MIAMI — La administración Biden-Harris ha propuesto un impuesto corporativo del 15% sobre las empresas que generan más de $1,000 millones al año. Este impuesto, alineado con los objetivos del Green New Deal y la agenda ESG (Environmental, social and governance, en español: ambiental, social y de gobierno), plantea preguntas críticas sobre su impacto en la competitividad, la seguridad nacional y la economía estadounidense. A través del marco DIME (Diplomático, Información, Militar, Económico), se pueden analizar los efectos negativos de esta medida.
¿Por qué atacar a los principales creadores de empleo y generadores de innovación? Grandes corporaciones como Apple, Microsoft, Walmart, SpaceX, Tesla, Ford, General Motors, y Boeing, ahora obligadas a pagar este impuesto, juegan un papel vital en la economía global. Desincentivar a estas empresas podría erosionar su capacidad de reinversión y expansión. Además, ¿por qué incentivar la importación de productos "verdes" fabricados mayormente en China, debilitando la producción nacional y favoreciendo a un competidor geopolítico clave?
Información
¿Existe un resentimiento hacia la creación de riqueza? Estas políticas parecen castigar el éxito económico, promoviendo un mensaje antiempresarial. La narrativa de redistribución de riqueza que acompaña a estas medidas desincentiva el crecimiento y fomenta la intervención estatal. Esta estrategia, similar a las adoptadas en estados como California y Nueva York, ha generado un éxodo masivo de empresas debido a las estrictas normativas fiscales. La percepción de EEUU como un país hostil para los negocios podría perjudicar su reputación a nivel global y fomentar la deslocalización de empleos.
Militar
Empresas como Boeing, SpaceX y Tesla, vitales para la defensa nacional y la supremacía tecnológica de EEUU, también se ven afectadas por este impuesto. La reducción de su capacidad de inversión en I+D (investigación y desarrollo) podría poner en riesgo la ventaja tecnológica de EEUU frente a rivales como China y Rusia. El debilitamiento de la industria de defensa comprometería la seguridad nacional.
Económico
El efecto dominó de este impuesto será un aumento en los precios de productos esenciales como automóviles, electrodomésticos y tecnología. Las empresas afectadas trasladarán los costos fiscales a los consumidores, lo que agravará la inflación. Se estima que las grandes empresas perderán más de $250 mil millones en los próximos 10 años debido a este impuesto, reduciendo significativamente las inversiones y la creación de empleo. En un contexto en el que compañías como John Deere ya están considerando reubicarse en México para aprovechar un entorno fiscal más favorable, estas políticas fiscales parecen ser un error estratégico.
Fracaso del ESG y el Green New Deal
El impuesto del 15% está alineado con los principios del Green New Deal y las políticas ESG, pero en lugar de promover la sostenibilidad, está ahogando a las grandes empresas que son cruciales para la economía de EEUU. ¿Por qué penalizar a las empresas estadounidenses mientras se incentiva la importación de productos "verdes" fabricados en China? Estas medidas no solo socavan la independencia económica, sino que también fomentan una mayor dependencia de un competidor geopolítico clave. La Agenda 2030, respaldada por el Foro Económico Mundial, promueve este tipo de políticas de control estatal que han demostrado ser insostenibles en economías capitalistas. La estrategia de redistribuir la riqueza de las grandes empresas hacia proyectos sociales insostenibles es un intento mal calculado que podría debilitar la economía estadounidense a largo plazo.
Conclusión
El impuesto del 15% propuesto no solo es un ataque directo a las grandes corporaciones, sino que también perjudica la competitividad de EEUU, daña la creación de empleo y aumenta la inflación. Estas políticas, motivadas por la agenda del Green New Deal y ESG, generan más daños que beneficios a corto y largo plazo. En un momento en que las empresas ya están considerando trasladarse fuera del país, este impuesto solo agrega más presión. ¿Por qué atacar a los principales motores del crecimiento económico de EEUU? Es necesario reconsiderar estas medidas para evitar un impacto negativo duradero en la economía estadounidense y su posición en el escenario global.
Políticas antiempresariales de la Administración Biden-Harris y gobernadores demócratas (2021-2024)
- Órdenes ejecutivas del primer día (enero, 2021): Biden firmó 17 órdenes ejecutivas, incluyendo la reincorporación al Acuerdo de París y la cancelación del oleoducto Keystone XL, afectando el sector energético.
- Incremento del impuesto corporativo (abril, 2021): Propuesta para aumentar el impuesto corporativo del 21% al 28%.
- Impuesto mínimo del 15% (septiembre, 2024): Impuesto adicional del 15% a más de 100 empresas con ingresos superiores a $1,000 millones anuales.
- Regulaciones climáticas (2021-2023): Normas que aumentaron los costos de producción y la inflación energética, afectando a industrias clave.
- Éxodo de empresas en California (2021-2024): Más de 265 empresas abandonaron California por las políticas fiscales progresivas del gobernador Gavin Newsom.
- Impuesto global del 15% (2022): Apoyo a un impuesto corporativo mínimo del 15% a nivel global bajo la OCDE, reduciendo la competitividad fiscal internacional.