martes 17  de  junio 2025
CRISIS MIGRATORIA

Alcalde de Nueva York culmina su visita por Latinoamérica

Nueva York se ha vuelto el lugar de arribo de miles de migrantes. Sólo desde la primavera de 2022, ya son más de 122.000 personas en busca de asilo

BOGOTÁ.- El alcalde de Nueva York, Eric Adams, concluye una gira de cuatro días por Latinoamérica pensada para tratar de disuadir a la gente de buscar asilo en su ciudad, justo a las puertas de uno de los lugares por los que muchos migrantes tienen que realizar una peligrosa travesía en su camino a Estados Unidos: la selva del Tapón del Darién.

Procedente de México y Ecuador, Adams tuvo previsto acudir el sábado a Necoclí, un pequeño pueblo costero del Caribe colombiano que desde hace varios años sirve de paso a migrantes de distintas nacionalidades y que es la puerta de acceso al Darién, una inhóspita selva que une Colombia con Panamá.

En Necoclí, la suerte de los migrantes se divide entre quienes tienen dólares en el bolsillo y los que no. De los que tienen dinero, incluidos latinoamericanos y asiáticos, duerme en casas u hoteles por un alquiler de al menos 10 dólares. El resto permanece en la playa con carpas de plástico o a la intemperie cubiertos apenas con una manta.

Nueva York arribo de migrantes

Nueva York se ha vuelto el lugar de arribo de miles de migrantes. Sólo desde la primavera de 2022, ya son más de 122.000 personas en busca de asilo.

Al inicio de su gira, el jueves, Adams envió desde México un mensaje claro a los migrantes : “Mi casa es su casa”, pero “no tenemos más espacio” en Nueva York.

En la mañana del sábado, había una una inusual presencia de policías ante la llegada de Adams a Necoclí. Hace unos meses, aquí se notaba sobre todo la presencia de haitianos; ahora se ven sobre todo venezolanos.

Los migrantes suelen estar dispuestos a soportar grandes penurias con tal de darle un vuelco a su vida en Estados Unidos, pese a que el gobierno del presidente Joe Biden anunció esta misma semana que reanudará las deportaciones de migrantes venezolanos.

Venezolanos buscan llegar a EEUU

“Sí, hemos escuchado que están empezando a deportar gente. Yo digo que a veces también es cuestión de suerte... si vienes solo tienes mucha posibilidad de que te deporten, pero si vienes con tu familia puede ser prioridad. Uno persigue el sueño hasta que uno dice: ‘hasta aquí puede llegar’”, aseguró Miguel Rubén Camacaro, un venezolano de 33 años, al lado de sus hijos de 3 y 11 años que intentaban cubrirse de la lluvia en Necoclí.

Por cada persona, los autodenominados “guías” cobran aproximadamente 350 dólares por llevarlos hasta “Loma de las banderas”, donde termina la frontera colombiana e inicia la de Panamá, el trayecto más peligroso. En la selva suelen ser víctimas de los “coyotes” y se arriesgan a todo tipo de peligros como la violación, extorsión, robos o incluso la muerte.

Pese a los peligros, Camacaro, asegura que prefiere la selva a “poner a aguantar hambre” a sus hijos, por lo que no le importa el llamado a detenerse que ha hecho el alcalde de Nueva York.

Para el venezolano, alguien como Adams "de repente lo ve de otra manera porque no ha pasado la situación que se está viviendo allá (en Venezuela)”. Dice que en su país, él apenas y ganaba cinco dólares al mes por conducir un autobús.

Pronunciamiento del Alcalde tras visita en Latinoamérica

“Nada es más humano y, nada es más americano que su derecho al trabajo, y creemos que es un derecho que debemos extender”, dijo Adams a periodistas reunidos en Necocli, un pequeño pueblo costero del Caribe colombiano que desde hace varios años sirve de paso a migrantes de distintas nacionalidades y que es la puerta de acceso al Darién, una inhóspita selva que une Colombia con Panamá.

“Si nos fijamos en Colombia, vemos que han demostrado realmente cómo absorber a los individuos en sus sociedades, y una de las formas más importantes de hacerlo es permitir que la gente trabaje”, añadió el alcalde, poco después de sobrevolar la zona en un helicóptero de la policía colombiana

Luego de ver las condiciones en que viven los migrantes en Necoclí, Adams dijo que le entristecía ver a decenas de familias con niños durmiendo en la playa mientras reúnen el dinero suficiente para iniciar el camino hacia el Darién.

“Lo que no quiero es que lo que vi en la zona playera de Colombia se repita en las calles de Nueva York”, dijo Adams más tarde a la prensa en Bogotá. “Todos queremos ayudar a tanta gente como sea posible, queremos mantener nuestros valores como ciudad de inmigrantes. Pero para ello necesitamos estabilizar la situación″, agregó.

FUENTE: AP

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