miércoles 25  de  septiembre 2024
coronavirus

Coronavirus: Afroamericanos en el lado débil de las estadísticas en EEUU

DIARIO LAS AMÉRICAS consultó a especialistas para crear un mapa de la situación social y sanitaria de las comunidades de la raza negra ante el coronavirus
Diario las Américas | GRETHEL DELGADO
Por GRETHEL DELGADO

MIAMI.- Desde hace días se puede leer en las redes sociales que las personas de la raza negra o afroamericanos son “inmunes” al coronavirus, entre otras teorías que, aunque son descabelladas, se replican con velocidad en internet.

La agencia de noticias AFP ha dedicado un artículo de fact check (verificación de datos) para dejar claro que por el momento no se ha demostrado que el color de la piel determine una mayor o menor susceptibilidad ante el coronavirus, COVID-19.

Otro rumor, que informa sobre la resistencia o no al COVID-19 de determinados grupos sanguíneos, fue desmentido por el medio argentino Chequeado, que también se dedica a analizar información difundida en internet.

En cuanto a los planteamientos que suponen que las personas de la raza negra podrían ser más débiles ante el coronavirus porque este afecta a las vías respiratorias, habría una explicación para ello, aunque no exactamente relacionada con el COVID-19.

Según un estudio de la Oficina del Centro de Recursos de Salud para Minorías (OMH por sus siglas en inglés) del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EEUU (HHS), los afroamericanos tenían casi tres veces más probabilidades de morir por causas relacionadas con el asma en comparación con la población blanca.

Además, la tasa de mortalidad de los afroamericanos es generalmente más alta que la de los blancos por enfermedades como asma, influenza y neumonía, según apunta esta entidad enfocada en la salud de las minorías.

Vale destacar que abril es el Mes Nacional de la Salud de las Minorías, oportunidad en la que se llama la atención sobre las afecciones de salud que puedan presentar comunidades hispanas, afroamericanas y asiáticas en EEUU.

OMH en Español on Twitter

Afroamericanos y COVID-19

Ahora bien, aunque haya una mayor incidencia de enfermedades respiratorias en estas personas, hasta ahora no hay datos suficientes ni investigaciones que prueben que los afroamericanos son más débiles ante el COVID-19.

Kurt Schesser, Ph.D., profesor en el Departamento de Microbiología e Inmunología de Miller School of Medicine, en la Universidad de Miami, dijo a DIARIO LAS AMÉRICAS que “hasta donde se sabe, no hay diferencias raciales en la susceptibilidad al COVID-19”.

El Dr. Schesser dirige (junto a sus colegas Arba Ager y Natasa Strbo) la Unidad de Investigación de Enfermedades Tropicales de la Universidad de Miami, que se encarga principalmente de evaluar terapias inmunológicas y farmacológicas para combatir la malaria.

Por su parte, Dushyantha T. Jayaweera MD, MRCOG (UK), FACP, profesor de Medicina en la Miller School of Medicine, de UM, indicó que “no hay datos que respalden que las personas de la raza negra corren un mayor riesgo de infección por COVID-19. Sin embargo, si tienen hipertensión, enfermedad cardíaca o diabetes, el riesgo aumenta. Pero, no es porque sean de la raza negra”.

Jayaweera es experto en enfermedades infecciosas y lidera numerosos ensayos en colaboración con la industria de medicamentos para pacientes con enfermedades virales, incluidos el VIH / SIDA y la hepatitis C (VHC). Además, ha publicado más de 50 artículos de investigación.

Desventaja social, desigualdad y poco acceso a la atención sanitaria

Si bien todos somos vulnerables al contagio del COVID-19, los afroamericanos podrían estar en desventaja debido a la posición social que ocupa una buena parte de esta población, las condiciones de vida y el acceso que tienen a los servicios de salud.

Así lo explica Connor Maxwell, analista de políticas del equipo de Raza y Etnia en el Center for American Progress. Maxwell señala que “una de cada seis personas de la raza negra no pudo ver a un médico en 2018 debido al costo, y el 32% ha experimentado discriminación racial al ir a un médico o clínica de salud”.

Para ayudarnos a comprender mejor estas desventajas, el analista afirmó que el coronavirus podría ser especialmente peligroso en la comunidad afroamericana o de la raza negra por tres razones.

“Primero, las políticas gubernamentales segregaron a millones de personas de la raza negra en áreas urbanas densamente pobladas donde el distanciamiento social es más difícil, lo que podría aumentar la exposición al coronavirus”, detalló el analista.

En segundo lugar, “las personas de la raza negra son mucho más propensas que las personas blancas a tener afecciones de salud crónicas graves, como asma y diabetes, porque estaban sistemáticamente restringidas a áreas con emisiones tóxicas de automóviles e instalaciones industriales y con menos acceso a tiendas de alimentos saludables y asequibles”.

Y por último enfatizó que “si las personas de la raza negra contraen el coronavirus, los obstáculos financieros y la discriminación podrían evitar que reciban la atención que necesitan”.

Maxwell dejó claro que “cualquier persona de cualquier raza puede contraer el virus, enfermarse gravemente e incluso morir a causa de él”. Según declaró, el problema radica en que “las políticas gubernamentales y las prácticas institucionales han expuesto a las comunidades negras a altos niveles de emisiones tóxicas y desechos peligrosos que aumentan el riesgo de desarrollar afecciones subyacentes, como el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica”.

Es entonces que “las personas que desarrollan estas afecciones tienen un mayor riesgo de enfermarse gravemente si contraen coronavirus”.

Por ejemplo, en su estudio, Maxwell recuerda algunos datos sobre el impacto del virus H1N1, en 2009. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), en solo un se reportaron 60.8 millones de casos de H1N1, 274,304 hospitalizaciones y 12,469 muertes en Estados Unidos.

Durante esa pandemia, agregó, “las personas de la raza negra tenían muchas más probabilidades de presentar enfermedades similares a la gripe y de experimentar hospitalización debido al virus H1N1”.

“Los datos también sugieren que las personas hispanas e indias americanas / nativas de Alaska en particular, sufrieron tasas de mortalidad relacionadas con el H1N1 mucho más altas que los estadounidenses blancos no hispanos”, destacó.

Por eso Maxwell refirió que “el hacinamiento urbano, la dependencia del transporte público, la ausencia de licencias pagadas por enfermedad y las barreras del idioma, contribuyeron a una mayor exposición y susceptibilidad al H1N1, así como a un tratamiento retrasado en las comunidades de la raza negra”.

¿Qué hacer?

“Si queremos vivir en una sociedad más equitativa, debemos hacer un cambio estructural, no uno de comportamiento”, zanjó el analista.

¿Por qué? Aunque para muchos no parezca haber problema alguno, “los afroamericanos han sido involucrados en medio de una emergencia de salud importante, no por sus elecciones individuales, sino como resultado de una larga segregación y opresión económica”.

De ahí que el analista resaltó la importancia de actuar a corto y largo plazo para limar diferencias y barreras. A corto plazo hay elementos que “podrían ayudar a reducir las barreras financieras para atender a las personas de la raza negra que contraen coronavirus, como ofrecerles pruebas y tratamiento sin costo, licencia familiar y médica remunerada, y la asistencia financiera directa”.

“A largo plazo, los legisladores deben trabajar para desmantelar las condiciones subyacentes que ponen en riesgo a las personas negras, incluida la segregación, el racismo ambiental y la discriminación racial en el sistema de salud”, acotó.

@GrethelDelgado_

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