MIAMI— La Gran Logia Unida de las Antillas y el Supremo Concejo del Grado 33 de la Lengua Española para el sur de los Estados Unidos emitieron una carta abierta en la que denuncian la injerencia del régimen cubano en los asuntos internos de la masonería en la isla.
En el documento, firmado por Guillermo Julien, Muy Respetable Gran Maestro, y Carlos Goicolea Vázquez, Soberano Gran Comendador, las organizaciones masónicas con sede en el exilio expresan su “profunda preocupación y absoluto rechazo” ante lo que califican como una “inaceptable intromisión” del régimen de La Habana, a través de su Ministerio de Justicia y la Oficina de Asuntos Religiosos del Partido Comunista.
La carta denuncia intentos por parte del gobierno cubano de intervenir en la designación del Gran Maestro de la Gran Logia de Cuba, así como maniobras para deslegitimar al Supremo Concejo del Grado 33 de la República de Cuba, una de las estructuras más representativas del Rito Escocés Antiguo y Aceptado en la nación caribeña.
“La masonería no puede ni debe ser sometida a presiones políticas, ideológicas o gubernamentales”, afirman los líderes masones desde el exilio. “Defender la independencia de nuestras obediencias no es solo un deber masónico: es un deber moral”.
En la declaración, la Gran Logia Unida de las Antillas y el Supremo Concejo expresan tres puntos clave:
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Su absoluto respaldo a los masones cubanos que “resisten con dignidad los intentos de cooptación del poder político”.
Su condena categórica a toda intervención que viole la soberanía de la Gran Logia de Cuba.
Su voluntad de colaborar con obediencias regulares de todo el mundo que rechacen la politización de la Orden.
El comunicado también reivindica la historia de la masonería en Cuba como una tradición de “valor, sacrificio y amor por la libertad”, y plantea que esta ha estado históricamente vinculada a los ideales democráticos y a las luchas por la soberanía nacional.
La declaración se produce en un contexto de creciente presión sobre organizaciones religiosas, fraternales y civiles en la isla, muchas de las cuales han denunciado un endurecimiento del control estatal sobre sus estructuras internas.
En este caso, los masones del exilio advierten sobre el peligro que representa la intromisión política para la autonomía de una institución que suele defender la libertad de conciencia y la fraternidad entre los pueblos.
CARTA ABIERTA JUNIO 2025.pdf