremetido con fuerza con contra algunos diputados, en especial contra el presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, porque han planteado abiertamente un lapso de seis meses para definir la vía constitucional más expedita para desalojar al gobierno de Nicolás Maduro de Miraflores
El norte es, y debe ser desalojar al régimen,. Ese es el verdadero y mas importante compromise adquirido, y eso no es posible si no derrumbamos ese Muro de la infamia y del atropello en que se ha convertido el Tribunal Supremo de Justicia. Nada de lo que haga la AN tendría aplicación o es que no acabamos de entender que no es que no que queramos una confrontación de poderes-sino que estamos siendo ya confrontados y golpeados. Por lo pronto nos tienen 3 diputados en un limbo institucional, los ministros desacatan al no presentarse. La confrontación no puede ser más abierta y mientras el régimen acelera el colapso del país que yace postrado por la falta de alimentos y medicinas, amén de la violencia.
¿Y usted que percibe en los círculos diplomáticos y de opinión en el exterior sobre la situación actual de crisis por la que atraviesa el país?
Es curioso que en la escena internacional se nos ve como un país donde no hay estado de derecho, lleno de presos políticos y perseguidos, lo cual no puede ser más cierto, pero nuestra acción política parece no concentrarse en atender esos temas que son los más prioritarios con la urgencia necesaria. Hoy vi que no hubo quorum para discutir la ley de amnistía y reconciliación nacional. ¿Inquietante, no?
El ímpetu inicial que le imprimió inicialmente el presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, y que tanta esperanza y expectativa creó debe preservarse, porque de otro modo como en el muro de Berlín fueron los ciudadanos los que hartos de la dictadura comunista derribaron el Muro. Aquí si la Asamblea Nacional pierde el norte, se engolosina y distrae, la gente se encargará de hacerlo. Y pronto.
Y como decía el maestro Simón Díaz: “Cuando las ganas se juntan…”