jueves 21  de  marzo 2024
RELACIONES

EEUU preocupado por las perspectivas sombrías de Venezuela

La diplomacia estadounidense ve como un paso para mejorar las relaciones “que el Gobierno de Venezuela permita a la nueva Asamblea Nacional ejercer su plena autoridad constitucional”

FRANK LÓPEZ BALLESTEROS
Especial

Una de las mayores preocupaciones del Gobierno de Estados Unidos respecto a Venezuela es la “perspectiva sombría que trae su economía” cuya recesión, inflación y escasez pueden acarrear consecuencias sociales y políticas impredecibles.

A ese panorama se suman las acciones del presidente Nicolás Maduro para silenciar a sus opositores, algunos de los cuales se encuentran en prisión.

De algo está convencida la administración del presidente Barack Obama en lo que respecta a Venezuela: hay una profunda crisis institucional que está debilitando la democracia, la economía es una bomba de tiempo, y de ser necesario aplicar nuevas sanciones contra funcionarios corruptos o violadores de derechos humanos, saldrían a relucir nuevas listas de impugnados.

“EEUU sigue preocupado por las perspectivas sombrías de Venezuela. Nos mantenemos vigilantes ante el deterioro de la situación económica, incluyendo una profunda recesión, la escasez de productos, y la inflación”, expresó un funcionario del Departamento de Estado interrogado por DIARIO LAS AMÉRICAS sobre la relación entre los dos países.

La inflación en Venezuela para 2015 fue de 180,9%, la más alta del mundo, debido principalmente a la caída de los precios del petróleo y la baja producción nacional por la falta de dólares. Esto también impactó el comercio con EEUU, cuyo intercambio comercial en 2015 cerró en $20.856 millones, una caída de 41,2% en comparación a 2014, según el Census Bureau.

Caracas y Washington no terminan de avanzar en una agenda clara que les permita salir del inmovilismo en el que están sus relaciones, lo que ha impedido el trabajo pleno en cooperación antidroga y lucha contra la corrupción que tanto están afectando a la nación suramericana.

Para la Casa Blanca los contactos con Venezuela se complican “por las falsas acusaciones de Maduro y otros funcionarios de alto rango de que EEUU ha estado librando una guerra económica contra Venezuela y que tratan de socavar su gestión”, acotó la fuente, quien pidió no revelar su identidad.

“Hemos llamado al diálogo entre todos los actores políticos para hacer frente a los retos de Venezuela. También seguimos pidiendo la liberación de los presos políticos, entre ellos el líder opositor Leopoldo López”, agregó el funcionario, para quien la escalada de violencia política contra detractores al Gobierno es un escollo en los contactos con EEUU.

“Nuestra preocupación es por las acciones para silenciar a opositores, eso lo que ha conducido es a un clima de intimidación, represión y polarización política”, manifestó la fuente.

La diplomacia estadounidense ve como un paso para mejorar las relaciones “que el Gobierno de Venezuela permita a la nueva Asamblea Nacional (AN) ejercer su plena autoridad constitucional” tras hacerse con la mayoría calificada en las elecciones del 6 de diciembre pasado.

“Estamos profundamente preocupados por las decisiones del Tribunal Supremo de Justicia que limitan la autoridad de la AN recién elegida, porque  socava la democracia de Venezuela… por eso hemos seguido pidiendo que se respete la voluntad del pueblo y de la separación de poderes”.

12 meses tensos

Hace un año, el 28 de febrero de 2015, el presidente Maduro, enardecido, exigió al Departamento de Estado que redujera su personal acreditado en la embajada estadounidense en Venezuela, en respuesta a las sanciones que se aplicaron a siete altos funcionarios de su Gobierno acusados de violar derechos humanos.

"Se acabaron las reuniones conspirativas de estos funcionarios", manifestó y luego señaló “ellos tienen 100 funcionarios y nosotros 17 allá. No; términos de igualdad entre los estados" desde ahora, subrayó.

No obstante, EEUU continúa operando hoy con igual número de diplomáticos en su embajada en Caracas, y como dicta la Convención de Viena, notifica las reuniones que a su juicio correspondan al Ministerio de Relaciones Exteriores venezolano.

Además, Maduro reclamó visado a los estadounidenses que desearan viajar a Venezuela; este es el único punto que se ha cumplido a cabalidad hasta la fecha. Ambos gobiernos sostuvieron en 2015 varios encuentros que terminaron aplazando o suprimiendo la decisión sobre el personal de las embajadas de ambos países.

Las relaciones se deterioraron con fuerza en 2015 a raíz de las sanciones impuestas por la Casa Blanca, con presión del Congreso, contra medio centenar de funcionarios del Gobierno venezolano y sus familias, a quienes acusó de violar los derechos humanos durante las protestas estudiantiles de 2014, así como por casos de corrupción.

Pero si estas medidas contra funcionarios del chavismo son para el Palacio de Miraflores una espina en las relaciones bilaterales, Washington parece estar convencida de que es un “mecanismo soberano” para ejercer presión que no dejará, por lo que no descarta que publique nuevos nombres.

“Continuamos trabajando estrechamente con el Congreso de nuestro país y otros en la región para apoyar un mayor espacio político en Venezuela… Nuestra capacidad soberana de sancionar a los funcionarios que cometieron abusos contra los derechos humanos y socavaron la gobernabilidad es consistente con estos esfuerzos”, refirió el funcionario, quien declinó precisar nombres o cargos a los que se les aplicó medidas.

Entre 2008 y 2015, a 80 altos cargos del Gobierno venezolano y 16 familiares de estos se les han aplicado sanciones como congelamiento de bienes o revocación de visado estadounidense, reveló una investigación de este periódico.

A pesar de que ambos países  se encuentran sin embajadores desde 2010, el año pasado se dieron tres encuentros formales entre altos funcionarios de los dos gobiernos, y por EEUU estuvo a la cabeza Thomas Shannon, consejero del Departamento de Estado, quien en junio se reunió en Haití, entre otros, con el ahora expresidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello.

Imagen del consejero del Departamento de Estado de EEUU, Thomas Shannon (i) y el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Diosdado Cabello (2d) (CORTESIA/lapatilla.com)

La figura de Cabello es polémica para la relación bilateral conforme líderes republicanos aseguran que el número dos del chavismo está siendo investigado por nexos con el narcotráfico en EEUU y es quien se opone a un entendimiento entre Washington y Caracas.

El arresto en noviembre pasado de dos sobrinos de la primera dama venezolana, Cilia Flores, acusados por EEUU de nexos con el narcotráfico, agudizó las relaciones y Caracas denunció que ambos habían sido víctimas de un secuestro. Además, varias cortes de distrito están adelantando investigaciones contra funcionarios venezolanos, revelaron medios estadounidenses.

A pesar de las tensiones entre los dos países con la llegada de Hugo Chávez a la presidencia, en 1999, la política no ha marcado de fondo el intercambio comercial.  EEUU, el primer socio comercial del país, continúa siendo el principal cliente importador de petróleo venezolano con una venta diaria de 800.000 barriles promedio en 2015, según los datos del Departamento de Energía.

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