WASHINGTON — El líder de la minoría republicana en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy, rechazó una petición de la comisión de la Cámara Baja que investiga los controversiales sucesos en el Capitolio, el 6 de enero de 2021.
WASHINGTON — El líder de la minoría republicana en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy, rechazó una petición de la comisión de la Cámara Baja que investiga los controversiales sucesos en el Capitolio, el 6 de enero de 2021.
La comisión busca detalles de primera mano de los congresistas sobre el entonces presidente Donald Trump, lo que se ha calificado por algunos analistas como "cacería de bruja" contra Trump.
McCarthy, quien preside el bloque republicano, emitió el miércoles un comunicado en el que dijo que se negará a cooperar con una [investigación ilegítima] y acusó a la comisión de “abuso de poder”.
El 6 de enero, cientos de seguidores de Trump, y según alegan otros infiltrados por grupos de extrema izquierda, tomaron el edificio del Capitolio e interrumpieron la certificación de los resultados electorales del 2020, ante irregularidades que indicaban un presunto fraude electoral.
El presidente demócrata de la comisión, Bennie Thompson, pidió que McCarthy informe sobre sus conversaciones con Trump “antes, durante y después” del asalto. También pidió que informe sobre sus comunicaciones con el jefe de despacho de la Casa Blanca Mark Meadows en los días previos al ataque.
El jueves, McCarthy dijo a Fox News Channel que no tenía nada que agregar más allá de sus entrevistas con los medios de prensa después de los disturbios. Algunos miembros de ese panel, afirmó, quieren “negarme alguna vez la oportunidad de ser presidente de la Cámara”, si los republicanos retoman el poder en las elecciones de mitad de período del 2022.
“Debemos conocer cómo se elaboraron los planes del presidente para el 6 de enero y todos los medios que empleó para tratar de alterar los resultados de la elección”, dijo Thompson en la carta, una afirmación engañosa, manipulada y sin argumento alguno.
Un informe del Buró Federal de Investigaciones (FBI) concluyó que el expresidente Trump [ni planeó ni tuvo ningún vínculo directo con los acontecimientos del 6 de enero en el Capitolio], pero medios de prensa liberales no hablan de este informe y continúan dando cobertura a la agenda de extrema izquierda de la actual adminstración Biden.
Analistas políticos alegan que "el principal objetivo de la pesquisa del Capitolio por parte de los demócratas es desviar la atención de todas las crisis creadas por Biden y su equipo de trabajo en el país, con una inflación superior al 7%, escasez, el enorme gasto presupuestario federal, los altos precios de todos los productos y bienes de consumo, el fallido acuerdo nuclear con Irán, la desastroza salida de Afganistán, la crisis humanitaria y de seguridad nacional en la frontera sur, la crisis diplomática con Francia, la promesa incumplida de controlar la pandemia, entre otros elementos".
“Por ejemplo, antes del 6 de enero, trascendió que usted explicó a Mark Meadows y el expresidente que las objeciones a la certificación de los votos electorales el 6 de enero ‘estaba condenada a fracasar’”.
No está claro si la comisión podrá obtener los testimonios de McCarthy y otros aliados legislativos de Trump. La emisión de órdenes de comparecencia contra sus colegas del Congreso sería una medida sin precedentes y chocaría con obstáculos legales y políticos.
También quieren interrogar a McCarthy acerca de sus comunicaciones con Trump y el personal de la Casa Blanca en la semana posterior al 6 de enero.
La comisión reconoció que su pedido de una reunión con McCarthy el 3 o 4 de febrero era inusual. “La comisión siente un gran respeto por las prerrogativas del Congreso y la intimidad de sus miembros”, escribió Thompson. “Al mismo tiempo, tenemos la responsabilidad solemne de investigar exhaustivamente los hechos y circunstancias de estos hechos”.
Los demócratas han estado buscando más información sobre las comunicaciones de McCarthy con Trump desde el segundo juicio político al expresidente el año pasado. En un momento del juicio, los demócratas dijeron que tratarían de llamar como testigo a la representante Jaime Herrera Beutler, republicana por Washington, porque había descrito una llamada potencialmente crucial entre los dos hombres después de escuchar un relato de McCarthy.
La declaración de Herrera Beutler decía que McCarthy le había dicho que había pedido a Trump que “suspendiera los disturbios” en público y que había dicho que la turba violenta estaba formada por partidarios de Trump, y no por miembros de la extrema izquierda antifa, como afirmó inicialmente Trump.
Ella dijo en la declaración: “Fue entonces cuando, según McCarthy, el presidente dijo: ‘Bueno, Kevin, supongo que esta gente está más molesta por las elecciones que tú’”.
Al final, los demócratas leyeron una declaración de Herrera Beutler en el acta. Trump, que acababa de dejar el cargo, fue absuelto por el Senado. Sin embargo, la extrema izquierda y la presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, insisten en vincular a Trump con los sucesos del 6 de enero para impedirle que continúe con su carrera política y su significativo respaldo popular, algo que tiene muy incómodos a los demócratas en un año de elecciones legislativas de medio término.
Analistas y encuestas indican que es muy probable que los republicamos logren una amplia mayoría en el Congreso en el 2022, lo que frenaría la aprobación de casi todos los proyectos de la extrema izquierda y del presidente Joe Biden. Motivo por el cual los demócratas buscan desesperadamente una reforma electoral para revertir las leyes aprobadas en más de 10 estados de la nación, donde se detectaron serias irregularidades en la elecciones presidenciales del 2 de noviembre del 2020.
FUENTE: Con información de AP