Cientos de miles entre la esperanza y la incertidumbre por la I-220A

No bastaron las casi 7 horas que duró el juicio en la Corte de Inmigración de Miami para que la jueza asignada tomara una decisión, sino que la emitirá por escrito, a través del sistema de la corte (EOIR Courts & Appeals System, ECAS), una vez que las representantes legales de Casanella (Kenia García y Eliany Aquiles) envíen un sumario o resumen del caso antes del 11 de julio.

La fecha determinada por la jueza resulta simbólica: en el cuarto aniversario de las protestas del 11J en Cuba, la Justicia de este país (EEUU) y en particular esta ciudad (Miami) decidirán si dar la espalda o el brazo a un opositor y activista por los derechos ciudadanos que cruzó un rosario de fronteras y ha padecido, como cientos de miles de cubanos, el sinvivir de la I-220A y la imposibilidad de regularizar su estatus migratorio bajo la Ley de Ajuste Cubano (CAA por sus siglas en inglés).

Caso excepcional

Para bien o para mal, la peculiaridad del caso de Casanella entre medio millón es que él lleva en las espaldas un historial de represión en Cuba que ha sido mediáticamente visibilizado y documentado, y se ha vuelto de alto perfil. Articulado de manera efectiva, su caso tendría el basamento para ser peleado y ganado en corte. Sin embargo, dado que la tasa de asilos concedidos en EEUU es de alrededor del 33% de los casos y puede variar significativamente dependiendo de factores como la nacionalidad del solicitante, la jurisdicción donde se procesa el caso y la representación legal, tanto los abogados como los comparecientes ante cortes de inmigración suelen aplazar todo lo posible esa pelea e incluso, estratégicamente, evitarla.

Para ello se valen de recursos como la moción para continuar y la moción para terminar procedimientos. Una buena noticia en ese sentido se dio a conocer el 16 de junio: el juez de inmigración en un caso defendido por la abogada Liudmila Armas Marcelo decidió terminar los procedimientos en corte basándose en el reciente 'Matter of Q Li', un fallo de la Junta de Apelaciones de Inmigración (BIA) que ha disparado las esperanzas de abogados. Emitido el 15 de mayo de 2025, este aclara cómo son tratadas bajo la ley de inmigración las personas que ingresan a los Estados Unidos sin inspección y son arrestadas cerca de la frontera. Respalda el argumento legal sostenido por defensores de personas con I-220A, de que estas eran solicitantes de admisión, sujetas a detención obligatoria según el artículo 235(b) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA). Por lo tanto, la liberación bajo la I-220A implica que la persona obtuvo la libertad condicional (parole) legalmente, incluso si no se emitió un documento formal de libertad condicional.

¿I-220A es un ‘parole’?

Sobre esa base y la argumentación de la abogada Armas Marcelo en una corte en El Paso, TX, el juez a cargo determinó que “la I-220A es un 'parole' y por tanto los 'respondents/ acusados' son elegibles para ajustar su estatus bajo la CAA. Con el logro de este bufete, se puede abrir el camino para casos venideros, aun cuando se trata de una decisión en un caso específico y no la "solución masiva" que se espera para las personas con I-220A, un documento que le ha sido adjudicado, discrecional y deliberadamente a más de medio millón de inmigrantes. En particular, a buena parte de los 850.000 cubanos que llegaron después de 2021, les ha afectado para sus procesos de ajuste. Y no les ha quedado otra opción que solicitar asilo.

Cuando pisan EEUU, muchos confían en que podrán acogerse sin inconvenientes a la legendaria Ley de Ajuste Cubano. El asilo político no suele estar en sus planes. Algunos, no cuentan con recursos para someter la aplicación (I-589) con abogados ni lo creen necesario porque piensan que tendrán el beneficio migratorio de convertirse en “refugiados cubanos” y obtener residencia bajo esta categoría, tal como han hecho millones a lo largo de décadas. Pero desde que la corte de apelaciones dictaminó en septiembre de 2023 que la I-220A no se puede utilizar como evidencia de entrada legal para obtener la residencia permanente mediante la Ley de Ajuste Cubano, las personas liberadas con este documento han ido de la esperanza a la incertidumbre una y otra vez.

‘No buenas noticias’

Una nueva decisión del Buró de Apelaciones (BIA), dada a conocer el 20 de junio en el contexto de la Conferencia Anual de Derecho Migratorio en Denver, Colorado, aborda la terminación de casos en corte por parte de cubanos que buscan ajustar su estatus bajo la Cuban Adjustment Act (CAA) ante USCIS.

“La terminación del proceso de deportación no está garantizada para permitir que un compareciente/acusado solicite el ajuste de estatus bajo la Ley de Ajuste para Refugiados Cubanos del 2 de noviembre de 1966 ante los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS), basándose únicamente en la especulación de que USCIS le concederá el permiso de permanencia temporal (parole) conforme a la sección 212(d)(5)(A) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad”, expresa el documento judicial.

“Desafortunadamente esta nueva decisión del BIA dificulta la terminación de casos en corte para aplicar por ajuste de estatus ante USCIS”, escribió en su perfil de Facebook la abogada Armas Marcelo. “No son buenas noticias”, valoró.

Ventana abierta

No obstante, una pequeña ventana continúa abierta. El argumento para terminar procedimientos basado en Q Li es un tanto diferente, toda vez que el juez reconoce que, según la Ley, la única forma de liberar a la persona que cruza la frontera era con parole y, por tanto, en casos en que se liberó a las personas con la I-220A, este documento sería ese parole en tales casos. Entonces, lejos de una cadena especulativa de supuestos, la persona ya contaría con el parole y sería elegible para ajuste. De modo que en estos casos la moción para terminar basada en elegibilidad para Ley de Ajuste no sería tan ‘especulativa’.

Mientras estas estrategias legales se dirimen, con el toma y daca de la Ley migratoria, Casanella y sus representantes llegaron al punto que la mayoría trata de evitar: la pelea por el asilo. En la nota de presentación de su perfil de Facebook, el hombre que entró a las 8 y salió pasadas las 3 PM de la Corte de Inmigración parece dar algunas claves: “Doy la vida por mi familia y mis amigos. Soy adicto a la ciencia, a la música y a la política. Nunca me rindo y creo que hay muy pocas cosas imposibles en el mundo. Casi todo es posible, pero tenemos que trabajar duro para lograrlo”.