MIAMI.- El huracán Francine, al tocar tierra en la costa de Luisiana y antes de degradarse a tormenta tropical, dejó fuera de servicio parte de la infraestructura energética a lo largo de la costa del Golfo de Estados Unidos, desde Luisiana hasta Alabama, informó la Administración de Información Energética de EEUU (EIA, por su sigla en inglés)
Más de 450,000 clientes seguían sin electricidad, principalmente en el suroeste de Luisiana. El resto del estado, al igual que Mississippi y Alabama, también se enfrentan a cortes de suministro eléctrico y se esperan más a medida que avance la tormenta.
Los cortes podrían durar hasta 10 días, alertó el ente oficial que ratificó que "actualmente, las operaciones de los generadores no están cerradas, pero las plantas nucleares han entrado en procedimientos de clima severo", informó la EIA. Las centrales nucleares mantienen el más alto estándar de seguridad operativa, protección, ciberseguridad y preparación para emergencias.
"Restablecer la energía es la máxima prioridad y la primera orden del día. Reunimos y organizamos la fuerza laboral necesaria para restablecer el servicio de manera segura y rápida a todos los clientes", acotó el ente oficial en un boletín informativo.
Los operadores de petróleo y gas natural en alta mar cerraron la producción a medida que se acercaba la tormenta, con aproximadamente el 42% de la producción de petróleo crudo y el 53% de la producción de gas natural en el Golfo de México fuera de servicio el jueves por la tarde, según datos compilados por la Oficina de Seguridad y Cumplimiento Ambiental (BSEE). Los operadores de 169 plataformas de producción de petróleo y gas natural en alta mar en el Golfo de México evacuaron a su personal, según la Oficina de Seguridad y Cumplimiento Ambiental (BSEE, por su sigla en inglés).
Refinación y exportación
Varias refinerías alrededor de Baton Rouge, Lake Charles y Nueva Orleans, con una capacidad de refinación combinada de aproximadamente 3 millones de barriles por día (b/d) o casi una sexta parte de la capacidad de refinación de los Estados Unidos, parecen estar funcionando a tasas reducidas, acotó la EIA.
En particular, ExxonMobil redujo la actividad de refinación en su refinería de Baton Rouge de 523.000 b/d. Varios puertos de la costa del Golfo de Estados Unidos, responsables de más del 95% de las exportaciones de petróleo crudo de los Estados Unidos (4 millones de b/d), han cerrado o han impuesto restricciones.
La trayectoria del huracán no afectó por igual a las terminales de exportación de gas natural licuado (GNL). Las operaciones continuaron en las terminales del sur de Texas y los puertos estaban abiertos con restricciones. En el sur de Luisiana, las entregas de gas natural a Cameron LNG disminuyeron antes de la llegada del huracán y bajaron un 60% (1.200 millones de pies cúbicos por día [Bcf/d]) el jueves, desde los 2.2 Bcf/d del domingo 8 de septiembre. Los puertos de Cameron y Lake Charles estaban cerrados, pero se está evaluando su reapertura.
Diferentes efectos
Los huracanes pueden tener diferentes efectos en la infraestructura energética, según su gravedad y ubicación. En julio, el huracán Beryl tocó tierra en Texas, Estados Unidos. Aunque el huracán se debilitó a tormenta tropical en pocas horas, sus efectos en la infraestructura energética se sintieron durante varios días a lo largo de la costa del Golfo de Estados Unidos.
En esa oportunidad, alrededor de 2,7 millones de clientes de electricidad de Texas se quedaron sin electricidad, algunos durante más de una semana, debido a daños en la infraestructura energética, como las líneas de transmisión y distribución.
CenterPoint Energy, la empresa de servicios públicos que sufrió la mayor parte de los daños, tuvo que hacer frente a reparaciones por valor de 1,300 millones de dólares, dijo la Administración de Información Energética de EEUU con datos actualizados al 13 de septiembre 2024.
El reporte de daños no incluye muertos o heridos, pero las fuertes precipitaciones se mantendrán con riesgo de inundaciones La tormenta, que se alimentó de las aguas extremadamente cálidas del Golfo de México, empapó una gran franja del sur, incluidas partes de Arkansas y Florida.
Los meteorólogos esperaban que Francine se debilitara el viernes al cruzar el norte de Arkansas, pero el lento avance de la tormenta significará días de fuertes lluvias en el sureste, lo que creará un riesgo de inundaciones repentinas. Partes de Tennessee, Alabama y Georgia corren un ligero riesgo de lluvias excesivas, mientras que el norte y el centro de Alabama enfrentan un riesgo moderado.
FUENTE: EIA/ AP / DIARIO LAS AMÉRICAS