domingo 20  de  abril 2025
EEUU/CRISIS

First Republic Bank al borde de la quiebra, pese a rescate

Podría ser el cuarto banco en declararse insolvente, una señal de que continúa la crisis financiera en Estados Unidos
Por Leonardo Morales

MIAMI- Como dijo el presidente ejecutivo de JPMorgan Chase, Jamie Dimon, la crisis bancaria en Estados Unidos no ha terminado y causará efectos negativos durante los próximos años.

Lo confirma la tormenta que atraviesa el First Republic Bank, agudizada de forma vertiginosa desde el lunes 24 de abril y después de haber recibido un rescate de 30.000 millones de dólares semanas atrás, aportados por 11 entidades financieras.

Al parecer, la medida ha sido insuficiente después de las campanadas de auxilio del First Republic, que en apenas una semana ha perdido más del 50% del valor de sus acciones en Wall Street. Cientos de clientes han extraído de sus depósitos más 100.000 millones de dólares y la tendencia se mantiene.

Semanas atrás, la quiebra de Silvergate Bank, Silicon Valley y Signature Bank abrieron una crisis financiera en EEUU que no ocurría desde el 2008 con la bancarrota del Washington Mutual, absorbido por JPMorgan Chase Bank.

El cielo nublado

Las alarmas retumbaron en Washington, donde el gobierno federal tuvo que salir al rescate de los tres bancos para calmar los mercados bursátiles y evitar que se disipara la confianza en la solidez y estabilidad del sistema financiero estadounidense.

En medio de una situación económica totalmente adversa y con acciones arriesgadas y agresivas de la Reserva Federal (fed o Banco Central), los pequeños y medianos bancos sienten ya los vientos del huracán que se esperaba en 2023.

El gobierno de Joe Biden y la extrema izquierda se encargaron de descarrilar la fuerte y sostenida recuperación tras la pandemia de COVID-19, que comenzó en marzo del 2020 y que paralizó a casi todo el planeta.

La estrategia en ese entonces dio resultados sorprendentes y en julio de ese mismo año la economía estadounidense arrancó con un proceso envidiable de restablecimiento. El índice de inflación cerró el 2020 en 1,4%.

Año y medio después de la llegada de la administración Biden, el nivel inflacionario ascendió al 9,1%, el peor en las últimas cinco décadas. Ahora registra un 5%, cifra de la que discrepan algunos expertos independientes y conservadores, quienes la consideran mucho mayor por los altos precios.

La elevada inflación durante más de 24 meses obligó al Banco Central a llevar la tasa de interés referencial al 4,75%-5,00%, con anuncios de continuar el alza.

En febrero de 2022, la tasa era de 0%-0,25% como parte del paquete de medidas implementado por el gobierno del expresidente Donald Trump para salir de la recesión causada por la pandemia.

Menos préstamos y más caros

Las altas tasas de interés han complicado la capacidad de préstamos, junto al desplome durante meses de las acciones de las grandes tecnológicas y la fuerte caída de las ventas de viviendas durante más de un año de forma consecutiva, las de vehículos y otros bienes duraderos como propiedades adicionales para inversiones o estancias vacacionales.

La inflación en EEUU es "generalizada" y el camino hacia un alza de precios reducida y estable podría ser largo y difícil, advirtió Lisa Cook, prominente miembro del Comité Regulador de la Fed.

Las diversas medidas utilizadas para calcular la inflación "han superado sus picos, pero sigue elevada, lo que sugiere que la inflación se ha generalizado en la economía", recalcó Cook en un discurso en la Universidad de Georgetown, Washington.

First Republic Bank batalla contra la quiebra

El lunes 24 de abril, First Republic Bank cayó más del 20% en Wall Street, al siguiente día se derrumbó un 49%. Este desplome significa que perdió más de 90% de su capitalización bursátil desde inicios de marzo.

El miércoles 26 de abril, el banco regional estadounidense siguió en caída libre con una pérdida de 30%, alimentando las preocupaciones sobre las condiciones de otorgamiento de créditos en EEUU.

Los resultados trimestrales de First Republic dieron cuenta de una pérdida del 41% de sus depósitos entre finales de 2022 y finales de marzo.

Al considerar el dinero depositado por 11 bancos estadounidenses en una alianza de salvamento convocada por JP Morgan Chase, los depósitos cayeron 72.000 millones de dólares en el primer trimestre, 41% del total, para situarse en 104.000 millones a finales de marzo.

Si no se considera el aporte de los grandes bancos, la reducción fue de 102.000 millones de dólares.

La entidad anunció que establecerá medidas de ahorro, entre ellas una reducción de 20-25% de su plantilla de trabajadores en el segundo trimestre, pero quizás ni esto la libere del fuerte mal tiempo que enfrenta.

Además, explora la venta de entre 50.000 millones de dólares y 100.000 millones de dólares en valores e hipotecas a largo plazo en aras de salir de la crítica situación en la que se encuentra.

Los compradores potenciales, incluidos los grandes bancos, podrían recibir garantías o acciones preferentes como incentivo para comprar activos por encima de su valor de mercado.

El banco trata de apuntalar su balance para evitar ser incautado por la Corporación Federal de Seguros de Depósitos y despejar el camino para un posible aumento de capital; no obstante, es muy probable que necesite que el gobierno federal facilite negociaciones con algunos de los bancos más grandes del país para intentar estabilizarlo, lo que sería una alternativa mucho más barata que una quiebra de la empresa, según expertos.

Mercado bursátil y otros centros financieros

Para Edward Moya, de Oanda, "las acciones estadounidenses se debilitaron en Wall Street el 25 de abril por resultados de empresas dispares, el nerviosismo sobre el sector bancario y la noticia de que el presidente Joe Biden se presenta a su reelección".

"Es la primera jornada desde el 22 de marzo en la que los principales índices retroceden más del 1%", matizó Steve Sosnick, estratega en jefe de Interactive Brokers

"Fue un poco atemorizante del lado de los bancos", reconoció Sosnick, quien destacó la caída de las acciones de otras entidades regionales como PacWest (-8,92%) y Western Alliance (-5,65%).

Los grandes del sector también hicieron agua, con descensos entre el 2% y 3%, desde Bank of America hasta JPMorgan, pasando por Citigroup.

El día del anuncio de la quiebra del Silicon Valley, Silvergate y del Signature otros centros financieros regionales también elevaron la tensión al perder gran parte de su potencial operativo, que dio inicio a un nuevo sendero oscuro en la historia financiera del país, y que posiblemente apenas comienza.

En esa fecha, la californiana PacWest cedía (-54,74%), Western Alliance (-82,47%) con sede en Phoenix (Arizona) o Zions Bancorporation (-31,60%), de Salt Lake City (Utah).

Esos resultados han continuado su impacto negativo en el sistema financiero estadounidense, opinan expertos.

Y el temporal se extiende a la Casa Blanca cuando semanas antes de la crisis bancaria renunciaba el principal asesor económico de Biden y ahora su más importante consejera sobre política interna, Susan Rice, la exconsultora de seguridad nacional del expresidente Barack Obama y embajadora de Naciones Unidas.

En la mitad del mandato presidencial y con una economía en números rojos, Brian Deese, anunció su dimisión. Una tempestad similar deja Rice en la política de EEUU.

Para contener la desesperación de los mercados y de millones de clientes no sólo en EEUU, sino en el mundo, el presidente Joe Biden, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen y el máximo responsable de la Reserva Federal, Jerome Powell tuvieron que salir al ruedo público para presentar “una situación bajo control de Washington”, con un depósito en el First Republic Bank de 30.000 millones de dólares y otros $300.000 millones disponibles para la emergencia.

Todo parecía cierto hasta que el presidente ejecutivo de JP Morgan Chase, Jamie Dimon, dijo lo contrario el 4 de abril en su informe anual de 43 páginas dirigido a inversionistas: "La crisis bancaria actual no ha terminado, e incluso cuando haya quedado atrás, habrá repercusiones durante años", puntualizó Dimon en un mensaje que abarca diversos temas, desde los resultados de JPMorgan hasta la geopolítica y las regulaciones financieras.

Luego de las tensiones de marzo, "las condiciones financieras probablemente se volverán más ajustadas, los financistas se volverán más prudentes y no sabemos si eso afectará los gastos de consumo", reflexionó Jamie Dimon.

Por eso, para enfrentar riesgos de impactos, en particular por créditos hipotecarios con fines de instalaciones comerciales o en tarjetas de crédito, los grandes bancos han separado reservas de liquidez.

El éxodo de depósitos

¿Hacia dónde fue el dinero que los clientes extrajeron de pequeños y medianos bancos?

Para evitar el contagio de retiros masivos de dinero en otros bancos, el gobierno federal priorizó la estabilización de las entidades en quiebra en marzo y aseguró los fondos de clientes, sin importar la cantidad mediante un programa de rescate.

La ley federal garantiza en este tipo de situaciones hasta 250.000 dólares. Por esta razón y en busca de seguridad y menor riesgo de quiebra, miles de clientes abrieron sus cuentas en los grandes bancos estadounidenses como Citigroup, Wells Fargo, Bank of America y JPMorgan Chase, el mayor beneficiado hasta ahora por la crisis.

El First Republic Bank sería el cuarto banco en declararse insolvente si finalmente ocurre, lo que demuestra que la crisis financiera en EEUU está lejos de concluir. Al igual que el Washington Mutual en el 2008, podría ser comprado por otros, pero -hasta ahora- nadie ha querido los problemas del First Republic, mucho menos en la situación económica actual del país.

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