En menos de tres meses, el expresidente de EEUU y candidato presidencial republicano ha sido víctima de dos atentados contra su vida, algo sin precedentes en la historia del país
Donald J. Trump, presidente #45 de Estados Unidos y candidato presidencial republicano.
AP/ Alex Brandon.jpg Entrada a la mansión de Mar-a-Lago.
AP/Lynne SladkyWEST PALM BEACH- El sospechoso de haber intentado asesinar al expresidente Donald Trump, también candidato republicano a la Casa Blanca, fue acusado este lunes por delitos de posesión ilegal de armas, en su primera comparecencia ante un juez federal de Florida.
El atacante Ryan Wesley Routh, de 58 años, acampó en un campo de golf con comida y un fusil por casi 12 horas antes de que un agente del Servicio Secreto lo viera y abriera fuego en áreas de la residencia de Mar-a-Lago, según documentos presentados al tribunal el lunes.
El sospechoso "se creyó la retórica de Biden y Harris, y actuó en consecuencia", declaró Trump a Fox News. "Su retórica está provocando que me disparen", añadió.
En un correo electrónico a sus partidarios, Trump dijo: “Hubo disparos cerca de mí, pero antes de que los rumores empiecen a descontrolarse, quería que escuchasen esto primero: ¡estoy a salvo y bien!”. Y añadió: “¡Nada me frenará. ¡No me rendiré nunca!”.
Se desconoce si el incidente afectará su calendario de campaña.
Para el lunes por la noche Trump tenía previsto hablar en vivo en la red social X sobre criptodivisas desde Florida, con motivo del lanzamiento de la plataforma de criptomonedas de sus hijos. El martes tenía programado celebrar una audiencia pública en Flint, Michigan, con su exsecretaria de prensa, la gobernadora de Arkansas Sarah Huckabee Sanders, seguida de un mitin el miércoles en Long Island, Nueva York.
Routh compareció brevemente en un tribunal federal en West Palm Beach, donde respondió preguntas de rutina sobre su estatus laboral e ingresos. Esposado y con un traje de presidiario azul, sonrió al hablarle al abogado de oficio y revisó documentos previo a la comparecencia inicial. El abogado se negó a formular declaraciones al concluir la audiencia.
Routh fue arrestado el domingo en la tarde luego que agentes del Servicio Secreto notaron el cañón de un arma asomado desde unos arbustos en el campo de golf donde Trump jugaba. Según versiones, en la agenda del expresidente no estaba jugar al golf, lo que levanta más sospechas de cómo el acusado sabía que su objetivo se encontraba allí.
Los fiscales pidieron que sea retenido. Un juez federal programó más audiencias para los próximos días.
El fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, prometió desplegar "todos los recursos disponibles" para investigar el último intento de asesinato contra el candidato republicano a la Casa Blanca Donald Trump.
Sin embargo, del primer atentato en el que Trump fue herido de bala en su oreja derecha por los disparos del atacante, aún se conoce bien poco de la investigación y si realmente avanza. En ese entonces, el Departamento de Justicia hizo la misma promesa.
Lo cierto es que en menos de tres meses (9 semanas), el candidato republicano a la Presidencia ha sido víctima de dos atentados contra su vida. Ambos han sido perpetrados con armas de largo alcance y calibre. El primero a apenas 125 metros de distancia del podio donde hablaba a miles de seguidores en Butler, Pennsylvania, uno de los estados clave en los comicios del 5 de noviembre.
El expresidente reiteró que los dos ataques armados en su contra son impulsados por "la retórica" de la catalogada socialista, Kamala Harris, y del fustigado Joe Biden.
Trump salió con vida por un milagro del primer intento de asesinato en julio. Un ligero movimiento de su rosto al hablar le evitó la muerte. El disparo iba directo a su cabeza.
Pero a pocos días del suceso, los medios de prensa izquierdistas en EEUU dejaron de hablar del tema y no volvieron a mencionar siquiera el histórico y trágico suceso, mucho menos la investigación.
El principal objetivo en las últimas semanas de los medios liberales ha sido crear una imagen ficticia y edulcorada de la cuestionada Kamala Harris para mover estados de opinión a su favor entre los votantes, a escasos días de las elecciones presidenciales. Lo han hecho mediante un insólito bombardeo de artículos de críticas a Trump y de sobrados e inmerecidos elogios a Harris.
"Estamos agradecidos de que el expresidente esté a salvo", dijo Garland en un comunicado. "Trabajaremos incansablemente para garantizar que se rindan cuentas y utilizaremos todos los recursos disponibles en esta investigación", añadió.
Garland es uno de los enemigos acérrimos de Trump y ha hecho hasta lo imposible por condenarlo y llevarlo a prisión bajo las órdenes de la Casa Blanca; en contra de la democracia y de la independencia, poder y de la ética que debería tener el sistema judicial estadounidense.
Garland ha sido hasta ahora quien ha facilitado el descrédito de la imagen de Trump y una persecución política sin precedentes en la historia del país contra un expresidente de EEUU.
Wesley Routh, de 58 años, fue acusado por posesión ilegal de un arma de fuego y por posesión de un arma con la serie de identificación borrada. Se espera que Routh se enfrente a otros cargos más graves en una comparecencia posterior.
El domingo por la tarde Trump se encontraba en su club de golf en Florida (sur) cuando se escucharon "disparos" cerca, según su equipo.
Routh fue detenido el domingo después de que un agente del Servicio Secreto advirtiera que el cañón de un rifle apuntaba hacia los arbustos del Trump International Golf Course, a unos 365 metros (400 yardas) de distancia..
Los agentes, que estaban desplegados en una burbuja de seguridad móvil que se extendía uno o dos hoyos por delante del expresidente, "se enfrentaron" a un individuo, dijo Rafael Barros, del Servicio Secreto estadounidense.
Un agente disparó y el agresor soltó el fusil y huyó en una camioneta SUV, dejando atrás el arma de fuego junto con dos mochilas, una mira telescópica utilizada para apuntar y una cámara GoPro, dijo el jefe policial del condado Palm Beach, Ric Bradshaw. El hombre fue detenido más tarde en un condado vecino.
Tenía una actitud tranquila y no mostró emociones cuando la policía lo detuvo, ni hizo preguntas sobre por qué lo detenían, dijo el jefe policial William Snyder.
Se trata del episodio perturbador más reciente en un año de campaña marcado por la agitación y los incesantes esfuerzos de la izquierda y de la extrema izquierda por evitar que Trump regrese a la Casa Blanca.
El 13 de julio, Trump recibió un disparo durante un mitin en Butler, Pennsylvania. Ocho días después, Joe Biden se retiró de la contienda presidencial y le "cedió", de forma forzada por sus críticas a su estado de salud mental y las encuestas, su camino a la controversial vicepresidenta Kamala Harris.
El nuevo atentado generó más preguntas sobre las operaciones de protección del Servicio Secreto, después de que la agencia reconoció graves "errores" en la prevención del intento de asesinato contra Trump a mediados de julio.
Un correo electrónico a personal del equipo de campaña de Trump señaló: “Este no es un asunto que nos tomemos a la ligera. La seguridad de ustedes siempre es nuestra máxima prioridad. Les pedimos que se mantengan atentos en sus actividades diarias”.
“A medida que entramos a los últimos 50 días de la campaña del presidente Trump, debemos recordar que sólo podremos salvar a Estados Unidos de los que intentan destruirlo si trabajamos juntos como un solo equipo”, añadió.
En la red social X, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, consideró prioritario "tener respuestas para comprender cómo el presidente Trump pudo haber sufrido varios intentos de asesinato".
Trump "no es el presidente en ejercicio, si lo fuera, habríamos rodeado completamente el campo de golf (donde se encontraba el domingo), pero como no lo es, el sistema de seguridad se limita a los lugares elegidos por el Servicio Secreto" que "hizo lo que tenía que hacer", comentó Bradshaw.
FUENTE: Con información de AFP, AP y otras fuentes.
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