sábado 8  de  febrero 2025
ELECCIONES 2016

Voto hispano será determinante en las presidenciales

Según un  estudio del centro Pew, 27 millones de los electores inscritos en EEUU pertenecen a esa minoría. Casi la mitad de latinos que tendrá derecho a voto en las próximas elecciones presidenciales son “millenials”, los nacidos después de 1980 
y que tienen entre 18 y 35 años

RUI FERREIRA
Especial
@ruiefe

El voto hispano se está transformando en un asunto muy serio para las elecciones presidenciales de noviembre. Estudios recientes sugieren que pudiera no decidir el desenlace electoral pero está a camino de eso y hay tiempo para ello.

Según un sondeo del Pew Research Center, la cifra de electores hispanos ya suma más de 27 millones. O sea, uno de cada nueve electores en Estados Unidos. Ahora, una de las particularidades de este segmento poblacional es que el 44% son adultos jóvenes, entre 18 y 35 años.

A juicio de los analistas, esto representa un cambio sustancial en el poder del voto hispano porque, en todas las elecciones desde 1964, los jóvenes hispanos tuvieron tendencia hacia la abstención. El asunto comienza a cambiar a partir de las elecciones presidenciales del 2012, cuando los jóvenes electores entraron en escena, y el 45% de ellos entre 18 y 29 años comparecieron a las urnas. Aun así es una cifra menor que los 68%, que tenían entre 45 y 64 años.

Cambios del electorado

Lo que ha cambiado desde entonces, es que los electores jóvenes entre 18  y 35 años, los llamados ‘millennials’ ya suman 48%, acorde con el estudio de Pew, mientras que en el 2012 fueron apenas 38%. Y esto es clave. Plantea un nuevo escenario, no solo porque muchos de los electores mayores entretanto pueden haber fallecido, como este grupo de jóvenes, ha sufrido el impacto de las crisis económicas de fines de la década pasada, atravesado las vicisitudes de la actual y eso condiciona su voto.

“Tienen una tendencia a tener una visión mucho más política de las necesidades sociales. Son críticos del sistema en tanto que no protege a la gente que está ingresando en el mundo laboral, que tiene problemas para acceder a un crédito para una casa”, explica Alejandro Subirat, un economista que trabaja con el Instituto Pew.

Son electores que van a votar por primera vez con preocupaciones muy definidas como, por ejemplo, la necesidad de una reforma migratoria, porque ellos llegaron a donde están a través de una complicada escalera migratoria que, muchas veces no les facilitó la vida. “Tienen la sensación de navegar contra la corriente. Todo el mundo prometió mucho, pero nada. Hay casos de jóvenes que se naturalizaron al cabo de más de 10 años de proceso”, enfatiza el economista.

Pero, el poder e influencia del voto hispano se ha reforzado entre los electores de mayor edad. Desde las últimas elecciones, más de 1.2 millones de personas con edad superior a los 40 años se han naturalizado. Y la matemática no engaña. A ver: en las presidenciales del 2012, cuando el presidente Barack Obama fue reelecto, si ningún hispano hubiera votado de todos modos los demócratas se hubieran impuesto a los republicanos por 283 contra 255 votos electorales. Y, si fuera al revés, si todos los hispanos hubieran salido a votar, los republicanos también hubieran perdido por 180 contra 358 votos electorales a favor de sus contrincantes, según cifras del Consejo Nacional de la Raza.

La realidad fue que en esas elecciones, el 48% de los hispanos salieron a votar y los demócratas lograron 322 votos electorales.

La perspectiva para este nuevo ciclo electoral presidencial es, por lo tanto, mucho más amplia que el anterior. Los sondeos indican que pese a que los republicanos han presentado dos candidatos hispanos, los senadores Marco Rubio y Ted Cruz, lo más natural es que el grueso del electoral hispano no los vaya a secundar por las posturas antiinmigración que han sostenido desde el lanzamiento de la campaña. De hecho, ninguno de los dos sobrepasa los 10% en el apoyo hispano, arroja un sondeo de NBC, efectuado antes del caucus de Iowa el lunes, y que daría una idea del favorito, así como la sucesión de primarias que se le seguirán durante todo el verano. Es posible que el escenario cambie en función del que sea escogido en la convención del partido en junio en Ohio.

De todos modos, el poder e influencia de los hispanos en estas presidenciales es insoslayable. Para los dos partidos.

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