Indignación en España por espionaje de Estados Unidos
Más de 20 países componen un frente común de protestas por los abusos de la
administración Obama contra las libertades individuales de los ciudadanos
Manifestantes marchan el sábado hacia el Washington Mall, en la capital estadounidense, para pedirle al Congreso que investigue el reciente escándalo de espionaje. (AP)
La revelación exclusiva del diario español El Mundo sobre el espionaje masivo de la NSA norteamericana en suelo español (habrían intervenido 60 millones y medio de llamadas en un mes) ha derivado en la apertura de una investigación por parte de la Fiscalía española y suma un país más a la indignación internacional por los abusos norteamericanos. Anteriormente, Alemania y Francia en Europa, Brasil y México en América Latina, y los propios Estados Unidos conocieron informaciones sobre interceptación masiva de comunicaciones en sus respectivos países. n La noticia publicada el pasado lunes por El Mundo se refería a un promedio de unos dos millones y medio de llamadas diarias interceptadas en España. De ellas, la inteligencia norteamericana no habría escuchado el contenido, pero sí conocido el lugar y las personas de origen y destino, la duración de la llamada y los dispositivos que tenían lugar en dicha comunicación. La reacción del gobierno español fue la de advertir que podría"romperse la relación de confianza" con los Estados Unidos. La ley española contempla como un crimen el acceso indebido a datos personales entre los que se encuentran los metadatos, información que en las llamadas telefónicas atañe al origen, destino y duración de la llamada. n La reacción estadounidense a los escándalos de espionaje masivo ha ido variando ante el creciente malestar de otros países. Hasta la fecha, contando con España, 21 países se han quejado de los abusos de la administración de Barack Obama ante las libertades individuales. El presidente de la mayor potencia quiso rebajar en junio la importancia de las filtraciones debido a que"no se hacen escuchas de llamadas", sino que tan sólo se registra la información referente a los dispositivos que entran en contacto. Pronto, organizaciones en defensa de los derechos civiles alertaron de que esa relativización no era correcta, puesto que se pueden saber muchas informaciones íntimas y privadas a través de los metadatos. n Invasión extranjera La invasión en comunicaciones extranjeras a través de varios medios de comunicación y con la participación exclusiva de Glenn Greenwald, periodista elegido por Snowden para gestionar las filtraciones, internacionalizó la polémica, especialmente en países como Alemania y Brasil.
La canciller alemana Angela Merkel habría tenido el teléfono pinchado durante años por Estados Unidos con el conocimiento del propio Obama, si bien éste niega tener constancia. Asimismo, en Brasil la presidenta Dilma Rousseff y la empresa petrolera Petrobrás (poseedora de una tecnología privilegiada en la extracción de crudo) fueron blanco del espionaje de la NSA según los documentos revelados por el programa Fantástico de la televisión Globo, que también mostró cómo conversaciones del entonces candidato a la presidencia mexicana Enrique Peña Nieto fueron interceptadas por la agencia de seguridad estadounidense. La presidenta Dilma Rousseff llegó a cancelar su visita oficial a Estados Unidos y a criticar duramente las prácticas llevadas a cabo por el gobierno norteamericano en la última conferencia de la ONU. n Control ilusorio Mientras varios países europeos, especialmente Alemania y Francia, y también representantes de la Unión Europea preparan sus quejas formales y su petición de acotar el campo del espionaje estadounidense, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA también expresó el lunes que esperaba que se pudiese realizar una regulación externa de las agencias de inteligencia estadounidenses. n "El problema es que con un programa de esta envergadura y alcance, es evidente que cualquier forma de control se vuelve ilusoria, cuando son decenas de millones las comunicaciones vigiladas", expresó Felipe González, uno de los miembros de la CIDH, quien pidió además al gobierno Obama poder hacer una visita"sin censuras ni cortapisas" a la prisión de Guantánamo. nLo hizo ante una silenciosa delegación de la administración, mientras The Washington Post informaba que el servicio de inteligencia estadounidense se mantiene alerta ante la posible publicación de más documentos filtrados por Edward Snowden, en posesión de unos 30.000 informe, según se sospecha.
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