WASHINGTON — La Reserva Federal está lista esta semana para elevar su tasa de interés de referencia por octava vez desde marzo de 2022, pero es probable que esta vez el aumento sea menor y anuncie algunos ajustes en su política.
Algunos economistas alineados a las políticas de la Casa Blanca desean desde hace meses una señal de una eventual pausa en su agresiva estrategia de aumentar los costos de los préstamos. Pero lo realmente cierto es que el presidente de la institución, Jerome Powell, enfatice que la campaña de la Fed para controlar la inflación está lejos de terminar, como ha reiterado en declaraciones recientes.
Los precios de los alimentos y algunas materias primas han seguidos en aumento. La carne, embutidos y los huevos de gallina se han disparado en las últimas semanas, en especial las posturas de aves.
Al finalizar la reunión el miércoles, se espera que el comité de políticas de la Fed de 19 miembros aumente entre 0,25% y 0,50% su tasa de referencia, que afecta a muchos préstamos comerciales y de consumo. Al hacerlo, elevaría la tasa a un rango de 4,50% o 4,75%, su nivel más alto en 15 años.
La Fed subió en un principio un tibio 0,25%, en dos ocasiones 0,50% y luego cuatro de 75 antes de eso.
Los aumentos sustanciales de las tasas del año pasado reflejaron un acuerdo casi unánime entre los funcionarios de la Fed de que necesitaban actuar rápidamente para encarecer los créditos y así enfriar el peor brote de inflación en más de 40 años. Pero con signos de un crecimiento económico más débil, junto con lecturas de inflación cada vez más bajas, descensos en el gasto del consumidor e incluso algunos signos de desaceleración en el mercado laboral, la Fed ahora avanza por un terreno más traicionero.
Menos consumo, despidos masivos y freno en las contrataciones podrían ayudar a aliviar aún más la inflación, sin embargo, el la administración de Joe Biden y la extrema izquierda sigue regalando miles de millones de dólares a entidades, organizaciones y gobiernos en todos el mundo. Hasta un estipendio durante 6 meses, de forma insólita, entregó Biden a policías y miembros del ejército en Líbano.
La guerra de Ucrania ha costado a los contribuyentes más de 100.000 millones de dólares y la Casa Blanca acaba de enviar $125 millones para comenzar a reparar el sistema eléctrico en algunas regiones de Ucrania. Todos saben que es apenas el comienzo de otro pretexto para continuar con las regalías.
Además de la irresponsabilidad del actual gobierno, a muchos economistas e inversionistas de Wall Street les preocupa que la Reserva Federal aumente demasiado las tasas y las mantenga así por mucho tiempo, lo que agudizaría la recesión que sufre el país desde hace meses y que el gobierno se niega a reconocer en plena complicidad con los grandes medios de extrema izquierda.
Los encargados de las políticas del Banco Central insisten en que, si no siguen el combate a la inflación con la restricción de los créditos, esta podría volver a repuntar y se requerirían medidas aún más dolorosas para sofocarla.
Ante tanta incertidumbre, varios de los funcionarios han dicho que están a favor de aumentos de tasas más pequeños para tener tiempo de evaluar su impacto.
FUENTE: Con información de AP