WASHINGTON- El Senado de Estados Unidos aprobó el martes el plan de inversión en infraestructura de 1,2 billones de dólares.
domingo 13
de
octubre 2024
Tras meses de negociaciones, este paquete descrito por la Casa Blanca como "histórico", fue aprobado por mayoría simple, con el respaldo de varios republicanos.
Pero su futuro parece más incierto en la Cámara de Representantes, donde surgieron fisuras dentro de la estrecha mayoría demócrata, entre el ala extremista y los centristas. Es probable que las negociaciones sean duras y que la votación final en el Congreso no llegue hasta el otoño boreal.
El plan de inversión en infraestructuras prevé 550.000 millones de dólares de nuevo gasto federal en carreteras, puentes, transporte, Internet de banda ancha y cambio climático.
Si se tiene en cuenta la reorientación de otros fondos públicos existentes, se llega a un total de 1,2 billones de dólares, el equivalente al PIB de España en el 2020.
Es un acuerdo "histórico", según Joe Biden, quien fue senador durante tres décadas.
Joe Biden está en la Casa Blanca "desde hace solo siete meses y el Senado está a punto de pasar el primer gran paquete de infraestructura en más de una década" con apoyo de los republicanos, había dicho el jefe de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, poco antes de la votación.
El expresidente republicano Donald Trump calificó el acuerdo como "una vergüenza". Al menos tres senadores republicanos que participaron en las negociaciones finalmente decidieron votar en contra. El influyente líder, Mitch McConnell, dio su voto a favor.
El acuerdo entre estos republicanos y los demócratas durará muy poco.
El presupuesto
Ahora que el plan de infraestructuras se adoptó, el Senado se vuelca a examinar otra parte importante del programa de Joe Biden: un presupuesto de 3,5 billones de dólares, o sea, casi el equivalente al PIB en 2020 del gigante económico alemán en ahora la llamada "infraestructura humana".
Esto supone una avalancha de gasto social en educación, salud, mercado laboral y clima, incluyendo medidas de transición energética diseñadas para "poner a Estados Unidos en camino de cumplir" los ambiciosos objetivos climáticos de Joe Biden, que consisten en reducir a cero los niveles de contaminación en el sector energético estadounidense para el 2035 y hacer que la economía del país sea neutra en carbono para 2050.
Analistas consideran que el gasto en planes improductivos en momentos de recesión causará un efecto contraproducente y devastador la economía.
Es el "proyecto de ley más importante para los trabajadores, los ancianos, los enfermos y los pobres desde FDR (el presidente Franklin Delano Roosevelt) y el New Deal de los años 30", dijo el senador socialista e independiente Bernie Sanders, presidente de la Comisión de Presupuestos.
Una "inversión única en una generación" para arreglar una economía que ahora es demasiado "injusta", según la Casa Blanca.
Los republicanos lo han definido como un gasto "loco y totalmente absurdo" y prometieron oponerse.
Para sortear su posible bloqueo en el Senado, los demócratas recurrirán a un procedimiento parlamentario que les permitirá aprobarlo sólo con sus votos (50 además del de la vicepresidenta Harris, que puede votar en caso de empate).
La batalla comenzará el martes con la votación de la resolución presupuestaria que perfila el proyecto de ley. Los senadores tendrán entonces hasta el 15 de septiembre para presentar el proyecto de ley definitivo con un importe final y los medios para financiarlo.
Estos dos puntos aún no cuentan con el apoyo unánime de los demócratas, pues algunos centristas ya han indicado que el proyecto de ley les parece demasiado caro.
También en este caso las negociaciones serán probablemente arriesgadas y es posible que la votación final en la Cámara no se produzca hasta octubre o incluso noviembre.
FUENTE: AFP