martes 7  de  enero 2025
SALUD

Muestran terapia para reducir pesadillas en niños

Investigadores universitarios mostraron la eficacia de una terapia que aumentó la cantidad de noches en que los más pequeños durmieron sin despertarse

Por REDACCIÓN/Diario Las Américas

MIAMI.- Una investigación publicada por las Universidades de Oklahoma (OU) y de Tulsa muestra cómo una nueva terapia para niños con pesadillas crónicas redujo en niños esa zozobra y angustia que les causaban aumentando la cantidad de noches que un pequeño podía dormir sin despertarse.

Es el primer ensayo clínico que prueba una terapia de pesadillas en niños y marca un paso hacia el tratamiento de este fenómeno como un trastorno distinto y no únicamente como un síntoma de otro problema de salud mental.

Las investigaciones sugieren que uno de cada seis niños con problemas de salud mental sufre de pesadillas crónicas, una estimación que puede ser conservadora porque rara vez se incluyen en los exámenes clínicos de rutina.

Sin embargo, las pesadillas no siempre disminuyen cuando se trata el trastorno de salud mental de un niño. Por ejemplo, se sabe que son un síntoma de trastorno de estrés postraumático, pero cuando reciben tratamiento exitoso para su trauma, no siempre desaparecen. Eso impulsó a los autores del estudio a crear y probar una terapia para abordar específicamente las pesadillas independientemente de las comorbilidades del niño o la presencia de dos o más enfermedades al mismo tiempo.

“Realmente queremos llegar a la raíz del problema porque cuando los niños sufren pesadillas, tienen miedo de irse a dormir, los pone cansados e irritables durante el día y son propensos a tener problemas de conducta, todo lo cual puede afectar su funcionamiento en la escuela y en otras áreas de sus vidas”, dijo la psiquiatra infantil y adolescente Tara Buck, M.D., profesora asociada de la Escuela de Medicina Comunitaria de la OU en Tulsa.

Buck dirigió el estudio con Lisa Cromer, Ph.D., profesora de psicología en la Universidad de Tulsa y miembro voluntario de la facultad de psiquiatría infantil en la Facultad de Medicina Comunitaria de la OU en Tulsa.

Cromer dirigió el desarrollo de la terapia, comenzando con una adaptación pediátrica de una terapia de pesadillas para adultos y perfeccionándola a través de estudios pilotos.

¿En qué consiste la terapia?

La terapia comprende cinco sesiones semanales que educan a los jóvenes sobre la importancia del sueño, crean motivación para hábitos que puedan mejorarlo y guían a los niños a "reescribir" sus pesadillas en sueños placenteros.

Antes que comenzara el tratamiento, los estudiantes participantes recibieron una caja con artículos que usarían durante el estudio, incluidas "anteojos alucinantes" que ayudan a los niños a comprender mejor los efectos de la falta de sueño.

Los niños también recibieron una funda de almohada y marcadores para escribir o hacer dibujos de cosas en las que querían pensar antes de dormir. Cromer y su equipo diseñaron el tratamiento para que fuera interactivo.

“El tratamiento utiliza terapia cognitivo conductual, pero también incorpora estrategias de relajación, atención plena, manejo del estrés y visualización para cambiar la estructura de los sueños. También les ayudamos a crear un plan que pueden utilizar si tienen pesadillas para que puedan “cambiar de canal” y volver a dormir”, dijo Cromer.

“En el centro del modelo está la autoeficacia. Cada unidad les enseña que pueden ser el director de sus sueños. Nuestra hipótesis es que ese es el mecanismo efectivo de cambio”.

Ensayo clínico

En el ensayo participaron 46 jóvenes de todo Oklahoma con edades comprendidas entre 6 y 17 años, con una edad promedio de 12 años. En particular, habían estado teniendo pesadillas persistentes durante no menos de seis meses y, en algunos casos, durante años. Los participantes fueron asignados aleatoriamente para recibir el tratamiento o estar en un grupo de control que rastreaba sus pesadillas pero no recibía terapia. Una vez que se completó el ensayo, se proporcionó la terapia a los niños del grupo de control.

Además de observar una reducción estadísticamente significativa en las pesadillas, el equipo de investigación también midió los pensamientos suicidas relacionados con las pesadillas.

Investigaciones anteriores han demostrado una correlación entre las pesadillas y las tendencias suicidas en los jóvenes a lo largo del tiempo.

Debido a que el ensayo comenzó durante la pandemia de COVID-19, el equipo del estudio modificó el tratamiento por telesalud. El ensayo se diseñó con criterios de exclusión mínimos porque Buck y Cromer querían probar la terapia en una variedad de niños, como aquellos que tenían TDAH, trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Se excluyó a los niños con apnea del sueño porque sus problemas necesitaban atención médica.

También están adaptando la terapia a diversas etnias y culturas, por lo que han lanzado un estudio para detectar pesadillas en un entorno de atención primaria.

Sus esfuerzos representan un cambio de paradigma en la atención pediátrica. En su formación, a ninguno se le enseñó a preguntar sobre las pesadillas durante una visita clínica, ni los niños y las familias las mencionaban

"Podemos hablar de estrategias para abordar la ansiedad de un niño durante un examen clínico, pero sólo ahora estamos empezando a abordar las pesadillas directamente", dijo Cromer.

Recuerdan que las pesadillas los vuelven hipervigilantes y evitan o prolongan la hora de acostarse. "Luego, no duermen lo suficiente y se ponen más ansiosos, lo que los hace más propensos a seguir teniendo estos episodios nocturnos", dijo una nota de prensa de la OU.

FUENTE: UNIVERSIDAD DE OKLAHOMA / REDACCIÓN DIARIO LAS AMÉRICAS

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