MIAMI. -Cuando se unen voluntades, actos de naturaleza transformadora pueden realizarse en beneficio de los más necesitados, aquellos que bregan sin hogar y difícilmente encuentran cómo aferrarse a la vida.
Aunque la organización sin fines de lucro opera desde hace un año, se presenta ante la comunidad oficialmente con un almuerzo dominical, evento de recaudación de fondos para dedicarlos a quienes carecen de techo y comida
MIAMI. -Cuando se unen voluntades, actos de naturaleza transformadora pueden realizarse en beneficio de los más necesitados, aquellos que bregan sin hogar y difícilmente encuentran cómo aferrarse a la vida.
Lejos de mirar hacia el otro costado, personas como el empresario y filántropo Michael Fux y la voluntaria Ángela (Angie) María Suárez, afiliada a las Hermanas de la Caridad, han decidido sellar en esfuerzo conjunto su convicción de asistir a otros que, por diversas circunstancias de la vida, se encuentran en desventaja social.
De la mano de la recién creada Fundación Esplendor, una sociedad activa constituida el 24 de octubre de 2023, Fux y Suárez convocan a la primera de muchas obras caritativas en beneficio de quienes padecen la falta de hogar, alimentos y, sobre todo, esperanza.
“Es una actividad que estamos planificando en el Ballroom The Renaissance (5910 SW 8th) el día 17 de marzo (San Patricio) a las 2.00 pm”, dijo Suárez a DIARIO LAS AMÉRICAS y puntualizó que se trata de un almuerzo dominical con el propósito de que los participantes puedan disfrutar en familia y, a la vez, puedan contribuir con la causa de la alimentación de personas sin hogar.
De acuerdo con Suárez, quien trabaja con las monjas de la Ermita de la Caridad, el almuerzo tiene un costo de 100 dólares por persona y la mesa completa un costo de 1000. “Lo estamos haciendo para ayudar porque tenemos muchas personas necesitadas en las calles y lo estamos haciendo para ayudar al prójimo. Sobre todo a los casos que hemos tenido de familias con niños”, dijo y ejemplificó: “hay una señora que está en situación de calle con su nieta de 8 meses, acaba de ganar la custodia porque los padres de la bebé tienen problemas de adicción a sustancias”.
Suárez detalló que son muchos los casos que llegan a ellos a través de la iglesia. “Llegan directamente a la iglesia, llegan a las monjas y ellas vienen a nosotros a pedir ayuda. Nosotros apenas acabamos de empezar como fundación”, explicó. Hasta ahora, sostuvo, han funcionado de manera colaborativa, con los aportes personales de los miembros y personas allegadas. “El objetivo es que podamos todos colaborar porque la ayuda salía de los fondos nuestros y de personas allegadas”.
Desde muy temprana edad, asegura, viene ejerciendo “la misión de ayudar con comida a la gente que está en la calle”. “Es algo que viene conmigo. Me la he pasado llevando comida a las personas bajo los puentes de Brickell en el Downtown”, aseguró, en tanto cuestionó: “por qué despreciar a otro ser si cualquiera puede pasar por eso, si no todos hemos tenido la misma suerte. Yo estoy ayudando porque me considero una persona afortunada en posición de hacer algo por el que está necesitando, el que está falto de amor. Están donde están porque no han tenido la oportunidad de salir de ahí. Mi voluntad es la de siempre ser mejor y ayudar a que tengan un granito de luz en su corazón”.
Por su parte Fux, un veterano de causas caritativas, impulsa la obra de la Fundación Esplendor con la convicción de que ayudar, en especial a niños e inmigrantes, es extremadamente necesario. “He sumado a personas que han trabajado conmigo en el mundo de los negocios para que compren mesas por una causa que lo merece”, dijo.
Tomando en cuenta que los refugios están saturados, Esplendor concibe como uno de sus planes investigar cómo puede asistir no sólo proveyendo comida sino en varios tipos de atención. Esta gala de recaudación de fondos se enrumba en esa dirección: “Queremos pasarle la voz a la comunidad, para que conozcan de nuestro trabajo”.