MIAMI.- El Condado Orange, en el centro de Florida, aprobó una medida considerada histórica que conducirá a perdonar hasta 424 millones de dólares en deuda médica a residentes de bajos ingresos.
La iniciativa, aprobada por la junta de comisionados del Condado tras una votación de 5-2, crea una alianza con la organización sin fines de lucro Undue Medical Debt para comprar y cancelar las deudas médicas de aquellos que no han podido para pagarlas.
Para calificar, los residentes deben tener una deuda médica que represente al menos el 5% de sus ingresos familiares anuales o vivir en hogares con ingresos cuatro veces inferiores a la línea de pobreza federal. Se estima que 154.000 residentes del condado cumplen con estos criterios.
Según se explicó, la financiación proviene de fondos sobrantes de la Ley del Plan de Rescate Estadounidense, destinados a la recuperación por la pandemia.
A pesar del amplio apoyo, la medida enfrentó oposición del alcalde de Orange, Jerry Demings, quien expresó su preocupación por la falta de una lista definitiva de beneficiarios y sugirió que los fondos podrían utilizarse mejor para construir refugios para personas sin hogar.
Sin embargo, la urgencia de utilizar los fondos de ayuda para la pandemia antes de finales de 2026 impulsó la aprobación del programa. La asociación con Undue Medical Debt se extenderá hasta septiembre de 2026.
Pasos a seguir
Allison Sesso, directora ejecutiva de Undue Medical Debt, explicó que la organización negociará con los titulares de la deuda y luego notificará a los residentes elegibles sobre la cancelación de su deuda.
Si bien reconoció que el programa no es una solución completa para la crisis de la deuda médica, Sesso se comprometió a asegurar la financiación necesaria para cubrir la deuda de todos los residentes que califiquen.
Los sistemas de salud locales, AdventHealth y Orlando Health, han expresado su apoyo a la iniciativa.
Este programa pionero en Florida marca un hito en la lucha contra la creciente crisis de la deuda médica en Estados Unidos y podría servir como modelo para otros condados y estados que buscan aliviar la carga financiera de sus residentes más vulnerables.
