@ruiefe
[email protected]
@ruiefe
[email protected]
En el último debate protagonizado entre Donald Trump y Hillary Clinton hubo mucha tensión, pero además, no todo lo que se dijo fue exacto.
En algunos casos, ambos distorsionaron la realidad para adaptarlas a sus puntos de vista y presentarse ante el electorado como el apropiado para llegar a la Casa Blanca.
Según la generalidad de los medios de prensa y los especialistas en confirmar hechos, los llamados ‘fact checkers’, el mayor número de inexactitudes provino de la parte de Trump, pero también se admite que Clinton intentó edulcorar su vida política.
Hay dos razones para ello. Por un lado Trump no parece dominar mucho los detalles de su agenda y tira disparos al aire que complacen a su electorado. Por otro, Clinton que domina bien los temas políticos y económicos, los distorsiona para promover una imagen positiva de su persona. A continuación DIARIO LAS AMÉRICAS presenta algunos ejemplos de una larga lista compilada tras el segundo debate presidencial.
DONALD TRUMP
El magnate inmobiliario ha dicho repetidamente que Estados Unidos cobra a sus ciudadanos los impuestos más altos del mundo. “Nuestros impuestos son tan altos, los más altos del mundo”, dijo en el debate el domingo.
Sin embargo, según la Organización de Cooperación Económica y Desarrollo (OCDE) eso no es cierto. En términos de porcentaje sobre los ingresos, EEUU se encuentra en el puesto 31 (de un total de 36 países) al cobrar a sus ciudadanos un promedio de 26% de sus entradas. Los países con un índice más alto son Dinamarca que cobra 50.9%, Francia, el 45.2% y Bélgica el 44.7%. En cuanto a los impuestos corporativos, Estados Unidos se encuentra en el lugar 17 de los países del mundo 2.6%, mientras los primeros son Noruega con 7,1%, le sigue Nueva Zelanda con 4.4% y Luxemburgo con 4.3%.
Uno de los argumentos recurrentes del candidato republicano en esta campaña es que los delitos se han disparado a un nivel nunca antes visto en la historia reciente. “Tenemos un aumento en los asesinatos en nuestras ciudades, el mayor en 45 años”, dijo el domingo.
Según el FBI es cierto que los homicidios se dispararon 10.8% el año 2015, la cifra más alta desde 1971, pero solo ese año, porque en las últimas dos décadas los delitos violentos disminuyeron considerablemente, manteniéndose más bajos que en las décadas del 80 y 90 del siglo pasado. Lo sucedido el año pasado ha sido una excepción. Según el Informe de Tendencias Criminales del FBI, en 1991 se registraron 758 delitos violetos por cada 100.000 personas, mientras que en 2015 ocurrieron 383.
En relación con el ‘Obamacare’, que Trump ha prometido erradicar si llega a la Casa Blanca, el argumento electoral también esgrimido por el republicano en el debate del domingo, es que los costos de las pólizas van a subir a punto que serán inalcanzables para el ciudadano común. “Vuestro (Obamacare) seguro de salud va a subir, 68%, 59%, 71%”, afirmó el empresario.
Se trata en lo mínimo, según cifras de la Fundación Familia Kaiser, de una distorsión de la verdad, porque la entidad calcula que en 2017 el ‘Obamacare’ subirá un promedio nacional de 9%. Trump se ha limitado a esgrimir las cifras calculadas para Oklahoma, de ahí el 71%, pero omite que en Rhode Island el incremento será de 1.3%. Según cifras de un estudio de la Fundación mencionada 8 de cada 10 ciudadanos tienen sus seguros de salud subsidiados por el Gobierno y están protegidos contra un incremento en las pólizas. “Ejemplos anecdóticos de la subida de las pólizas o las cifras promedio de las compañías de seguro pueden dar una visión distorsionada de la realidad que los beneficiados realmente van a enfrentar”, concluyó un estudio divulgado en julio por la fundación.
Uno de los caballos de batalla de Trump contra Clinton en esta campaña electoral ha sido la cuestión de los correos electrónicos que la candidata demócrata borró de sus servidores privados. “Usted (Clinton) recibió una citación judicial y después de recibirla, borró 33.000 correos electrónicos, y después los blanqueó, como se dice, un proceso muy caro”, afirmó el magnate neoyorquino durante el debate.
Técnicamente, Trump está en lo cierto, pero tampoco deja de ser verdad que el entorno de Clinton pidió que los correos fueran borrados meses antes del recibir la citación, según un informe del FBI divulgado en agosto. Además no hay ninguna prueba de que Clinton borró los correos anticipándose a la citación judicial y el director del FBI, James Comey, ha afirmado que las investigaciones no han encontrado prueba alguna de que algún correo fue borrado “intencionalmente en un esfuerzo por ocultarlos”.
En relación con los sucesos en Benghazi, Trump volvió a insistir el lunes en que el fallecido embajador Chris Stevens solicitó repetidamente ayuda en la seguridad del consulado. “El embajador Stevens envió 600 pedidos de ayuda”, dijo el candidato republicano.
Esta cifra no ha sido nunca comprobada pero es poco probable que haya sucedido. Sin embargo fue esgrimida por los republicanos durante el Comité de la Cámara de Representantes que ha investigado el incidente, aunque nunca dijeron de dónde provino.
Según The Washington Post se trata de una cifra subjetiva y que no distingue entre “preocupaciones” y “pedidos”. Nadie duda que la seguridad en el consulado fue extremadamente ineficiente y que el Departamento de Estado no dio las respuestas adecuadas a los pedidos de refuerzo de la seguridad que suele estar a cargo de los Infantes de Marina. Además es poco probable que los pedidos hayan llegado personalmente a las manos de Clinton y se hayan perdido en la burocracia del departamento, aunque fueron respondidos por niveles inferiores, según el rotativo.
En términos personales, Trump ha dicho que el expresidente Bill Clinton tuvo de pagar una multa de 850.000 dólares a Paula Jones, una mujer que en 1991 lo acusó de acoso sexual. Lo que sucedió realmente fue que el juez de Arkansas que ventiló el caso desestimó el proceso y no impuso ninguna multa. Los 850.000 dólares fue una suma que las dos partes llegaron a acuerdo en 1998 y su pago no implica de ninguna forma que el exmandatario admitió su culpa o haya sido condenado. Por lo demás, Jones se quedó apenas con 200.000 dólares. El excedente fue para pagar a sus abogados.
Por otro lado, en relación al caso de Mónica Lewinsky, no parece que hubo ningún tipo de retaliación o persecución como argumenta Trump. La clave está en una entrevista que Hillary concedió en enero de 1998 a la cadena NBC, donde acusó a los republicanos de crear un caso contra su esposo.
La entrevista tuvo lugar una semana después de que Bill Clinton fue acusado pero todavía no había admitido su relación con la becaria de la Casa Blanca lo que sucedió apenas en agosto, siete meses después. De hecho en esas fechas, Lewinsky todavía estaba negando una relación íntima con Clinton. Cuando lo hizo durante los debates en el Congreso y su esposo se lo confesó, Hillary dejó de hablar del asunto en público.
HILLARY CLINTON
La candidata demócrata también protagonizó algunas inexactitudes, aunque en menor número que su contendiente. “Yo negocié un acuerdo con Rusia para disminuir la cantidad de armas nucleares”, ha dicho el lunes. Pero se trata de una exageración sobre las consecuencias del acuerdo START del 2011. El pacto impuso una reducción significativa de las armas nucleares, pero la verdad es que esos momentos ya Moscú había desmantelado su arsenal a niveles consignados en el acuerdo, alrededor de 1.530 ojivas. Sin embargo, las negociaciones tuvieron poco impacto porque en septiembre Rusia ya había incrementado esa cifra a 1.796. Un detalle: el tratado no prohíbe a los dos países el incremento de sus arsenales nucleares ni destruir las armas en exceso. Se calcula que durante la administración de Barack Obama el arsenal nuclear ruso se elevó, en un momento, a 4.500 ojivas en el 2012. Por ende ni la participación de Hillary Clinton ni el tratado en sí tuvieron un impacto en el equilibrio nuclear.
Clinton también argumentó que “por primera vez (Estados Unidos) es independiente enérgicamente”. De hecho no es verdad. En julio importó 5.3 millones de barriles de crudo, según cifras de la Administración de Información sobre Energía, de países del Medio Oriente, Canadá (el mayor abastecedor) y Venezuela. De todos modos es una cifra inferior a los 13 millones de barriles que estaba importando el año 2006.
La candidata demócrata afirmó en el debate del lunes que “desde la Gran Recesión, los salarios han ido en ascenso”. Pero acorde con cifras del Buró del Censo, hechas públicas en septiembre, no es el caso y está desfasado. El ingreso promedio en Estados Unidos subió 5.2% del 2014 al 2015, o sea, hasta 56.516 dólares anuales. Lo que Clinton no explicó fue que se trata del primer incremento del salario promedio desde el año 2007.
En el caso del hackeo de los correos electrónicos, la exsecretaria de Estado dijo que “no hay pruebas de que hayan sido intervenidos por una potencia extranjera”. Técnicamente ella tiene razón pero solamente porque el FBI no ha encontrado pruebas de ello. Pero como ha dicho el director del FBI, una intervención de ese calibre solo es posible por parte de una gran potencia y usualmente la técnica utilizada es tan sofisticada que no deja rastros, por lo cual no hay una prueba concluyente en ese sentido.
FUENTE: Especial