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MIAMI.- Quienes pensaron que Miami no llegaría a ver su nuevo museo de ciencias se equivocaron. La inmensa edificación de 250.000 pies cuadrados, que hace apenas un año estuvo a punto de ser paralizada por falta de dinero, abre finalmente sus puertas este lunes.
“Gracias al intenso trabajo de nuestra junta directiva, el equipo de proyectos y la plantilla del museo, abrimos las puertas al público”, manifestó el presidente de la entidad museológica, Frank Steslow, quien contó además con el apoyo del Condado Miami-Dade y su plan de rescate de 49 millones de dólares para continuar la construcción de la edificación en el centro de la ciudad, que sumó, entre donaciones y ayudas, la cifra de 305 millones de dólares,
“Las amenidades tecnológicas, de ingeniería y sostenibilidad que conforman este nuevo museo recogen el mundo que vivimos hoy, y terminarán inspirando y motivando a generaciones futuras”, aseguró Steslow, quien además confía en el éxito de la nueva sede de una institución que fue fundada en 1949 y contó con una edificación menor en la barriada de Coconut Grove por muchos años.
El nombre oficial The Phillip and Patricia Frost Museum of Science responde al matrimonio Frost, quienes aportaron 35 millones para comenzar la gran gestión de recabar donaciones, luego de llevar ayuda monetaria a variados proyectos que atienden las ciencias, las tecnologías, la ingeniería y las matemáticas en el país.
“Nuestra meta es convertir al Frost Science en un centro internacional y vibrante espacio educacional que estimule la curiosidad y la investigación”, resaltó el presidente de la entidad museológica.
Amenidades
Entre las variadas atracciones sobresale una muestra interactiva que aborda el frágil ecosistema del sur de la Florida, incluyendo el hábitat de las tierras húmedas de los Everglades y una variedad de especies animales, muchas de ellas en peligro de extinción.
Asimismo, resalta el planetario y su imponente orbe que es visible desde Biscayne Boulevard, donde se proyecta un "deslumbrante viaje visual" en tercera dimensión al espacio, las profundidades del océano y las interioridades del cuerpo humano, que es proyectado en una cúpula que cuenta con una inclinación de 23,5 grados que permite el "movimiento" de las imágenes.
Y como todo museo especializado, la nueva institución provee un centro de aprendizaje, con cuatro salones, que está dirigido a las investigaciones y los programas dirigidos para los pequeños, los jóvenes y los grandes. Esto incluye atención al popular programa STEM, con un equipo especializado, que promueve la enseñanza de las ciencias y las tecnologías.
“El museo es una poderosa fuente científica, educacional y de recurso profesional. Servirá para enriquecer la vida de quienes vivimos en el sur de la Florida y quienes nos visiten”, anticipó el director de comunicaciones, Joseph Quiñones.
A esto, Quiñones añadió las posibilidades de desarrollo de la ciudad, dentro de los parámetros contemporáneos: El Gobierno de “Miami-Dade anticipa el futuro de downtown Miami como centro de artes y entretenimiento hasta convertirse en el gran foco cultural de la ciudad, y ahora, con la apertura del museo de ciencias, Miami podría ser también eje de ciencia y tecnología”.
Gastos
Para alcanzar la meta y solventar los gastos de operaciones, que, según datos extraoficiales, podrían sobrepasar los 20 millones de dólares al año, incluyendo el pago de la plantilla de 150 empleados, el nuevo museo de ciencias de Miami propone atraer la atención de 725.000 personas al año.
Las esperadas altas cifras de visitantes estarían dadas por el auge del centro de Miami como “destino cultural y turístico”, dentro del circuito conformado por el Arsht Center for the Performing Arts, el Pérez Art Museum y el Bayside, como motor mercantil, además del auge urbanístico y comercial que supone la zona de Brickell.
Para comenzar, los ingresos estarán dados mayormente por los precios de entrada al museo, que oscilan entre 20 y 28 dólares, con descuentos dirigidos y rebajas de 15% para residentes de Miami-Dade.
Sobre los gastos, el alcalde de Miami-Dade, Carlos Giménez, fue enfático cuando presentó hace un año su plan de rescate de 49 millones de dólares y advirtió que la institución museológica no podrá pedir más ayuda al Condado.
Perspectivas
“Miami ha sido un gran destino turístico por sus playas por mucho tiempo, y ahora, que llama la atención por otras atracciones en tierra firme, se va convirtiendo en un destino muy dinámico”, señaló la directora ejecutiva de Miami Downtown Development Authority (DDA), Alyce Robertson, que atiende el plan maestro municipal para el desarrollo del centro de la ciudad.
Y es que downtown Miami, como recuerda Robertson, “fue un lugar que la gente prácticamente ignoraba”, sobre todo los visitantes cuando transitaban desde el aeropuerto a La Playa y pasaban por alto el litoral miamense. “Pero hoy”, enfatizó, “a medida que el centro urbano se revitaliza, con miles de millones de dólares en inversiones, va camino a convertirse en uno de los escenarios culturales más dinámicos del país”.
Y aunque aún hay mucho por hacer, sobre todo atraer la atención de inversionistas con más estímulos y disminuir aún más la burocracia, la directora del DDA apuntó que la apertura del Frost Museum of Science “añade combustible de gran octanaje al desarrollo del núcleo urbano de Miami, impulsándolo como epicentro cultural y artístico”.