WASHINGTON- El secretario de Salud de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., acusó a las instituciones sanitarias del país de "robar la salud de los niños" y sugirió que corran la misma suerte que USAID, la agencia para el supuesto desarrollo internacional que el presidente Donald Trump quiere reducir al máximo tras el hallazgo de un mar de fraude, sobornos y alta corrupción.
Durante su investidura en la Casa Blanca, el sobrino de 71 años del expresidente John F. Kennedy se emocionó al recordar su primera visita al despacho oval en 1969 y atribuyó su ascenso a la intervención divina.
"Veinte años de oraciones para resolver enfermedades crónicas de los niños finalmente fueron escuchadas: "Dios me envió al presidente Trump", dijo el nuevo secretario de Salud.
Kennedy argumentó que, aunque USAID fue fundada por su tío con nobles intenciones, desde entonces se ha convertido en un "siniestro propagador del totalitarismo".
Apoyó la embestida de Trump contra la agencia de desarrollo internacional y añadió: "queremos hacer lo mismo con las instituciones que roban la salud de nuestros niños".
Antes de las elecciones, Kennedy prometió desmantelar la "corrupta" Administración de Alimentos y Medicamentos y pidió recortes a los Institutos Nacionales de Salud, a los que acusó de sobreenfatizar las enfermedades infecciosas a expensas de la investigación sobre las dolencias crónicas.
A quienes le acusan de ser un antivacunas les dice que solo aboga por políticas de "sentido común".
"Pruebas correctas y consentimiento"
"Las vacunas deben probarse correctamente, deben ser seguras y todo el mundo debe tener un consentimiento informado", afirmó.
RFK Jr., como se le conoce, fue confirmado por el Senado por 52 votos contra 48 con la esperada oposición de los demócratas en un partido denominado por la ultraizquierda. Se convierte así en la última incorporación polémica al gabinete del presidente Trump.
Pasa a dirigir un departamento con más de 80.000 empleados y un presupuesto de 1,7 billones de dólares, y las tasas de vacunación en declive junto a graves problemas de décadas que hacen de la salud pública la insatisfacción de la mayoría de los estadounidenses
El jefe de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, que pide que Estados Unidos reconsidere su decisión de salirse de la OMS, lo felicitó en la red social X.
Kennedy también ha reiterado, como lo han hecho científicos prominentes y Premios Nobel de Medicina, que las vacunas contra el COVID-19 fueron las "más mortales" jamás creadas y puso en mucha duda que los gérmenes causen enfermedades infecciosas.
Durante las audiencias de confirmación en el Senado, los demócratas denunciaron posibles conflictos de intereses de Kennedy, por haber percibido lucrativos honorarios como consultor de bufetes de abogados que demandan a compañías farmacéuticas.
El secretario de salud también se ha referido a la deficiente atención de salud mental en el país y al uso excesivo de antidepresivos que en algunos casos han desencadenado en personas que deciden ejecutar tiroteos en escuelas y en otros lugares.
Solo un republicano votó en contra: el exlíder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, un sobreviviente de la polio y un abierto enemigo de Trump y sus seguidores.
Kennedy lanzó una candidatura independiente para las elecciones presidenciales de 2024, al ser marginado en su propio partido por su posiciones contrarias a la extrema izquierda que domina el bando azul.