@JesusHdezHquez
[email protected]
@JesusHdezHquez
[email protected]
MIAMI.- La polémica ley que prácticamente prohíbe el aborto en Alabama y Missouri que desafía la legalidad dada a esta práctica en el país por la Corte Suprema en 1973, vuelve a destapar la polémica discusión en estados de Medio Oeste y el Sur, antes de dirigirse al máximo órgano de justicia en Washington.
Por un lado vuelven los grupos que defienden el derecho al aborto, como facultad de la mujer, y por el otro quienes plantean el comienzo de la vida en el momento de la concepción.
La nueva ley de Alabama y Missouri, que no puede entrar en vigor, al menos por ahora, ya que contradice el fallo del Tribunal Supremo, aboga por prohibir el aborto incluso en casos de violación e incesto y solo lo permite cuando la salud de la madre esté en grave peligro.
En Alabama, esta normativa no penalizaría a la madre que lo practique pero sí contempla penas de entre 10 y 99 años de cárcel para las personas que lo practiquen.
Ola expansiva
Entretanto, Kentucky, Misisipi, Ohio, Iowa, Dakota del Norte y Georgia aprobaron en las últimas semanas leyes similares que prohíben el aborto una vez que se detecta el latido del corazón del feto, lo que puede suceder en la sexta semana del embarazo.
En otros estados como Texas fracasaron intentos de imponer esa restricción. Lo mismo ocurrió en Florida, Carolina del Sur, Tennessee y Virginia Occidental.
En Alabama, "los impulsores de esta ley creen que es hora de que el Tribunal Supremo examine, una vez más, este importante asunto", señaló la gobernadora, Kay Ivey, al ratificar la ley con su firma, tal como reporta la agencia de noticias EFE.
El objetivo de la ley es iniciar “una batalla legal que lleve el proyecto hasta la corte más alta del país” para que sus magistrados puedan reconsiderar el fallo de 1973 y por lo tanto ilegalizar el aborto en el país.
"Este proyecto va de desafiar ese fallo y proteger las vidas de los nonatos", reconoció la promotora del dictamen aprobado, la representante estatal republicana Terri Collins.
En otras palabras, quienes apuestan por restringir o prohibir el aborto opinan que “éste es el mejor momento” para llevar el tema al Tribunal Supremo, cuando cinco de los nueve magistrados son propensos a votar por asuntos “más conservadores”, lo que daría el voto mínimo necesario para revocar el fallo de 1973.
Preocupaciones
“Lo que más me preocupa es que volvamos a la práctica del aborto a escondidas, cuando la prohibición, la desinformación y la estigmatización social empujaban a las mujeres a someterse a prácticas inseguras y morían de infecciones”, declaró a DIARIO LAS AMÉRICAS Charlie Anderson, profesor de ciencias políticas de George Washington University.
De hecho, en opinión de la Unión de Libertades Civiles (ACLU), estas leyes son promulgadas como parte de un esfuerzo "nacional y concertado" para eliminar el acceso a abortos seguros y legales, como lo establece la legalización de 1973.
Por otra parte, la consejera legal del Centro de Derechos Reproductivos, Elisabeth Smith, cree que "estas leyes son descaradamente inconstitucionales".
"Si permitimos que entren en vigencia, van a tener consecuencias devastadoras para las mujeres de todos esos estados", agregó en un comunicado la abogada, quien participa junto a ACLU en varios esfuerzos legales para bloquearlas.
No obstante, la presidenta de Americans United for Life, Catherine Glenn Foster, un grupo anti-abortos, declaró a The Washington Post que la Corte Suprema “podría ver primero los motivos añadidos”.
Y en ello coinciden quienes apoyan el aborto, con la advertencia de que el tribunal no necesita anular el fallo de 1973 para permitir lo que consideren “límites extremos de accesibilidad al procedimiento”.
Aún ahora, con una probable mayoría conservadora en el Tribunal Supremo, “es muy temprano para especular cuál sería el resultado”, puntualizó el profesor Anderson.
“Pero me atrevería a decir que sí confrontarán esas leyes estatales a partir de octubre y que tendremos una resolución justo a tiempo para las elecciones presidenciales de 2020”, subrayó.