MIAMI- Para muchos economistas no alineados al gobierno de Joe Biden, la nueva ola de despidos masivos en Estados Unidos que grandes compañías han anunciado desde los primeros días de 2024 no es una sorpresa, menos un secreto.
Diversas compañías, entre ellas grandes tecnológicas y bancos, retomaron en 2024 procesos de reestructuración de sus operaciones y gastos con despidos masivos
MIAMI- Para muchos economistas no alineados al gobierno de Joe Biden, la nueva ola de despidos masivos en Estados Unidos que grandes compañías han anunciado desde los primeros días de 2024 no es una sorpresa, menos un secreto.
Desde el 2022, múltiples analistas dentro y fuera de Estados Unidos (EEUU) pronosticaron una seria crisis económica en los tres años sucesivos.
La administración Biden, las instituciones federales que lo respaldan y la gran prensa de izquierda en EEUU parecen haberse puesto de acuerdo para no mencionar ni sugerir una recesión, cuando la realidad que sufren los estadounidenses dicta lo opuesto.
El reconocimiento de una recesión económica desataría el pánico en Wall Street, en los mercados internacionales y entre las grandes empresas e inversionistas, después de la crisis bancaria desatada en 2023, entre otras causas, por los altos intereses impuestos por la Reserva Federal para frenar la peor inflación en el país en las últimas cinco décadas.
Respecto a los intereses políticos, para la Casa Blanca una recesión confirmada de forma oficial sería el fin de Biden para su reelección.
Por tales razones, ni con un semestre en rojo el gobierno aceptó el término de recesión.
Lo que despertó más dudas fue que a partir de ese momento, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) se disparó hacia el “alza” de un trimestre a otro, y de repente y como por arte de magia comenzó un bombardeo mediático de supuestas “buenas noticias” difundidas por Washington; además de una "reducción en picada" de la inflación que los estadounidenses aún no ven y sus bolsillos tampoco.
El enfoque, en elecciones de medio término en 2022 y en meses previos a las presidenciales de noviembre de 2024, se dirigió a despejar el ambiente enrarecido en medio de una caótica escalada de precios, la costosa guerra en Ucrania, el descontrol en la frontera sur con un gasto directo e indirecto de más de 200.000 millones de dólares por año desde el 2021; una deuda récord que hoy llega a los 34 billones de dólares y una contracción industrial inédita junto a otros indicadores fundamentales en negativo.
Todo lo anterior se ha convertido en caldo de cultivo para una ola similar de despidos en 2024 -que recién comienza- similar a la de finales de 2022 y los dos primeros trimestres del año anterior.
Diversas compañías, entre ellas grandes tecnológicas, incluso bancos, retomaron en 2024 los procesos de reestructuración de sus operaciones y gastos, que incluyen despidos masivos.
El grupo financiero estadounidense Citigroup, al que pertenece Citibank, prevé suprimir 20.000 puestos de trabajo a mediano plazo para bajar costos de 56.400 millones de dólares a 51.000 millones de dólares. Pero la cifra se estima que llegue a 60.000 empleados menos en 2026.
Citigroup y su subsidiaria de servicios financieros Citibank conforman el cuarto banco más poderoso de EEUU con 2,39 billones de dólares en activos.
A pesar de beneficios, las cuentas de los grandes bancos estadounidenses se vieron afectadas por la crisis bancaria.
JPMorgan Chase, la más grande entidad financiera de EEUU, registró una caída de su ganancia neta en el cuarto trimestre del año anterior de $9.300 millones (-15%) junto a Bank of America (-56%); al tiempo que Citigroup perdía $1.800 millones (-3%)
La agencia de garantía de depósitos o FDIC, encajó unos 16.300 millones de dólares de pérdidas, luego de la quiebra de varios bancos estadounidenses por retiros masivos, impagos y el bajo acceso a los préstamos por los altos intereses.
Silicon Valley Bank (SVB) quedó bajo control de la FDIC y Silvergate Bank cerró.
Además, Signature Bank y First Republic fueron vendidos en un movimiento urgente a New York Community Bank y JPMorgan Chase, respectivamente.
Bajo este panorama, no se descarta que otros bancos inicien procesos de reestructuración y ejecuten despidos, quizás no los más grandes como JP Morgan Chase, Bank of América y Wells Fargo que consolidaron su poder durante la crisis bancaria.
En estos momentos, reguladores federales han solicitado limitar desde 3 dólares a 14 dólares las tarifas de cobros extras a los clientes por no tener un balance mínimo en sus cuentas.
Según una investigación realizada por Bankrate en agosto del año pasado, la tarifa promedio por falta de fondos era de 26,61 dólares, aunque algunos bancos cobran hasta 39 dólares.
Las nuevas reglas podrían despojar de miles de millones de dólares en ganancias a los mayores bancos del país, que ya se preparaban para responder a la proposición antes del anuncio.
Las regulaciones, según explicaron banqueros, conducirán a recortes en servicios y personal, declaraciones que confirman que la mayor ola de despidos en los bancos está por venir.
En el sector tecnológico la situación podría ser peor bajo la feroz competencia por la Inteligencia Artificial. Su uso equivale a menos mano de obra humana.
Samsung, el principal rival de Apple y de su iPhone, lanzó su más reciente modelo de Galaxy, que esta vez incorpora inteligencia artificial (IA).
El S24 premium Ultra, presentado en un evento en San José, California, tiene la capacidad de traducir llamadas y texto simultáneamente en 13 idiomas y también ofrece funciones de búsqueda sin precedentes, mediante una sociedad con Google.
El director ejecutivo de Google, Sundar Pichai, advirtió a los empleados que se avecinan cientos de despidos en la compañía, debido a sus nuevas prioridades relacionadas con la inteligencia artificial.
El gigante de la tecnología dejó sin trabajo a unas 12.000 personas en esta misma época el año pasado, el 6% de su fuerza laboral en ese entonces.
Ahora, la compañía confirmó la supresión de "varios cientos" de puestos de su equipo de publicidad global, pero dejó abierta la posibilidad de reducciones adicionales en los próximos meses.
Google ya había anunciado días antes la salida de otros cientos de empleados de sus equipos de hardware, asistencia de voz e ingeniería.
Microsoft decidió erradicar 1.900 puestos de trabajo, un 8% de su personal, de su división de entretenimiento en momentos en que consolida la compra del fabricante del popular videojuego "Call of Duty", Activision Blizzard.
El desarrollador de videojuegos Riot Games, responsable del popular “League of Legends”, recortará el 11% de su plantel.
Apple, que también fue protagonista en la ola de despidos de 2023, enfrenta una sentencia de la Corte Suprema de Estados Unidos que merma de forma considerable el control sobre su lucrativa tienda de aplicaciones para iPhones.
La orden judicial privaría a una de las empresas más rentables del mundo de miles de millones de dólares de ingresos, luego de dejar de ser el conductor principal de su tienda de aplicaciones en más de 1.000 millones de teléfonos iPhone por considerarse como competencia desleal.
El descenso de sus ganancias se traducirá de manera irremediable en despidos por recortes de gastos.
Amazon dijo que eliminará cientos de puestos en las divisiones de Prime Video y MGM Studios y dos de sus empresas, Audible — un servicio de audiolibros y podcasts online — y la plataforma de estreaming Twitch despedirán, respectivamente, a un 5% de su plantel y a más de 500 trabajadores.
Spotify, Microsoft, Meta e IBM avanzaron medidas similares recientemente.
El minorista de internet eBay Inc. dejará sin empleo a 1.000 personas, un 9% de su plantilla a tiempo completo, debido a que el número de empleados y los costos han superado su crecimiento en una economía en desaceleración. Este es el último despido masivo en el sector tecnológico hecho público hasta el momento.
La empresa reducirá también el número de “contratos que tenemos dentro de nuestra fuerza de trabajo alterna en los próximos meses”, explicó el director general, Jamie Iannone.
Por los resultados económicos, otras grandes empresas están en fila en el centro de esta nueva oleada.
El conglomerado industrial estadounidense General Electric (GE) divulgó una ganancia neta a la baja en el cuarto trimestre de 2023.
Según la compañía, el beneficio neto fue un 28% menor respecto a igual lapso del año previo. La firma atribuye los datos a impactos fiscales desfavorables.
El gigante industrial estadounidense está inmerso en una importante reestructuración que conducirá a una división de la empresa en tres entidades independientes, todas con cotización en Bolsa.
Mientras, el fabricante de vehículos eléctricos estadounidense Tesla obtuvo resultados por debajo de lo esperado para el cuarto trimestre, afectado por un descenso del precio de venta de sus vehículos.
Los ingresos netos cerraron el 2023 con una caída del 39%, comparado con igual trimestre de 2022.
Tesla advirtió además que el ritmo de crecimiento de ventas podría ser "notablemente inferior" este año.
Ford despedirá, por su parte, 1.400 empleados en su planta de Dearborn, Detroit, donde se fabrican las camionetas eléctricas. Ford reducirá a la mitad la producción de las F-150 eléctricas.
Una huelga de seis semanas de los trabajadores afiliados al sindicato automotor estadounidense UAW redujo las ventas de Ford en unos 100.000 vehículos y le costó a la empresa 1.700 millones de dólares en beneficios perdidos, dijo la automotriz en un reciente informe.
Los gastos adicionales del acuerdo laboral vigente durante los próximos cuatro años y ocho meses sumarán 8.800 millones de dólares hasta el final del contrato
Tras cerrar 20 establecimientos en 14 estados durante el año pasado, Walmart prescindirá en febrero de dos grandes tiendas en California.
RiteAide está en proceso de cerrar este año más de 140 tiendas, al igual que las farmacias CVS que concluyen la eliminación de 900 establecimientos, mientras que Walgreens tiene planes de eliminar 150 locales antes de agosto.
BigLots ya se refirió a la liquidación de decenas de locales comerciales en Nueva York, Carolina del Norte e Illinois. Pero la lista de empresas con previsiones de cierres y despidos en 2024 se hace casi interminable.
FUENTE: Con información de AP, AFP y otras fuentes.