Claudia Cañizares y Vasili Hernández, una historia de amor y éxito

Ella acumula vasta experiencia en el área de inmigración y se ha convertido en una voz de influencia en Miami entre quienes necesitan asesoría legar sobre ese tema. Él, con experiencia en derecho criminal, inmigración y litigio civil, entre otros campos, ahora se enfoca en resolver casos de accidentes de tránsito.

DIARIO LAS AMÉRICAS conversó con el matrimonio sobre la profesión que les apasiona y tienen en común, además, Cañizares y Hernández hablaron acerca de nuevos proyectos y recordaron cómo se conocieron.

“A diferencia de Claudia, que es una abogada tradicional especializada en inmigración, lo mío ha sido más litigio criminal y civil. Tengo mucha experiencia en juicio. Y en los últimos años, desde que me mudé a Miami después de que mi esposa me secuestró de Nueva York (risas), he estado haciendo litigio civil, enfocado en accidentes y tratando de defender a víctimas, en las peleas contra las compañías de seguro o los hospitales por mala práctica médica”, dijo Vasili Hernández, a quien le motiva lo que la abogacía ofrece en el plano labor e intelectual, además de que aporta a otros aspectos y llega a ser un estilo de vida.

“Estaba en Nueva York cuando tomé la decisión de estudiar Derecho. Fue una decisión práctica, porque es una carrera que ofrece mucha oportunidad laboral y que es bien remunerada y abre muchas puertas. Pero para mí fue interesante porque es una carrera que tiene un fuerte componente intelectual y académico que, a la misma vez, permite aplicarlo en la vida desde un punto de vista de trabajo, los negocios. También, no solamente es una profesión, sino que tiene ese componente que es muy estimulante”, añadió.

Una mujer de Leyes

Cañizares, por su parte, se decidió por la abogacía después de una sesión de asesoría en la escuela cuando estaba terminando la licenciatura que cursaba.

“Para mí también fue algo práctico. Yo estaba en el último año, estudiando Psicología y Criminología. Estaba considerando hacer una maestría y fui a hablar con una consejera para que me guiara en los pasos a seguir. Y ella me dijo que por qué no consideraba estudiar Leyes, que tenía un buen promedio. Y yo había trabajado con un abogado y me gustaba el trabajo que había hecho”, recordó la abogada.

Sin embargo, no supo desde el principio que se dedicaría a inmigración. En un inicio quería dedicarse al aérea en la que su esposo se desempeña.

“Cuando estaba en la escuela de Leyes, quería ser abogado de personal injury (accidentes) y me enfoqué mucho en eso durante la carrera. Pero cuando me gradué empecé a trabajar en una compañía muy pequeña que se dedicaba a accidentes y me ofrecieron un trabajo con una abogada de inmigración. Y me llamó la atención que ella iba mucho a la corte. Ahora sé por Vasili que sí van a la corte todos los días y es emocionante. Pero yo decía: Ay, que aburrido, me paso todo el día en el teléfono negociando. Yo quería algo con más vida y dije voy a probar inmigración. Y ahí me quedé, no he hecho más nada, ya llevo 11 años. Creo que ahí me voy a quedar, aunque tengamos otros proyectos”, contó Cañizares, quien se especializa en defender a quienes enfrentan el riesgo de ser deportados o buscan permanecer en el país de manera legal.

“Mi práctica, por lo general, se basa en defensa de personas que ya están en un proceso de deportación o que están aquí ilegal y quieren legalizarse. La mayoría de mis casos son personas que están preocupados de ser deportados. Y es difícil, porque algunos te das cuenta de que ya no tienen remedio. Ya pasaron tantos pasos que quizá sí sean deportados, entonces viven con ese miedo constante de manejar sin licencia, de que los vayan a buscar en el trabajo. Y es difícil decirles que tienen que esperar el proceso. Y hoy los trámites de inmigración se están demorando mucho, porque hay muchas personas con casos pendientes esperando una respuesta. Y eso es desesperante porque sienten que están en un limbo. Y es difícil decirles que tienen que esperar”, agregó.

Uno de los casos difíciles fue el de un padre de familia a quien libró de ser deportado.

“Una vez me tocó defender a un señor que tenía cinco hijos, lo detuvieron y tuve que hacerle el proceso estando detenido. Y estuvo al borde de la deportación, gracias a Dios se ganó el caso”, recordó.

Nombrada en 2019 entre las 25 mujeres más poderosas de People en Español, Claudia lidera la firma Cañizares Law Group y conduce el programa Saber que se puede, que la Mega TV transmite los domingos a las 6 pm.

“La idea era hacer un programa de forma tal que podamos hablar con inmigrantes que hayan logrado el sueño americano. Así empezó el concepto y aun lo hacemos: hablamos, entrevistamos a personas que aquí en EEUU han sido emprendedores, que han logrado un sueño, ya sea abrir un spa, una tienda o un restaurante. Muchas personas nos han compartido su historia. Y también hablamos de temas de actualidad, sociales o de política, porque es muy interesante. Y siempre incluimos una parte musical o de teatro, entrevistamos a algún artista que esté lanzando tema o disco nuevo. Una hora hablando de inmigración es muy aburrido, entonces dije: vamos a hacerlo más dinámico. Así que es muy variado”, comentó la abogada sobre el espacio de una hora que presenta junto al actor Lieter Ledesma.

Complicidad

En medio de la dulce espera del primer hijo en común, Cañizares y Hernández se aventuraron a un nuevo proyecto. Se trata de Personal Injury Law Partners, un despacho de abogados especializado en accidentes (de tránsito y laborales) y mala práctica médica.

“Estamos muy contentos. Yo voy a llevar la firma producto de mi experiencia. y Queremos hacer algo diferente, porque es un campo definitivamente ultra competitivo. Pero la realidad es que también yo, después de haber trabajado en varias firmas de abogados de casos de accidentes, me doy cuenta de que hay mucha deficiencia a la hora de dar un servicio correcto y profesional a los clientes profesional. Muchos no están informados, no saben qué es lo que pasa. No saben las expectativas que deberían tener o el valor de los casos. Aquellos clientes que estén interactuando con una oficina de abogados donde el staff no se está comunicando claramente, están en una posición desventajosa. Y nosotros queremos cambiar eso, y ofrecer algo mucho más personalizado y diferente”, expuso Hernández.

A lo que Cañizares agregó: “Él llevaba un tiempo haciendo eso y yo le dije: ‘¿por qué no te lanzas de una vez y hacemos esto juntos?’”.

Asimismo, los abogados recordaron cómo se conocieron. La pareja inició la relación hace seis años; al principió vivieron un romance a distancia, entre Miami y Nueva York.

“Él tenía una pregunta de inmigración y le dieron mi número de teléfono para que me llamara. Ya él estaba pensando venir para Miami y tenía ciertas preguntas con respecto al mercado laboral aquí. Y estuvimos hablando muchísimo sobre eso. Y yo le dije: no vengas, esto está terrible (risas). Recuerdo que lo escuché y me dije: ¡uy, abogado, cubano y en New York y esta voz! (risas). Pero no lo encontré por ningún lugar en social media. Y pensé a lo mejor un día lo conozco. Un día fui a Nueva York por trabajo y le escribí preguntándole si quería almorzar. Y me dijo que sí”, contó ella.

“Y el resto es historia”, agregó él.