MIAMI.— El gobernador de Florida, Ron DeSantis, arremetió el lunes contra las recientes protestas en Los Ángeles, tras calificar de “absolutamente inaceptable” la quema de banderas estadounidenses y el ondeo de banderas mexicanas en actos públicos.
El gobernador de Florida rechazó con dureza las protestas en Los Ángeles y criticó a las ciudades santuario por "promover el caos y la impunidad migratoria"
MIAMI.— El gobernador de Florida, Ron DeSantis, arremetió el lunes contra las recientes protestas en Los Ángeles, tras calificar de “absolutamente inaceptable” la quema de banderas estadounidenses y el ondeo de banderas mexicanas en actos públicos.
“Es una traición a este país que personas vivan en Estados Unidos, disfruten de sus libertades, y aun así desprecien nuestra bandera mientras agitan otra”, declaró DeSantis durante una rueda de prensa en Tallahassee.
El mandatario republicano fue más allá al relacionar directamente estos actos con las políticas de “ciudades santuario” que, en su opinión, fomentan el desorden y protegen a delincuentes.
“Lo que está ocurriendo en Los Ángeles es resultado directo de un liderazgo que ha renunciado a su deber. Las ciudades santuario son zonas sin ley donde la gente puede venir ilegalmente, cometer actos criminales y caminar libremente por las calles mientras las autoridades miran hacia otro lado”, afirmó.
Las declaraciones de DeSantis llegan en medio de una ola de manifestaciones en California contra las operaciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), que han incluido bloqueos viales, enfrentamientos con la policía, arrestos masivos y acciones simbólicas como la quema de banderas estadounidenses.
“Esto no es protesta, esto es vandalismo y anarquía”, aseguró el gobernador. “Quemar nuestra bandera y gritar consignas como ‘Al diablo con ICE’ no es libertad de expresión, es una agresión deliberada a los valores que sustentan nuestra nación”.
DeSantis también hizo alusión al despliegue de la Guardia Nacional ordenado por la administración Trump para contener las protestas en Los Ángeles.
“Cuando un estado permite que se queme la bandera nacional y no toma medidas, entonces corresponde al Gobierno federal restaurar el orden. La decisión de enviar tropas fue necesaria”, dijo.
En relación con el uso de la bandera mexicana como símbolo de protesta, DeSantis expresó su incomodidad con el mensaje que eso transmite: “No me importa de dónde venga tu familia, si tú estás en Estados Unidos, deberías ondear la bandera estadounidense. Cuando agitas la bandera de otro país mientras insultas al nuestro, el mensaje es claro: no respetas este lugar”.
El gobernador aprovechó para recordar que Florida ya erradicó las políticas santuario desde 2019, tras la aprobación de la ley SB 168 que obliga a los gobiernos locales a cooperar con ICE.
“Aquí no vamos a permitir que delincuentes se escondan detrás de vacíos legales o políticas ideológicas. En Florida, el que comete un delito y está ilegal, se va”, sentenció.
Aunque sus comentarios fueron celebrados por sectores conservadores y medios afines, también generaron críticas de líderes comunitarios y defensores de los derechos civiles.
El profesor Chris Zepeda-Millán, de la Universidad de California en Los Ángeles, respondió: “Muchos de esos jóvenes son estadounidenses de nacimiento, pero también tienen raíces mexicanas. Usar la bandera de México no significa que odien a EE.UU., sino que están defendiendo a sus comunidades de políticas que consideran injustas”.
Pese a que la quema de banderas está protegida legalmente como una forma de expresión bajo la Primera Enmienda de la Constitución, DeSantis reiteró su postura moral frente al acto: “La ley puede permitirlo, pero eso no lo hace correcto. Una nación que no respeta sus símbolos está condenada a perder su identidad”.
A juicio de algunos analistas, DeSantis con estas declaraciones refuerza su perfil nacional como defensor de políticas migratorias estrictas, en un contexto político donde la inmigración ilegal y la seguridad fronteriza figuran entre los temas más polarizantes del país.