MIAMI.- LAURA RIVERA
Mientras otros países ya están aplicando tasas de interés negativas para incentivar sus economías frente a las bajas de precios del petróleo y las materias primas, la Reserva sigue firme en sus medidas
MIAMI.- LAURA RIVERA
@lauritrw
La caída de los precios del petróleo y de otras materias primas a nivel internacional, junto a la desaceleración de la economía china, generan gran preocupación en muchos mercados. En los últimos días, se han desplomado las bolsas de la mayoría de los países asiáticos y europeos, y la de New York se mantuvo a la baja, en una atmósfera de incertidumbre.
La semana pasada se hizo larga para el sector bursátil, a la espera de que la Reserva Federal (Fed, por sus siglas en inglés) dijera qué medidas iba a tomar respecto a su plan de ajuste y detuviera las especulaciones sobre un posible repliegue de sus decisiones.
Finalmente, la directora de la Fed, Janet Yellen presentó el informe semestral ante el Comité de Finanzas de la Cámara baja y advirtió que ve como un riesgo la fuerte caída de precios en el sector de las materias primas. Dijo que éstos "podrían disparar la presión económica en países exportadores, en particular en economías de mercado emergentes y vulnerables y en compañías que producen materias primas".
"Si cualquiera de estos riesgos a la baja se materializaran, la actividad extranjera y la demanda de productos de exportación estadounidenses podría verse debilitada, y las condiciones financieras en los mercados podrían ser aún más ajustadas", alertó la jefa del banco central.
Sin embargo, y ante la pregunta de los congresistas, afirmó que la realidad nacional no se ha visto tan golpeada por ahora, desde su punto de vista. Dijo que el mercado laboral continúa mostrando una buena tendencia, así como los sueldos, que han subido. Destacó que estos factores son una señal positiva para el consumo privado.
Bajo esos argumentos, la funcionaria insistió en la intención de proseguir con la senda de ajuste monetario en 2016 de manera "gradual" y en función de los indicadores económicos. No obstante, los mercados, que el viernes ahondaban sus caídas, descartaron las cuatro alzas de interés que anticipó la Fed a lo largo de este año, y apostaron como mucho por dos subidas de tipos debido a las sombrías perspectivas económicas globales.
Decisiones de otros países
En los últimos meses, países como Suecia, Dinamarca, Japón o el Banco Central Europeo (BCE) decidieron aplicar tipos de interés negativos con el objetivo de incentivar la economía en un momento de debilidad, por lo que ha resurgido el debate acerca de su efectividad.
Mediante este mecanismo, los bancos centrales comienzan a cobrar intereses a las entidades financieras privadas por depositar fondos en sus arcas, al contrario de una situación normal, por la que las bancas reciben dinero por dejar allí parte de sus reservas.
Cuando se le preguntó a la directora del Banco Central de EEUU si contemplaba estas medidas en nuestro país, dijo que no las descartaba si las condiciones lo requirieran, pero que por ahora continuarán con el aumento paulatino y moderado de los tipos de interés de referencia.
"La entidad parte de la base de que con el ajuste gradual de la política monetaria la actividad económica se expandirá en los próximos años y los indicadores del mercado laboral continuarán fortaleciéndose".
Al referirse a China, Yellen señaló que si bien la Fed no prevé una caída drástica del crecimiento del gigante asiático, la cotización del yuan sí generó incertidumbre sobre la economía china.
El presidente de la Fed de Nueva York, William Dudley, defendió por su parte la "buena forma" de la economía nacional pese a la volatilidad financiera internacional, por lo que consideró que hablar de tipos de interés negativos es "prematuro".
"Hay muchas cosas que haríamos mucho antes de que realmente considerásemos pasar a tipos de interés negativos", agregó Dudley en una rueda de prensa.
El economista recalcó que, pese a la subida de tipos de diciembre de un cuarto de punto, la primera en EEUU desde 2006 y que dejó las tasas entre el 0,25% y el 0,50%, la política monetaria sigue siendo "bastante expansiva".
La próxima reunión de política monetaria del banco central estadounidense está prevista para el 15 y 16 de marzo.
LEA TAMBIÉN: